Diferencia entre higos y brevas: una cuestión de tiempo y sabor
'de higos a brevas'
Mismo árbol, dos frutos, y un montón de confusión

Cuando empieza el calor, los puestos del mercado se llenan de esas frutas violáceas, jugosas y dulces que tanto nos gustan. Pero, aunque muchos las llaman higos sin pensarlo, la mayoría de las veces son brevas.
Sí, y no es un error menor. Porque aunque compartan árbol, los higos y las brevas no son lo mismo. Y saber diferenciarlos te ayudará a disfrutarlos en su mejor momento.
Si alguna vez te has preguntado por qué unas veces esta fruta es más grande, menos dulce o aparece antes de lo habitual, aquí tienes la respuesta definitiva.
Vamos a explicarte cuál es la diferencia real entre higos y brevas, cuándo se da cada uno y cómo reconocerlos a simple vista.

¿Qué son las brevas?
Las brevas son el primer fruto que da la higuera cada año. Se desarrollan a partir de las yemas que quedaron en el árbol desde el año anterior, y maduran al inicio del verano, normalmente entre finales de mayo y julio, según la zona.
A simple vista, las brevas se parecen a los higos, pero hay diferencias claras:
- Son más grandes
- Su piel es más gruesa, de un tono violeta o morado
- Su carne es menos dulce, aunque muy sabrosa
Las brevas tienen un sabor más sutil, menos empalagoso, y una textura algo más firme que los higos. Son perfectas para quienes prefieren frutas carnosas, equilibradas y no tan azucaradas.
¿Qué son los higos?
Los higos son el fruto de final de verano, y maduran a partir de las flores nuevas que brotan en la higuera ese mismo año. Suelen aparecer entre agosto y septiembre.
A diferencia de las brevas:
- Son más pequeños
- Tienen la piel más fina
- Son mucho más dulces y jugosos
- Su carne es blanda y melosa, con muchas semillas diminutas
Su sabor es más intenso y complejo, ideal para preparar postres, confituras o comer tal cual. Los higos son tan dulces que en muchas recetas se utilizan como alternativa al azúcar.

¿Por qué hay dos frutos en la misma higuera?
La clave está en el tipo de higuera. Algunas variedades se llaman bíferas, y producen dos cosechas al año:
- La primera, de brevas (de las yemas del año anterior).
- La segunda, de higos (de flores del año en curso).
Otras higueras, llamadas uníferas, solo producen higos, una vez al año. Así que no todas dan brevas.
Este doble ciclo es una rareza en el mundo vegetal, y por eso muchas personas se confunden pensando que brevas e higos son simplemente variedades distintas. Pero en realidad, son frutos distintos del mismo árbol, con ciclos diferentes.
¿Cuál es más saludable?
Tanto higos como brevas son frutas muy completas a nivel nutricional. Aportan:
- Fibra soluble (buena para la digestión)
- Azúcares naturales
- Vitaminas A, C, K y del grupo B
- Minerales como potasio, calcio y magnesio
- Antioxidantes
La principal diferencia está en el contenido de azúcar: los higos son más calóricos por su mayor concentración de azúcares. Las brevas, al ser menos dulces, aportan menos calorías.
Ambas frutas son recomendables con moderación, especialmente para personas que controlan su ingesta de azúcares. Eso sí, su fibra las hace ideales para el tránsito intestinal.

¿Cómo se comen mejor?
Las brevas son ideales para:
- Comer frescas, tal cual.
- Combinar con queso fresco o de cabra.
- En ensaladas de verano con rúcula y frutos secos.
- Preparar mermeladas suaves.
Los higos se prestan a:
- Recetas dulces como tartas, bizcochos o compotas.
- Platos salados con foie, jamón ibérico o quesos curados.
- Rellenos al horno con queso azul y nueces.
- Preparaciones con vinagre balsámico y miel.
Ambos pueden usarse en cocina, pero el higo suele brillar más en la repostería gracias a su dulzor natural.
¿Se pueden secar?
Sí, además el higo seco es muy versátil: puedes llevarlo como tentempié energético en una excursión o usarlo en repostería, desde bizcochos hasta dulces navideños.
Las brevas, por su mayor tamaño y menor dulzor, no se suelen secar, aunque hay excepciones.
En la comarca de la Vega Baja, entre Alicante y Murcia, algunas familias siguen elaborando de forma artesanal brevas pasas, que se secan lentamente al sol y se utilizan como ingrediente en postres tradicionales, confituras o para acompañar quesos curados.
Su textura densa y su sabor menos empalagoso que el del higo seco aportan un matiz diferente y muy especial en la cocina de raíz mediterránea.

Una fruta con peso en el campo español
Aunque a menudo pasen desapercibidos entre melones y sandías, los higos y las brevas tienen un papel importante en la agricultura española. Alicante, por ejemplo, vive en 2025 una de sus mejores campañas recientes, con una recuperación notable en la producción tanto de brevas como de higos gracias a un clima más favorable y al buen desarrollo de las higueras en zonas clave como el Camp d’Elx o Albatera.
Este tipo de cultivos, además de su valor gastronómico, sostiene el trabajo de muchos pequeños agricultores, especialmente en áreas semiáridas donde la higuera, por su resistencia a la sequía y la salinidad, supone una alternativa rentable frente a otros frutales más exigentes.
Algunas curiosidades que no sabías
- Las flores del higo están dentro del fruto, por eso parece que no tienen flor.
- La higuera acompaña al ser humano desde hace más de 11.000 años, siendo una de las primeras plantas cultivadas de la historia.
- En la antigua Roma, el higo era símbolo de fertilidad y abundancia.
- Hay variedades de higos verdes, morados y casi negros, cada una con matices de sabor distintos.
La fruta que dio origen a una de nuestras expresiones más usadas
En el lenguaje popular español, pocas frases son tan conocidas como 'de higos a brevas'. Se utiliza para hablar de algo que ocurre muy de vez en cuando, con largas pausas entre un momento y otro. Pero lo curioso es que, a diferencia de muchas expresiones hechas, esta tiene un origen literal y muy lógico.
Como ya te hemos explicado, tanto las brevas como los higos proceden del mismo árbol, pero maduran en épocas distintas del año. Por eso, tradicionalmente, entre uno y otro fruto pasaban varios meses y con ellos, la espera. Así nació esta expresión que ha sobrevivido hasta hoy. Una muestra más de cómo la vida del campo sigue presente -casi sin darnos cuenta- en nuestro vocabulario diario.
Ahora que ya sabes la diferencia entre higos y brevas, podrás reconocerlos sin dudar y disfrutarlos en su mejor momento. Dos frutas con el mismo origen, pero con personalidad propia.