Dulce y salado
Croissant de jamón y queso: receta de Arguiñano para la merienda
Una idea sencilla para el desayuno o la merienda.

Aprende a preparar croissant de jamón y queso con la receta de Karlos Arguiñano. 'Vais a sorprender a mucha gente, solo tardan entre 15 y 18 minutos a 200 ºC', asegura.
Estos cruasanes rellenos son muy fáciles de hacer con masa de hojaldre ya preparada. Son perfectos para el desayuno, la merienda o, como sugiere Arguiñano, incluso como aperitivo.
Índice de contenidos
Ingredientes
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1 lámina de hojaldre rectangular
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100 gramos de jamón cocido (cortado en lonchas finas)
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100 gramos de queso Edam en lonchas
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1 huevo
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1 cucharada de semillas de sésamo blanco
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50 gramos de canónigos
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aceite de oliva virgen extra
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sal
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perejil
Raciones
4
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
15 m
Cocinado
15 m
Tiempo total
30 m
Alérgenos




Paso a paso
Corta la lámina de hojaldre
Corta la lámina de hojaldre por la mitad a lo largo. Corta cada trozo en 6 triángulos y sepáralos.

Rellena el triángulo de hojaldre
Corta las lonchas de queso y las lonchas de jamón cocido en trozos más pequeños que el hojaldre. Rellena el triángulo de hojaldre con jamón y queso, y enrolla la masa (empezando por la parte más ancha) formando un cilindro.

Forma los cuernitos
Para conseguir los cuernitos del croissant, dobla las puntas (redondeándolas) hacia el centro. Repite el proceso con el resto de los triángulos de hojaldre, los trozos de queso y los de jamón.

Espolvorea semillas de sésamo
Cubre una bandeja de horno con un trozo de papel de horno, coloca los cruasanes encima. Bate el huevo en un bol, y con ayuda de un pincel, unta los hojaldres.
Espolvoréalos con las semillas de sésamo y hornéalos a 200 ºC durante 15-18 minutos hasta que estén dorados. Deja que se templen.

Sirve el croissant relleno de jamón y queso
Sirve 3 cruasanes en cada plato y acompáñalos con las hojas de canónigo. Adereza las hojas con sal y aceite. Decora los platos con unas hojas de perejil.

Historia del croissant de jamón y queso
La palabra croissant en francés significa 'creciente' y hace referencia a la fase de cuarto creciente lunar, en alusión a la forma original de este bollo. Se elabora con una masa a base de harina, levadura y mantequilla.
Aunque su origen es austriaco, su versión hojaldrada se desarrolló en Francia, desde donde alcanzó reconocimiento mundial.
Consejos y trucos
Karlos Arguiñano prepara los croissants rellenos de jamón y queso con masa de hojaldre ya lista para ahorrar tiempo. Puedes encontrar láminas de hojaldre en cualquier supermercado, aunque también puedes hacer tu propia masa casera de hojaldre siguiendo la receta de Joseba Arguiñano.
Es importante que, al enrollar el hojaldre sobre el jamón y el queso, la punta quede en la parte inferior. Esto evitará que el hojaldre se despegue al hornearse, ya que la propia masa ejercerá presión y mantendrá la forma.
Preguntas y respuestas
Cómo conservar el croissant de jamón y queso
Lo ideal es consumir el croissant de jamón y queso recién preparados, cuando el hojaldre está en su punto máximo de crujiente y el queso está perfectamente fundido.
Sin embargo, si necesitas conservarlos, puedes envolverlos individualmente en papel de aluminio y guardarlos en la nevera, donde se mantendrán en buenas condiciones durante un máximo de dos días.
Es importante tener en cuenta que el hojaldre absorberá humedad con el tiempo, por lo que perderá parte de su textura crujiente.
Para consumirlos después de refrigerados, lo mejor es calentarlos en el horno precalentado a 180°C durante unos 5-7 minutos, lo que ayudará a recuperar parte de su textura original y a que el queso vuelva a fundirse.
No se recomienda utilizar el microondas para recalentarlos, ya que hará que el hojaldre se vuelva gomas y pierda completamente su textura característica.
Con qué acompañar el croissant de jamón y queso
Estos croissants son una opción deliciosa para el desayuno o la merienda, pero también pueden servirse como aperitivo o entrante, como sugiere Karlos Arguiñano.
Si buscas un acompañamiento fresco, una ensalada de canónigos, nueces y queso es una excelente opción. También puedes incorporarlos a un brunch, sirviéndolos con huevos escalfados para disfrutar de la yema como salsa natural al romperla sobre el croissant.
Otra alternativa es combinarlos con una crema de verduras: en verano, con una vichyssoise fría; en invierno, con una crema de calabaza caliente.
Para el desayuno, acompáñalos con una taza de café con leche, un matcha latte o un zumo de naranja natural.