Las 10 latas que no pueden faltar en tu vermut, según el chef Bosco Castro
Aperitivo vikingo
El influencer gastronómico comparte su selección de conservas imprescindibles para un vermut con cero artificio
Bosco Castro, conocido como BdeVikingo en redes, combina la cocina profesional con la naturalidad de quien disfruta comiendo sin pretensiones. En su último vídeo ha dejado a un lado los fogones para hablar de su otro gran placer: el aperitivo. Su top 10 de latas para el vermut es un homenaje al sabor auténtico, con humor, criterio y mucho espíritu mediterráneo.
El vermut, una liturgia que se celebra con lata en mano
En los últimos años, las conservas han pasado de ser un recurso de despensa a convertirse en auténtico símbolo del aperitivo gourmet. En ellas hay técnica, producto y tradición. Bosco Castro, fiel defensor de la cocina honesta y sabrosa, lo sabe bien: por eso ha reunido en un vídeo viral las diez latas que, según él, no pueden faltar en una buena mesa de vermut.
Su ranking refleja lo que define su cocina: espontaneidad, sentido del humor y devoción por los sabores auténticos. En el fondo, no es una lista al azar, sino un retrato del aperitivo español de toda la vida, reinterpretado por un chef que disfruta tanto comiendo como cocinando.
Del número 10 al 1: un recorrido con sabor a barra de bar
10. Aceituna rellena
El punto de partida perfecto. Bosco la incluye sin complejos: 'como producto, no es la mejor, pero está deliciosa'. Porque, a veces, lo simple cumple su función: abrir el apetito y marcar el ritmo del vermut.
9. Pulpitos
Una conserva con carácter y mucha identidad. Tiernos, salinos y con ese toque de mar que equilibra los sabores más grasos del aperitivo. No son para todos, pero quien los prueba, repite.
8. Navajas
Para quien busca un punto más sofisticado. Firmes, delicadas y con un sabor profundo, son una elección que eleva cualquier mesa de domingo. Bosco lo resume con su humor habitual: 'Estamos de acuerdo en que el bicho es más feo que responder a un padre', dice entre risas, 'pero lo que viene después es mucho mejor'. Una forma muy suya de recordarnos que el aspecto no siempre hace justicia al sabor.
7. Paté de mejillones
Poco común y sorprendente, el paté de mejillones tiene la intensidad del mar y la textura perfecta para untar. Ideal con pan tostado o colines, demuestra que una lata también puede ser refinada.
6. Almejas
Elegantes, suaves y con ese punto yodado que combina de maravilla con el vermut rojo. Bosco lo deja claro: el tamaño importa… pero solo si hablamos de sabor. Una conserva para saborear con calma.
5. Aceituna gordal aliñada
Más grande, más festiva, más típica imposible. Su carne firme y su aliño aromático la convierten en una protagonista indiscutible del aperitivo. 'Vacía por dentro, como tú', suelta entre risas el chef, dejando claro que el humor también forma parte del ritual.
4. Berberechos
Aquí empieza la liga de las grandes conservas. Salinos, frescos, con ese sabor a mar que pide pan y conversación. Bosco confiesa un detalle que dice mucho de su forma de disfrutar: 'a mí me gustan con tenedor, que pinchas más'. No hay frase que defina mejor su espíritu práctico y castizo.
3. Mejillones en escabeche
Icono absoluto de nuestras barras. El escabeche equilibra el vinagre, la grasa y el mar. Los mejillones en escabeche son, simplemente, la definición de lo que es un buen vermut, como asegura Bosco 'los que no fallan nunca.'
2. Boquerones en vinagre
Acidez, frescura y tradición. Con ajo y perejil, los boquerones en vinagre son el contrapunto perfecto al dulzor del vermut. Bosco los reivindica incluso en bocadillo: pan crujiente, boquerones y poco más.
1. Anchoas
El cierre perfecto. Potentes, salinas, llenas de umami. Las buenas anchoas -preferiblemente del Cantábrico- son la cima de cualquier ritual vermutero. 'Cuando te metes una buena anchoa en la boca, llegas al cielo', resume Bosco. No se puede decir mejor.
El retorno de la conserva como alta gastronomía
Más allá del tono divertido del vídeo, la lista de Bosco Castro resume una tendencia que se afianza: la revalorización de la conserva como producto gourmet. En un país que domina el arte de enlatar el mar, el vermut se ha convertido en el escaparate ideal para apreciar la calidad de estas pequeñas joyas.
El chef lo celebra con un mensaje claro: no hace falta complicarse para comer bien. Basta con abrir una buena lata, servirla con mimo y disfrutar del momento.