Productos de limpieza que no se deben mezclar nunca
Si alguna vez has pensado en mezclar lejía con amoníaco, ¡mucho cuidado! Es una mezcla que produce cloramina, un gas tóxico y altamente corrosivo.
La pandemia por COVID-19 hizo que productos desinfectantes como la lejía y el alcohol sanitario fuesen bienes de primera necesidad para combatir y prevenir los coronavirus en el hogar. El temor a una enfermedad desconocida y el caos generalizado provocó que las familias desinfectasen hasta las suelas de los zapatos. "Mejor prevenir que lamentar" era el lema más popular entre los que se empeñaban en desinfectar hasta los alimentos.
Pero como reza el dicho popular todo en exceso siempre es malo, muchas de las las desinfecciones minuciosas se convirtieron en intoxicaciones involuntarias. Y la pandemia puso en contexto un problema silencioso en el hogar, pues el Instituto Nacional de Toxicología español (SIT) alertó del aumento significativo de intoxicaciones involuntarias por la mezcla de diversos productos de limpieza.
Cuatro años después y tras muchas lecciones aprendidas, las intoxicaciones por productos de limpieza siguen siendo una tarea pendiente, pues todavía hay quien piensa que cloro y ácido acético se pueden mezclar. Y no, es importante tener claro que detergentes como el amoníaco, la lejía y el vinagre no se deben mezclar nunca entre si.
Picor de ojos y de garganta son los síntomas más habituales de intoxicación por productos de limpieza.
No mezcles nunca estos productos de limpieza:
Y para evitar un mal aún mayor, te dejamos un listado con los productos de limpieza que NO puedes mezclar bajo ningún concepto.
1. Lejía con amoníaco
Mezclar lejía con amoníaco provoca una de las reacciones químicas más peligrosas para la salud humana. Según el comunicado del SIT, la mezcla de estos productos produce un gas llamado cloramina (NH2CI), un vapor altamente tóxico y corrosivo.
Cuando este gas entra en contacto con las mucosas se descompone para producir ácido clorhídrico, un ácido que provoca irritación y quemaduras en la piel. Debido a sus efectos nocivos, no se debe mezclar lavandina y líquido amoniacal bajo ninguna circunstancia.
2. Alcohol y lejía
La lejía, también conocida como lavandina y cloro, es uno de los desinfectantes más utilizados en el hogar. Sin embargo, no debe ser mezclado con otros productos que no sean agua. Aún más importante, nunca debemos mezclar lejía con alcohol, ya que se produce cloroformo y ácido clorhídrico (CHCl3 + HCL), sustancias tóxicas que causan daños en los ojos, la piel, los pulmones y el sistema nervioso en general.
3. Salfuman (aguafuerte) y lejía
El salfuman o aguafuerte es probablemente uno de los detergentes más peligrosos del mercado si no se utiliza con precaución. Este productoestá compuesto de ácido clorhídrico al 24%, un ácido muy corrosivo y con el que debemos tener mucho cuidado, en especial cuando lo vamos a usar para blanquear la tapa del inodoro.
El aguafuerte solo se puede mezclar con agua en una cantidad de 1/10. Es decir, por cada parte de salfuman añadimos 10 partes de agua. Este detergente no debe mezclarse nunca con otros productos de limpieza. Por ejemplo, si se mezcla con lejía se liberan gases o nubes de cloro (CI2), los cuales pueden ser mortales.
De hecho, en febrero de 2019 en la localidad de Cuevas del Campo (Granada), una anciana de 73 años murió tras inhalar lejía con aguafuerte cuando limpiaba. Por tu salud y la de los tuyos, nunca mezcles salfuman y lejía en tu hogar ni en ninguna otra parte.
4. Vinagre y lejía
El vinagre es un clásico para limpiar la casa de forma económica y ecológica. No obstante, no puede mezclarse nunca con la lejía porque se produce ácido hipocloroso (HCIO), un ácido tóxico que causa quemaduras, picor de ojos, dificultad para respirar y tos.
Aunque puedes mezclar vinagre con productos como el limón o aceites esenciales, tampoco puedes mezclarlo con amoníaco, salfuman, bactericidas o limpiadores multiusos.
5. Agua oxigenada y vinagre
Por separado son excelentes para acabar con las manchas amarillas y las manchas de sangre. Juntos resultan peligrosos e irritantes. La mezcla de vinagre y agua oxigenada produce ácido peracético (CH3CO3H), una sustancia química que en altas concentraciones irrita la piel, los ojos, la garganta, las mucosas y los pulmones.
De igual forma, no mezcles nunca agua oxigenada con los siguientes productos: amoníaco, lejía, alcohol etílico, sosa cáustica, aguafuerte, bactericidas o limpiadores multiusos.
6. Bicarbonato y vinagre en recipiente cerrado
Aunque es verdad que muchos objetos, electrodomésticos y superficies del hogar se pueden limpiar con una mezcla de vinagre y bicarbonato de sodio, nunca hagas esta mezcla en un recipiente cerrado, ya que podría resultar en una sustancia muy explosiva.
Precaución con los detergentes extrafuertes
Tampoco hagas experimentos con los productos de limpieza comerciales, especialmente cuando están diseñados para limpiar superficies con un alto grado de suciedad como azulejos mohosos o afectados por la oxidación.
Estos detergentes (eliminadores de cal, oxido, multiusos, desinfectantes, desengrasantes, desatascadores y otros), sean de la marca que sean, están formuladas para deshacer y descomponer la suciedad de forma rápida.
Por ejemplo, el Limpiador Potente de Mercadona (envase morado) elimina el moho y las manchas amarillas de plato de ducha en un minuto. Pero al aplicarlo se siente un olor fuerte y el fabricante recomienda usar guantes. Hazlo siempre si usas este detergente y recuerda, no lo mezcles nunca con otros productos de limpieza. Consejito que puedes aplicar con todos los detergentes que tienes en tu casa.