Cómo eliminar el moho de la tierra de las plantas paso a paso

¿Acabas de detectar una especie de pelusilla blanca sobre el sustrato de tus plantas? Sabes qué es? ¡Probablemente sea moho, por lo que debemos actuar de inmediato! Hasta el jardinero más experimentado le puede pasar, muchas veces por despistes durante el cuidado de nuestras plantas.
Por este motivo, y aunque aún no te haya ocurrido, te recomiendo que aprendas a identificar y tratar el modo del suelo de nuestras plantas. En este artículo te cuento todo lo que debes saber al respecto.
¿Qué es el moho?
¡Que no cunda el pánico! ¡No es tan peligroso como podríamos pensar! En realidad, el moho es la estructura macroscópica de un hongo microscópico que suele ser habitual en el ambiente. Es decir, ver este moho significa que este hongo está presente, pero no verlo no significa que esté ausente.
Los hongos forman parte de la comunidad de microorganismos edáficos que enriquecen nuestros ecosistemas y, en particular, también a nuestros jardines.
En cualquier caso, nos puede servir como un estupendo indicador de que los cuidados que le estamos dando nuestra planta no son los adecuados y actuar antes de que sea demasiado tarde y aparezca una enfermedad más grave.
¿Cómo podemos eliminar el moho de las plantas?
Antes de comenzar a pensar en eliminar este hongo es recomendable asegurarnos de que la estructura que vemos en la tierra de nuestra planta es moho.

Aunque te parezca una tontería muchas veces lo que vemos en el sustrato pueden ser restos de cal debido, por ejemplo, al uso del agua de grifo para regar, sobre todo si vivimos en zonas de suelos más calcáreos, o también al abuso del riego por inmersión.
Podemos casi asegurar completamente, que es moho cuando veamos que lo que aparece en el sustrato tiene forma algodonosa, es de un color blanquecino grisáceo y acaba colonizando toda la superficie disponible, pudiendo extenderse también a las plantas.
Una vez que estemos seguros de que es moho debemos actuar en consecuencia. Te digo cómo hacerlo paso a paso:
1. Retirar el moho superficial si es pequeño
Si detectamos el moho cuando aún ha colonizado muy poca superficie del sustrato podemos plantearnos retirar únicamente este hongo y los primeros dos o tres centímetros de la tierra.
2. Eliminar el sustrato infectado y realizar un trasplante
Sin embargo, yo siempre recomiendo pecar de precavidos y asumir que el moho se ha extendido por toda la maceta. Por este motivo cuándo es evidente que tenemos un hongo en el sustrato y queremos eliminarlo lo más inteligente es eliminar el propio sustrato.

Para ello te recomiendo que realices un trasplante, que puede ser más o menos drástico en función del momento del año en el que estemos realizando este tratamiento.
3. Conservar las raíces, pero cambiar el sustrato
No es necesario que reduzcamos la cantidad de raíces de la planta, sino que el objetivo va a ser cambiar la mayor parte del sustrato infectado por otro, asegurándonos que esté está sano.
4. Usar una nueva maceta para evitar la recolonización
Después de esto te recomiendo que utilices otra maceta diferente para evitar que el hongo siga estando en ella y pueda ocurrir una recolonización.
5. Limpieza profunda de la maceta si no se puede cambiar
Si esto no es posible te recomiendo que limpies concienzudamente la maceta, primero con agua y jabón y después con alcohol. Una vez te asegures de que está limpia y desinfectada, ya puedes trasplantar de nuevo a tu ejemplar.

