Durante el otoño, una vez las flores de las plantas hayan madurado, podremos recolectar las semillas y realizar siembras.
Bricomanía, 11 de octubre de 2018
Reproducción
Durante el otoño, una vez las flores de las plantas hayan madurado, podremos recolectar las semillas y realizar siembras.
Bricomanía, 11 de octubre de 2018
En esta ocasión, vamos a ver de manera detallada como extraer las semillas de algunas plantas y realizar diferentes semilleros. Para ello, lo primero que deberemos hacer es recolectar las cabezas de las flores ya maduras. Para ello, bastará con ir cortando poco a poco las cabezas con unas tijeras.
Cuando las cabezas de las plantas se hayan secado, deberemos extraer las semillas. Para ello, bastará con apretar las cabezas y así se irán soltando del centro.
Una vez hayamos extraído las semillas, es muy importante dejar que se sequen. Además, dependiendo de la planta, deberemos guardar las semillas para realizar siembras en primavera, verano, otoño o invierno.
En nuestro caso, hemos conseguido semillas de diferentes plantas: Reina margarita, zinnia, rudbeckia fulgida y echinops ritro. En el caso de las dos primeras, al ser plantas anuales, el semillero lo deberemos de realizar en primavera.
Las otras dos plantas, al ser plantas vivaces, podremos usarlas para hacer un semillero en otoño. Una vez realicemos la plantación, observaremos que solamente aparecerán 2-4 hojas en cada planta. Pero a pesar de estar en letargo durante el invierno, en el momento que llegue la primavera, la planta se activará con mucha más fuerza.
Para realizar el semillero vamos a utilizar una caja de poliespan. En el caso del sustrato, lo mejor es usar sustrato especial para semilleros, que tienen contenido de arena. Gracias a esta arena lograremos que el sustrato no retenga la humedad y así evitaremos que los planteles se pudran.
Las semillas las esparciremos sobre el sustrato y a continuación presionaremos un poco.
Después, cubriremos un poco la superficie con un poco más de sustrato y volveremos a presionar.
Por último, realizaremos un buen riego para que las semillas se activen y comiencen a crecer.
Transcurrido un tiempo saldrán las pequeñas plantas y procederemos a repicarlas. Es decir pasarlas de la caja de polispan a pequeños contenedores o semilleros para que prosperen cada una en su espacio.
De esta manera tan sencilla podemos reproducir las plantas que más nos gustan.