Cócteles
Que este verano está siendo uno de los más calurosos en mucho tiempo no es ningún secreto, y por eso hoy te traigo una receta ideal para estos calores que te encantará si eres amante del café como yo: el cold brew coffee o café infusionado en agua fría.
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Hogarmania, 24 de agosto de 2022
En España quizá sea un poco desconocido, dado que si queremos tomar algo refrescante con café aquí es muy popular el café con hielo o el granizado de café, pero lo característico de esta bebida es que el café se infusiona, esto es, se deja macerando durante un periodo de tiempo determinado.
Preparar café es un arte y el cold brew es un arte en sí mismo. ¿Qué te parecería aprender a infusionar el café en frío con mi receta básica y luego ir experimentando por tu cuenta e ir variando los ingredientes y los parámetros de preparación para adaptarlos a tu gusto? Suena bien, ¿verdad? ¡Pues pongámonos manos a la obra!
Granos de café de calidad
Agua fría y blanda (libre de cal: filtrada o agua mineral sin gas)
Recipiente (puedes utilizar un tarro de conservas o una jarra grande con tapa)
Filtro de mano u otro accesorio para filtrar los restos de café después de la infusión
Molinillo de café (opcional pero altamente recomendable, ya que el grado de molienda del café premolido no es el adecuado)
Tiempo (entre 8 y 24 horas de maceración; cuanto más fino se muele el café, mayor debe ser el tiempo de extracción)
Cubitos de hielo (como sugerencia de presentación)
Estas son las cantidades y las medidas que te aconsejo para la primera vez que prepares cold brew:
A partir de ahí, puedes dar rienda suelta a la experimentación en lo que respecta al grado de molienda, la proporción de café y agua, el tiempo de infusión y el tipo de café en grano.
Sin embargo, es imprescindible que el agua sea de calidad (lo más blanda posible) y esté fría, así como que los granos de café de calidad estén recién molidos.
1. Muele los granos de café con un grado de molienda grueso.
2. Pon el café molido en el recipiente y vierte agua fría.
3. Remueve bien para distribuir el café molido.
4. Cierra el recipiente o cúbrelo con algo (el film transparente te puede servir).
5. Déjalo macerar a temperatura ambiente. Si lo dejas en la nevera, tendrás que dejarlo infusionar más tiempo.
6. Tras el tiempo de maceración, cuela el café con un filtro.
7. Rellena con agua hasta que la cantidad vuelva a ser de un litro.
Si hay algo que te apasiona, añádelo a tu cold brew. Puedo confirmar que un café infusionado en frío está delicioso con:
Al ser un café que se infusiona durante horas, los gránulos de café se disuelven cada vez más, por lo que se vuelven más finos. Si utilizas café con un grado de molienda muy fino, los gránulos se disolverían casi por completo.
De todos modos, puedes ir probando con distintos grados de molienda y a lo mejor te gusta cómo queda con el fino. A mí, desde luego, no.
Por suerte, los molinillos de gama baja muy económicos suelen apañárselas bien con el grado de molienda grueso, por lo que para hacer cold brew no vas a tener que rascarte mucho el bolsillo. ¿Por qué el agua tiene que ser sin nada de cal? Cuando hacemos café de manera tradicional, el calor potencia la extracción. Aquí no tenemos ese factor, ya que la extracción es en frío. Si el agua presenta una concentración de cal elevada, le costará absorber los aromas del café o descomponer los gránulos como es debido.
En mi opinión, este último paso favorece que el sabor sea óptimo, pero te invito a que vayas probando y viendo cómo te gusta más.
Gracias a mi gran estudio sobre cafeína, en el que medí en un laboratorio certificado de Berlín la cantidad de cafeína de 15 tazas de café preparadas con distintos métodos de preparación entre los que se encontraba el cold brew coffee, he podido comprobar que el café infusionado en frío es una auténtica bomba de cafeína.
Analizando un tamaño de taza de 250 miligramos, el cold brew coffee infusionado durante 24 horas lidera el podio, mientras que el cold brew coffee infusionado durante 8 horas ocupa el tercer lugar.
El café extraído en frío permite que se revelen aromas que son impensables en métodos de preparación tradicionales: notas florales-cítricas, dulzor sutil, etcétera.
La sensación gustativa en la lengua es que el cold brew coffee sabe menos a café, y eso lo hace refrescante y aparentemente ligero (ya sabes, ¡cuidado con la cafeína!).
Hay quien afirma que el cold brew coffee le sienta mucho mejor que cualquier otro tipo de café. Posiblemente es solo una suposición tenga su razón de ser en la ausencia de calor y, con ello, en que las sustancias irritantes no se disuelven por completo.
A continuación, te dejo una infografía que espero te resulte útil para la creación de tus cold brews. ¡Deseo que te guste y que tu paladar esté contento!
Autor: Arne Preuß
Arne Preuß es barista profesional y fundador de Coffeeness, la página web alemana más importante sobre café y una reconocida autoridad en materia de granos de café, cafeteras de goteo y cafeteras superautomáticas. Arne está muy comprometido en la lucha por el café de calidad y por las cadenas de suministro justas y transparentes.