6. Limpieza de la planta si está afectada
Hay ocasiones en las que el moho también afecta la planta, por lo que deberemos limpiar completamente su parte aérea antes del trasplante.
Te recomiendo que utilices un pequeño paño con alcohol y/o una pulverización con jabón potásico para limpiarla completamente, aun cuando creas que el hongo no se ha extendido tanto. ¡En jardinería más vale prevenir que curar!
7. Aplicar un antifúngico para mayor seguridad
Por último, si quieres asegurarte del todo, te recomiendo que apliques un antifúngico sobre el nuevo sustrato y la planta. No es necesario que sea muy potente, por lo que no te hizo un antifúngico general que puedas conseguir en tu vivero de confianza es más que suficiente.
¿Por qué aparece moho en la tierra de nuestras plantas?
El moho suele aparecer como una especie de capa blanquecina o grisácea en la superficie del suelo de nuestras plantas, creciendo directamente sobre él. Nos puede recordar a la tela de algunas arañas, y aunque aparece puntualmente, se extiende rápidamente por toda la superficie.

Su aparición del moho es multifactorial y está relacionado con una falta de ventilación, temperaturas rápidamente altas, exceso de humedad ambiental y edáfica (normalmente, como consecuencia de un riego excesivo) y la presencia de materia orgánica en nuestro sustrato, que utiliza el hongo para alimentarse.
¿Cómo podemos evitar su aparición?
Aunque su aparición es debido a que se encuentra en el propio sustrato, podemos cambiar nuestra forma de cultivar esta planta para impedir su crecimiento. Te dejo a continuación algunos consejos:
Mejora la ventilación
Aunque el hongo esté presente manera natural en el sustrato una mala ventilación favorece su propagación y extensión. Por este motivo, una buena ventilación es una forma muy sencilla, pero muy útil, para evitarlo.
Si nuestra planta se encuentra en el exterior podemos trasladarla a una ubicación menos sombría y más expuesta a la circulación del aire.
Lo mismo podemos hacer si la planta afectada está en el interior de nuestro hogar. No es necesario ponerla en una ubicación donde reciba directamente una corriente de aire (esto no suele ser muy buena idea), pero al menos que esté menos resguardada.
Esta mejor ventilación también hace referencia a la propia estructura de la planta, por lo que una poda en la que reduzcamos el follaje y mejoremos la circulación interna del aire es lo más adecuado.
Reduce la humedad
Sin duda esta es la gran herramienta para evitar la aparición del moho, ya que una planta mal drenada y un riego excesivo son los ingredientes perfectos para la aparición de este organismo. Por este motivo te recomiendo, por ejemplo, que quites los platos que solemos colocar debajo de las macetas, ya que siempre acaban reteniendo algo de humedad.
Otra muy buena opción es que te asegures de que el drenaje es el correcto, pudiendo complementar el sustrato de la planta con elementos como la perlita, del que ya hemos hablado en otras ocasiones, y cuya finalidad es princesa precisamente esta. Por supuesto analiza si tu planta concreta necesita tanta agua como le está suministrando.

En general te puedo recomendar que únicamente reguemos cuando los primeros centímetros del suelo están secos, aunque depende de la planta concreta de la que estemos hablando.
Disminuye la temperatura
Los hongos, como muchos otros microorganismos, suelen crecer más fácilmente cuando las temperaturas son cálidas.
Centrándome en este caso específicamente, en las plantas de interior te recomiendo que analices si nuestra planta se encuentra cerca de una fuente de calor. Si este es el caso te recomiendo que cambies su ubicación o que abras durante más tiempo las ventanas para refrigerar la habitación en la que se encuentra en la planta.
Retira la hojarasca de la superficie
Personalmente, siempre me gusta dejar parte de la hojarasca que cae de la propia planta en la superficie del sustrato, de manera que facilitemos el reciclado de nutrientes y no sea tan necesario fertilizar.
Sin embargo, un exceso de materia orgánica con un ambiente demasiado húmedo facilita enormemente el crecimiento de hongos, por lo que es más beneficioso que reduzcamos esta materia orgánica superficial para evitar el moho a que la dejemos.
Como has visto erradicar el moho de nuestros suelos, es mucho más fácil de lo que podrías pensar. Con unos sencillos pasos te puedes asegurar que este hongo no se extiende a otros ejemplares. ¡Así que no pierdas el tiempo!