Tipos de café imprescindibles para quienes disfrutan cada sorbo
Cultura cafetera
Historia, granos, países productores y una guía completa de los cafés más populares

El café es mucho más que una bebida: es cultura, energía y un ritual compartido en todo el planeta. Se calcula que cada día se consumen más de 2.000 millones de tazas, y detrás de cada sorbo hay siglos de historia y tradiciones que han dado lugar a múltiples formas de prepararlo y disfrutarlo.
Breve historia: de Etiopía a tu taza
Según la leyenda, un pastor etíope llamado Kaldi notó que sus cabras se volvían más activas tras comer los frutos del cafeto.
Así empezó el camino del café desde Etiopía hacia Yemen, donde en el siglo XV ya se consumía como infusión. El puerto de Moca fue clave en su expansión hacia el Imperio Otomano y, más tarde, Europa.
En el siglo XVII las cafeterías se convirtieron en lugares de encuentro intelectual, conocidas como 'penny universities' en Inglaterra porque, por el precio de una taza de café (un penique), cualquier persona podía entrar y debatir sobre ciencia, política, economía y filosofía con académicos, comerciantes y viajeros. Desde entonces, el café no ha dejado de viajar y transformarse.
Producción mundial: los gigantes del café
El café crece en la franja tropical conocida como el 'cinturón del café', y hoy más de 70 países lo producen:
- Brasil: primer productor mundial, especializado en arábica y robusta.
- Vietnam: gran exportador de robusta, base de muchas mezclas instantáneas y espresso.
- Colombia: célebre por la calidad de su arábica suave y equilibrado.
- Etiopía: cuna del café, con granos de matices florales y frutales.
- Honduras y Perú: cada vez más reconocidos en el mercado internacional.
La producción de café da sustento a más de 25 millones de familias en el mundo, lo que muestra su peso económico y social.

Tipos de granos de café
Aunque existen más de 100 especies, el mercado se concentra en cuatro variedades principales:
- Arábica: representa el 60 % de la producción. Aromático, suave y con notas ácidas. Predomina en Latinoamérica y Etiopía.
- Robusta: más fuerte, amargo y con hasta el doble de cafeína que el arábica. Resistente y más barato, típico de Vietnam y África Occidental.
- Liberica: raro y de granos grandes, con sabor ahumado e intenso. Se cultiva en Filipinas y Malasia.
- Excelsa: variante de la liberica, con matices frutales y ácidos. Muy usada en Asia en mezclas especiales.
Guía de cafés en taza: del espresso al cold brew
El espresso es la base de la mayoría de preparaciones modernas, pero a partir de él nacen infinitas combinaciones. Estas son las más populares:
Espresso
Inventado en Italia a comienzos del siglo XX, se obtiene al hacer pasar agua a presión por café molido muy fino. Se sirve en taza pequeña (30 ml), con sabor intenso y una crema en la superficie. Es la esencia pura del café.

Ristretto
Más corto que el espresso (unos 15 ml). Concentrado, denso y con menos amargor. Ideal para quienes buscan potencia en un sorbo.
Lungo
Lo opuesto al ristretto: más agua atraviesa el café, logrando una taza de unos 60 ml, más ligera pero aún intensa.
Americano
Nació en la Segunda Guerra Mundial, cuando soldados estadounidenses alargaban el espresso con agua caliente. Se sirve en tazas grandes y es perfecto para beber despacio.

Cappuccino
Un icono italiano. Se compone de un tercio de espresso, un tercio de leche caliente y un tercio de espuma. Cremoso y equilibrado, es el compañero clásico del desayuno con bollería.

Latte o café con leche
Más leche que cappuccino, menos espuma. En España se pide como café con leche, mientras que en cafeterías modernas es protagonista del latte art. Suave y fácil de beber.
Macchiato
Espresso 'manchado' con una cucharada de espuma de leche. Existe también el latte macchiato, leche con un toque de espresso. Ideal para quienes quieren mantener la fuerza del café con un pequeño matiz.
Cortado
Muy popular en España y Latinoamérica. Similar al macchiato, pero con un poco más de leche líquida que espuma. Mantiene el protagonismo del café con suavidad añadida.
Mocha o moca
Un latte enriquecido con chocolate, ya sea en polvo o jarabe. Dulce, goloso y cremoso, es la elección favorita de quienes buscan un capricho reconfortante.
Flat white
Originario de Australia o Nueva Zelanda, combina espresso doble con leche cremosa y fina microespuma. Más intenso que un latte y más sedoso que un cappuccino.
Café turco
De las preparaciones más antiguas, cocido en un recipiente de cobre llamado cezve. Se hierve café molido extrafino con agua y azúcar, y se sirve sin filtrar. Denso, especiado y lleno de tradición.
Café irlandés
Más cóctel que café: espresso mezclado con whisky irlandés, azúcar moreno y nata montada. Nació en los años 40 en un aeropuerto de Irlanda para reconfortar a viajeros en una noche fría.
Frappé
Inventado en Grecia en los años 50. Se prepara batiendo café instantáneo con agua, hielo y, a menudo, leche y azúcar. Refrescante y espumoso, es típico de las terrazas veraniegas griegas.

Cold brew
Café infusionado en agua fría durante 12 a 24 horas. Suave, aromático, con menos acidez y servido con hielo. Aunque se originó en Japón, hoy es tendencia global.
Además de beberse solo o en combinaciones clásicas, el café también inspira postres irresistibles. Desde el café moca hasta tartas, flanes o cremas, el sabor del café encuentra su lugar en la repostería casera. Aquí tienes algunas ideas para probar en casa:
- Tarta mousse de chocolate y café
- Tarta de almendra y café
- Merengue de café y mantequilla
- Biscuit de café
- Flan de café
- Hojaldre relleno de crema de café
- Pantxineta de café y cacao
- Brazo gitano con crema de café y cacao

El café como experiencia cultural
El café no solo se bebe, también se vive. En cada país adquiere un significado distinto y se convierte en un reflejo de la cultura local. En Italia, por ejemplo, pedir un espresso en la barra es un gesto rápido y cotidiano, casi un paréntesis entre una actividad y otra.
En Colombia, el tinto se comparte en la calle o en reuniones familiares como símbolo de hospitalidad. En Turquía, el café turco forma parte de la tradición, se sirve acompañado de dulces y es incluso protagonista en rituales sociales como las bodas.
En Asia, el café ha encontrado nuevas formas de expresión: en Japón, el cold brew y el café en lata se han vuelto parte de la vida urbana; en Corea del Sur, las cafeterías temáticas son auténticos puntos de encuentro juvenil. Mientras tanto, en países nórdicos como Finlandia o Suecia, donde el consumo per cápita de café es altísimo, el fika (pausa para café y dulces) es una institución social que invita a detenerse y compartir.
Las cafeterías de especialidad, en auge en todo el mundo, o incluso, las coffee parties han llevado esta experiencia un paso más allá. Allí, cada detalle importa: el origen del grano, el grado de tueste, el método de extracción, la temperatura del agua. Todo se cuida para que el consumidor pueda apreciar los matices de cada sorbo como si se tratara de una cata de vino.
Al final, el café es un lenguaje común que une a culturas muy distintas bajo un mismo gesto: el de compartir una taza. Para un verdadero amante del café, descubrir estas diferencias es también una forma de viajar sin salir de casa.