Riego por inmersión, el método ideal para plantas con raíces delicadas
Guía de uso
El riego por inmersión puede ser clave para tus plantas. Descubre cómo aplicarlo bien y evitar errores comunes.
Parece algo sin importancia, pero saber cómo regar tu planta de interior es clave para su mantenimiento. Ni todas las plantas necesitan la misma cantidad de agua, ni el mismo sistema de riego.
Existen tres métodos que se usan habitualmente para regar las plantas de interior en macetas: riego desde arriba, a través del plato o mediante inmersión.
En esta ocasión te contamos en qué consiste este último, las ventajas y desventajas que puedes tener, las plantas más adecuadas en las que utilizarlo y el paso a paso correcto.
¿Qué es el riego por inmersión?
El riego por inmersión es una forma de regar las plantas que consiste en introducir la maceta o tiesto en un balde o barreño de agua y esperar hasta que el sustrato haya absorbido la cantidad de agua que necesite.
Una vez pasados unos minutos, se retira la maceta y se deja escurrir el exceso de agua. Esta técnica también se conoce como técnica de inmersión o riego por baño de agua.
Ventajas y desventajas del riego por inmersión
- Ventajas:
A diferencia del riego superficial, el riego por inmersión permite que el sustrato absorba el agua desde abajo hacia arriba gracias al principio de capilaridad, garantizando una hidratación más uniforme y evitando encharcamientos.
Al sumergir completamente la maceta en agua, nos aseguramos de que el sustrato quede bien empapado.
Es una técnica especialmente útil en casos puntuales, como cuando el sustrato está demasiado seco y no responde al riego habitual, ya que mejora la absorción por toda la raíz sin provocar excesos.
- Desventajas:
El riego por inmersión es una herramienta muy útil, especialmente para ciertas especies que se benefician de una hidratación profunda y controlada. Sin embargo, no todas las plantas toleran bien este método, sobre todo aquellas que no resisten la humedad constante.
Además, un uso excesivo puede tener efectos negativos: las sales minerales y restos de cal tienden a acumularse en la superficie del sustrato, formando una capa blanquecina que a menudo se confunde con el moho de la tierra, aunque su origen es diferente.
Esta acumulación superficial puede hacer que las raíces crezcan hacia arriba en busca de nutrientes, lo que a la larga perjudica seriamente a la planta. Para evitarlo, es recomendable usar agua blanda o dejarla reposar antes de regar.
¿Qué plantas se benefician del riego por inmersión?
Como ya hemos mencionado, el riego por inmersión no es para todas las plantas, pero hay algunas que lo agradecen especialmente, ya sea por lo delicado de sus raíces o por la importancia de controlar bien la humedad. Algunas de las más conocidas son las siguientes:
Bonsáis
Los bonsáis suelen secarse rápidamente ya que tienen un sistema de raíces bastante reducido y compacto. Este método ayuda a que esté húmedo sin afectar a su estructura. Te hablamos más en detalle sobre esto en el artículo dedicado a los cuidados iniciales del bonsái (y errores a evitar).
Calathea
La calathea es una planta que agradece una humedad constante, aunque la cantidad varía según la especie.
Esta planta tropical se ve beneficiada por el uso del riego por inmersión, ya que permite mantener el nivel de humedad adecuado sin mojar las hojas directamente, lo que podría afectar a su estética, provocando manchas o posibles enfermedades.
Violeta africana
La violeta africana es otra variedad que agradece este método de riego, ya que tiene también raíces algo delicadas y un sistema radicular pequeño. De esta forma, se logra que se hidrate de forma correcta sin que exista riesgo a que se pudran.
Helechos
Los helechos, como el helecho de Boston, son plantas endémicas de zonas muy húmedas, por lo que este sistema les permite disponer de esa humedad e hidratación sin que el sustrato se encharque. Con estas plantas nunca permitas que la tierra se seque por completo.
Lirio de la Paz
El método más recomendable para regar el espatifilo es precisamente el de inmersión, ya que permite que la planta se hidrate sin que el agua quede retenida en la superficie del sustrato.
Nunca pongas un platillo bajo su maceta, ya que podría ser mortal para las raíces que quedan en la zona baja.
Orquídeas
Las orquídeas, al ser plantas epífitas, tienen las raíces muy sensibles y no toleran el encharcamiento directo, por lo que el riego por inmersión es una forma estupenda de que reciban la humedad que necesitan sin excederse.
Cactus y plantas crasas
Aunque suena algo alejado por su baja necesidad hídrica, algunos cactus y plantas crasas, como las Crassulas o Aeoniums, pueden beneficiarse mediante el método de inmersión, ya que absorberán la humedad que necesitan sin que el sustrato se quede empapado por mucho tiempo.
Fitonia
La fitonia es otra planta que agradece mucho el riego por inmersión. Esta variedad no tolera bien la sequedad, por lo que, gracias a este método, mantiene una correcta humedad en su pequeño y delicado sistema radicular, evitando los encharcamientos y posibles podredumbres.
Como ves, el riego por inmersión es una forma sencilla de mantener ciertas plantas hidratadas y sanas sin riesgo de que sufran daños. Pero, como todo, debe aplicarse con moderación y según las necesidades específicas de cada variedad.