Durian, el fruto asiático que divide al mundo a primera nariz

Fruta tropical

Conocido como ‘el rey de las frutas’ en el sudeste asiático, su consumo está prohibido en hoteles y transportes asiáticos

Su apariencia poco amigable esconde una pulpa rica, densa y considerada un manjar
Su apariencia poco amigable esconde una pulpa rica, densa y considerada un manjar

Lo hueles antes de verlo. El durián no pide permiso para entrar: simplemente se impone. Su aroma, para algunos, pestilente; para otros, seductor, se cuela por callejones, mercados y hasta vagones del metro (donde, por cierto, está prohibido llevarlo en más de una ciudad del Sudeste Asiático). Pero ¿por qué una fruta tan polémica es considerada un manjar por millones?

Si nunca lo has probado, probablemente lo imagines como algo tropical y raro, pero lo cierto es que en países como Tailandia, Malasia, Indonesia o Filipinas, el durián (también escrito durian o durión) es casi una institución. Se encuentra en tartas, helados, batidos, sopas, salsas... y también se come solo, como quien se sienta a disfrutar de un plátano.

Qué es el durián

El durián (Durio zibethinus) es una fruta tropical originaria del Sudeste Asiático. De gran tamaño, proviene de un árbol del mismo nombre. Tiene una forma ligeramente ovalada, mide unos 30 centímetros de largo y pesa alrededor de 3 kilos.

Su color va del verde oliva al amarillo ocre a medida que madura, lo cual suele ocurrir en verano, época en la que se cosecha.

Su cáscara es gruesa y está cubierta de espinas, lo que la distingue de otras frutas tropicales como la guanábana o el jackfruit, que tiene una piel fina con púas más separadas y blandas.

Aunque en inglés y en las lenguas locales se le conoce como durian, en español también se aceptan durián (la forma más común) y durión (menos frecuente). Todas derivan del malayo duri, que significa ‘espina’, en alusión a su temible cáscara.

El durián es considerado ‘el rey de las frutas’ (como el mangostán) por sus propiedades, pero también por su complejidad: es difícil de cultivar, peligroso cuando cae del árbol, requiere suelos muy específicos y es costoso de transportar.

persona huele durian fruta
persona huele durian fruta

¿A qué huele el durián?

El durián desprende un olor intensamente rancio que atraviesa su gruesa cáscara y persiste incluso después de pelarlo. Algunos lo describen como una mezcla entre cebolla podrida y queso azul; otros, como una combinación de almendras dulces, vainilla y tierra húmeda.

Lo cierto es que no deja indiferente a nadie. Por eso se ha ganado el título de ‘la fruta más apestosa del mundo’.

El prestigioso Instituto Smithsonian lo describió como ‘trementina y cebolla combinadas con un calcetín sudado de gimnasio’. Y Anthony Bourdain, tras probarlo, dijo: ‘Tu aliento olerá como si hubieras besado a tu abuela muerta’. Y, aun así, repitió.

Incluso hay quien asegura que ‘el primer bocado es miedo, el segundo es deseo, el tercero es adicción’.

Debido a su potente olor, está prohibido en muchos transportes públicos de Tailandia, Japón y Hong Kong. En Singapur, no solo está vetado en el transporte público, sino que algunos taxis llevan carteles advirtiendo que no aceptan pasajeros que transporten esta fruta.

Puesto callejero en Bangkok
Puesto callejero en Bangkok

¿A qué sabe?

Quienes superan la barrera del olor descubren una pulpa suave, casi como una mousse densa, con un sabor dulce y afrutado que recuerda al plátano maduro, al mango o, curiosamente, a la cebolla caramelizada.

El sabor varía según la variedad, el grado de maduración y el clima donde se cultivó. Algunos durianes son más mantecosos, otros tienen un punto amargo y los hay que rozan lo salado.

Propiedades del durian

A pesar de su olor, el durián es muy nutritivo, incluso más que muchas otras frutas. Es rico en hierro, vitamina C y potasio, lo que ayuda a fortalecer los músculos, mejorar la salud de la piel y reducir la presión arterial.

Un durián pequeño contiene unos 23 g de fibra dietética, casi la cantidad diaria recomendada para un adulto.

Eso sí, como todo, debe consumirse con moderación. Si no, que se lo pregunten a Ahmad Lai Bujang, un político malasio que acabó en urgencias en 2010 tras empacharse de durián y sufrir mareos y dificultad para respirar.

Variedades de durián

Existen unas 30 variedades de durián. Algunas de las más populares son Musang King, Monthong, D24 y Kanyao. Aunque la fruta es originaria de Malasia, Indonesia y Borneo, hoy también se cultiva en Sri Lanka, el sur de la India, Camboya, Vietnam, Tailandia y la isla china de Hainan.

Tailandia es, actualmente, el mayor exportador de durián, con más variedades que en las zonas donde se originó. El precio de esta fruta varía según la calidad: suele costar entre 7 y 10 euros el kilo.

Si una pieza pesa unos 2 kilos, su precio puede superar el de una comida completa. En China, por ejemplo, se considera un producto de lujo y su precio puede multiplicarse por diez.

Se encuentra en tartas, helados, batidos, sopas, salsas...
Se encuentra en tartas, helados, batidos, sopas, salsas...

Cómo se come el durián

En los mercados callejeros de Bangkok o Kuala Lumpur suele venderse en porciones, envueltas en plástico. También se puede comprar entero, aunque abrirlo requiere cierta maña (y probablemente un cuchillo bien afilado).

Dentro de su cáscara espinosa, tan dura como una armadura, esconde compartimentos llenos de pulpa amarilla, suave y brillante, que se deshace con el tacto.

Se puede comer crudo, como cualquier otra fruta, pero también se utiliza en platos salados y, sobre todo, en dulces. En Singapur, por ejemplo, es muy popular el helado de durián servido en pan de molde.

El durián se regala entre familias, se comparte entre amigos, y su temporada se vive casi como un festival. Algunos viajeros lo buscan como si fuera una peregrinación; otros lo evitan a toda costa.

Curiosamente, los locales suelen saber qué variedad elegir según el clima de ese año, el tipo de suelo o el mes de cosecha. Hablan de Musang King o D24 como si fueran botellas de vino.

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