Postre fácil
Crumble de cerezas, postre con fruta de temporada de Arguiñano

Aprende a preparar crumble de cerezas con la receta de Karlos Arguiñano.
Un postre con fruta de temporada, muy fácil de hacer, con una cobertura crujiente de harina y almendra molida. Un final delicioso para una comida en familia.
Índice de contenidos
Ingredientes
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400 gramos de cerezas
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60 gramos de harina
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50 gramos almendra molida
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70 gramos de azúcar
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60 gramos de mantequilla fría
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4 bolas de helado de vainilla
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hojas de menta
Raciones
4
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
5 m
Cocinado
30 m
Tiempo total
35 m
Alérgenos



Paso a paso
Lava y corta las cerezas
Lava las cerezas, córtalas por la mitad, retírales los huesos y ponlas en un bol. Añádeles 20 g de azúcar y deja que reposen durante 30 minutos (remuévelas de vez en cuando).

Mezcla los ingredientes y amasa
Pon la almendra molida, la harina y el resto del azúcar (50 g) en un bol grande. Incorpora la mantequilla (cortada en dados) y amasa los ingredientes un poco hasta que cojan la consistencia de unas migas.

Coloca las cerezas en un molde y cúbrelas con las migas
Reparte las cerezas en 4 moldes y cúbrelas con las migas de harina, almendra, azúcar y mantequilla
Coloca los moldes en una bandeja de horno, introdúcelos en el horno y hornéalos a 120º durante 20 minutos. Sube la temperatura a 200º y hornéalos durante 10 minutos más.

Sirve el crumble de cerezas
Retira los moldes del horno, deja que se templen y decóralos con unas hojas de menta. Acompáñalos con las bolitas de helado.

Consejos y trucos
Con cerezas frescas o congeladas
En esta receta Arguiñano prepara el crumble con cerezas frescas para un sabor más intenso y jugoso, pero también puedes usar cerezas congeladas si no es temporada.
Si usas cerezas congeladas, asegúrate de descongelarlas y escurrir el exceso de líquido antes de agregarlas al crumble para evitar que el relleno se vuelva aguado.
Si las cerezas son muy ácidas, puedes añadir un poco de azúcar o miel para equilibrar la acidez. También puedes agregar una pizca de canela o vainilla para darles un toque de sabor adicional.
Para un toque extra, puedes incorporar el zumo de un limón o ralladura de limón, para resaltar el sabor de las cerezas.
Con albaricoques, moras, etc.
El crumble se puede elaborar con otras frutas como por ejemplo, albaricoques, manzana, fresas, pera, uvas o moras.
Cobertura crujiente de crumble
La mezcla de mantequilla, harina, azúcar y almendra molida es clave para conseguir la textura crujiente característica del crumble. Es importante añadir la mantequilla fría y en dados antes de mezclarla con los otros ingredientes.
El principal propósito de usar mantequilla fría en la mezcla del crumble es que, al combinarse con la harina y el azúcar, forme pequeños trozos de mantequilla que, al hornearse, se derriten y crean una textura crujiente en la cobertura.
Si la mantequilla está demasiado blanda o derretida, se incorpora demasiado bien en la mezcla, lo que da como resultado una cobertura más suave y menos crujiente. En lugar de una textura ligera y arenosa, la cobertura puede volverse más compacta y más parecida a una masa.
También puedes añadir avena o nueces picadas para conseguir una capa más crujiente.
Tiempo de horneado
Hornea el tiempo indicado en esta receta o hasta que la cobertura esté dorada y crujiente y las cerezas estén burbujeando por los bordes.
Si la cobertura se dorara demasiado rápido, puedes cubrir el crumble con papel de aluminio y seguir horneando hasta que esté completamente cocido.
Dejar enfriar antes de servir
Deja enfriar el crumble durante unos minutos antes de servirlo. Esto ayudará a que las cerezas y el jugo se asienten, evitando que el crumble se derrame demasiado al servirlo.
Con qué se puede acompañar el crumble de cerezas
El crumble de cerezas es delicioso por sí mismo, pero puedes acompañarlo con algunos ingredientes que complementan su sabor. Arguiñano propone una bola de helado de vainilla. Sin embargo, es importante servirlo cuando el crumble esté templado, de lo contrario el helado se derretirá con el calor del crumble.
Otra alternativa es acompañar el crumble con natillas caseras o nata montada. También un poco de yogur griego natural puede ser una opción excelente, ya que su sabor suave y ligeramente ácido combina muy bien con la dulzura de las cerezas y la cobertura crujiente.
Si te gustan los sabores más intensos, puedes acompañar el crumble con un poco de salsa de caramelo o salsa de chocolate.
Cómo conservar el crumble de cerezas
Si no vas a comer el crumble inmediatamente, guárdalo en un recipiente hermético en el frigorífico. El crumble se puede conservar de 2 a 3 días. Asegúrate de que el crumble esté completamente frío antes de guardarlo.
Si deseas congelar el crumble, lo mejor es hacerlo antes de hornearlo. Prepara el crumble, colócalo en un recipiente apto para congelador y congélalo. Para hornearlo, descongélalo en el refrigerador durante la noche y luego hornea como se indica en la receta.
También puedes congelar el crumble ya cocinado, pero ten en cuenta que la textura de la cobertura puede ser un poco menos crujiente después de descongelarlo. Guárdalo en un recipiente hermético o envuélvelo bien en film transparente y aluminio. Se puede conservar en el congelador hasta 2-3 meses.
Para recalentar el crumble, simplemente ponlo en el horno precalentado a 180°C durante 10-15 minutos, o hasta que esté bien caliente y crujiente por encima. Si lo has congelado, recaliéntalo directamente desde el congelador, aumentando el tiempo de horneado a unos 20-30 minutos.