Las diferencias entre un plato de arroz blanco hecho por un español y otro elaborado por un asiático saltan a la vista. El típico arroz chino es de grano más pequeño y de textura mucho más consistente y compacta. Nada que ver con nuestros platos de grano hinchado y blando.
Actualmente, la cocina asiática nos ha enamorado a todos, hasta tal punto que la hemos incorporado en nuestra dieta habitual. En su gastronomía, el arroz es la base de una gran variedad de platos que gustan a todo el mundo.
Por todo ello, en este artículo te traemos un pedacito de la comida de Asia en tu cocina y te enseñamos las maneras más fáciles de conseguir un arroz blanco al estilo asiático.
Técnicas para conseguir un auténtico arroz asiático
Arroz como base para otras recetas
El tipo de grano
Si quieres utilizar el arroz blanco como base para otras preparaciones es muy importante seleccionar un tipo de grano largo. Las variedades más adecuadas son la Sundari Thai y Sundari Basmati.

Lavar antes de cocer
Para que el arroz quede firme pero a la vez suelto y manipulable, debemos hacer que expulse el máximo almidón posible. Por norma general, los españoles estamos muy poco familiarizados con este paso, pero lo cierto es que, el lavado previo es clave para conseguir un arroz perfecto.
Para ello, debes poner el arroz en un bol y sumergirlo en agua fría. Remueve bien y, cuando el agua se vea turbia, la cambias. Debes repetir este proceso hasta que el agua quede limpia.
Cocción
Cuando el arroz esté limpio, colócalo en una olla de base ancha y cúbrelo con agua fría. Añade una pizca de sal y deja que llegue a ebullición, a fuego lento. Mientras el arroz se cuece, tapa la olla, pero deja una pequeña abertura para que salga el vapor. Los tiempos de cocción son de 11 minutos para el grano Thai y 12 para el Basmati.
Pasado este tiempo, el agua debería quedar totalmente absorbida. Por último, retira la olla del fuego y, con la ayuda de una espátula, extiende el arroz encima de una bandeja para que se enfríe. Cuando esté frío, ya puedes trabajarlo para incorporarlo en la receta que desees. No lo trabajes en caliente; de ser así, se apelmazará.

Arroz como acompañamiento
En la cocina asiática el arroz es un producto equivalente a nuestro pan. Es decir, muchas veces, se incorpora en las comidas como un simple acompañamiento, que se come totalmente solo. Si quieres utilizar el arroz solo como complemento de otro plato, sin trabajarlo después, la técnica difiere un poco de la anterior.
Para que los granos queden compactos, la mejor variedad de arroz es el japonés tipo glutinoso. En cuanto a las cantidades, para que tengas una referencia, debes cocer 2 tazas de arroz por 3 de agua. Después de aplicar el proceso de eliminación de almidón, debes dejar reposar el arroz en agua durante 30 minutos.
La cocción, primero, se hace a fuego alto y sin tapar. Pero, cuando empieza a hervir, se baja el fuego y se tapa la olla por completo. Una vez cocido, deja que repose en la misma olla durante 15 minutos y sírvelo, bien caliente, en cuencos individuales.
También acompañar el arroz con un jugoso y sabroso plato de pollo al curry en Thermomix. ¡Es una delicia!
Salsas con sabor asiático
Para darle a nuestro arroz blanco un auténtico sabor asiático, la salsa teriyaki y la de ostras son fantásticas opciones:
Salsa teriyaki
Esta salsa se utiliza para cocinar carnes como, por ejemplo, el famoso pollo al teriyaki. Se trata de una elaboración hecha a partir de la reducción de mirin, azúcar y salsa de soja. En la tradición japonesa, el pollo al teriyaki siempre se acompaña con arroz blanco.

Salsa de ostras
Esta es una salsa muy común de la cocina china, que se mezcla con el arroz para utilizarlo como base para muchas preparaciones, como, por ejemplo, los platos con arroz frito.
Como la materia prima de esta salsa es bastante cara, en el supermercado puedes encontrar buenas opciones ya preparadas. Si tu idea es usar el arroz como base para otra elaboración, la salsa de ostras será todo un acierto.