Los perros grandes son objeto de rechazo por considerarse agresivos y peligrosos, nada más lejos de la realidad. ¡Descubre por qué no debes temer a un perro de talla grande!
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Hogarmania, 16 de octubre de 2018
Consejos
Los perros grandes son objeto de rechazo por considerarse agresivos y peligrosos, nada más lejos de la realidad. ¡Descubre por qué no debes temer a un perro de talla grande!
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Hogarmania, 16 de octubre de 2018
Los perros grandes suelen resultar intimidantes para muchas personas, llegando a causar miedo y ser rechazados al considerarlos como animales agresivos y peligrosos únicamente por su tamaño.
¡Descubre tres razones y un único motivo por los que no debes temer a un perro grande!
Grandes, medianos o pequeños, todos los perros muerden si están mal educados.
Aunque la mordida de un perro grande va a ser mucho más grave que si nos muerde un perro de talla pequeña, también es bastante más probable que lo haga un perro pequeño que uno grande.
Los perros de talla pequeña son más nerviosos, a veces menos sociables y es más probable que si les molestamos nos den un pequeño mordisco que acabe con una marca y un arañazo.
Los perros grandes poseen más seguridad y tranquilidad y actúan de forma más pasiva y tímida con los extraños que los acarician.
No es normal que ningún perro muerda y si lo hace, nada tiene que ver con su tamaño.
Los perros grandes son más tranquilos que los pequeños.
Los perros grandes (que además pertenecen a las razas más antiguas) como el Alaskan Malamute o Kangal Turco, por ejemplo, consideran a su familia como su manada, así que son muy protectores, especialmente con los niños pequeños y bebés, que los consideran casi como sus crías.
Los perros pequeños tienden a tener muchos más celos y comportarse de forma inadecuada que los perros grandes cuando hay niños en casa que reciben la atención que, hasta el momento, recibían ellos.
Los perros grandes son más protectores con los niños.
Los perros grandes son más sobrios que los perros pequeños, y no suelen asustarse ni estar tan alerta a pequeños detalles (un timbre, un vecino subiendo por las escaleras…) como los perros de talla pequeña.
El carácter de los perros de tamaño grande es más calmado y protector y esa seguridad la muestran ladrando menos.
No existen los perros peligrosos, existe una educación incorrecta y negativa que trae malas consecuencias.
Ningún perro nace malo, pero si se les instruye de forma negativa estos desarrollarán un carácter agresivo, destructivo e incluso desequilibrado. Los cuidadores de perros de gran tamaño deben ser conscientes de ello, ya que las consecuencias tras una mordida van a ser mucho más graves que si nos muerde un yorkshire también mal educado.
Es necesario educarlos bien y fomentar su socialización con personas y otros animales, porque ser agresivo no es una característica natural del animal.
Ningún perro es peligroso y agresivo por naturaleza.