Brócoli con patatas y bechamel, receta de Karlos Arguiñano

Karlos Arguiñano presenta un plato sencillo pero interesante: brócoli con patatas y bechamel. 'Un plato para triunfar, se mire por donde se mire', asegura Arguiñano.
La preparación es realmente simple y una manera deliciosa de saborear el brócoli. Primero, trocea las patatas y hornéalas durante 20 o 25 minutos. Después, cocina el brócoli durante solo 5 minutos para conservar sus propiedades.
Para completar este 'platazo con fundamento', Karlos Arguiñano prepara una bechamel enriquecida con queso y jamón. Es muy fácil de hacer: basta con seguir la receta tradicional de bechamel, marcando previamente los dados de jamón y añadiendo el queso en pequeños trozos hasta que se derrita por completo.
Raciones
1
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Ingredientes (4 personas):
- 2 brócolis
- 3 patatas
- 1 loncha de jamón serrano (100 g)
- 200 g de queso curado de oveja
- 40 g de harina
- 600 ml de leche
- Aceite de oliva virgen extra
- sal
- perejil
Elaboración de la receta brócoli con patatas y bechamel
1. Hornea las patatas
Pela las patatas, córtalas en dados y ponlas en una fuente apta para el horno. Sazónalas, riégalas con 3 cucharadas de aceite y mezcla bien. Hornéalas a 200 ºC durante 20-25 minutos.

2. Cuece los brócolis
Calienta abundante agua en una cazuela. Limpia los brócolis, sepáralos en ramilletes e introdúcelos en la cazuela. Sazónalos, tapa y cuécelos a fuego medio durante 5 minutos.

3. Prepara la bechamel
Calienta 3 cucharadas de aceite en una cazuela. Pica el jamón en daditos, introdúcelos en la cazuela y rehógalos un poco.
Agrega la harina, rehógala un poco y vierte la leche, poco a poco sin dejar de remover con una varilla manual. Cocínala a fuego medio durante 5-6 minutos.

Corta el queso en dados pequeños, incorpóralos a la bechamel y cocínala hasta que el queso se funda.

4. Sirve el brócoli con patatas y bechamel
Sirve los ramilletes de brócoli y las patatas en 4 platos, nápalos con la bechamel y decóralos con unas hojas de perejil.

Consejos de Karlos Arguiñano para hacer brócoli con patatas y bechamel
El tiempo de cocción del brócoli es de solo 5 minutos, suficiente para conservar sus propiedades nutritivas. En esta receta, Arguiñano los cuece en agua, aunque también se puede preparar al vapor, al horno, salteado o a la plancha, métodos que ayudan a preservar mejor los nutrientes y realzan su sabor.
Como regla general, evita el brócoli que haya perdido su característico color verde brillante. Además, recuerda que se puede consumir crudo, y tanto el tronco como las hojas son comestibles.
Para la bechamel, Karlos Arguiñano sustituye la mantequilla por aceite de oliva, logrando una salsa más ligera. Para esta receta recomienda que la bechamel no sea demasiado espesa, ya que debe cubrir el brócoli de manera uniforme.
Si queda muy densa, puedes añadir un poco más de leche para aligerarla. Si, en cambio, la necesitas para croquetas, deberá tener una consistencia más espesa. El punto ideal de la bechamel depende siempre de la receta que estés preparando.
Con qué se puede acompañar el brócoli con patatas y bechamel
Este plato puede servirse como plato único, pero también se complementa muy bien con carnes como pollo asado, pavo relleno o unos filetes de ternera.
Si prefieres pescado, acompaña con variedades blancas como merluza o bacalao.
Para completar el menú, puedes añadir una ensalada verde fresca con vinagreta ligera, tomates cherry asados o una rodaja de baguette casera o pan francés, perfecta para disfrutar de la bechamel.
Preguntas frecuentes sobre el brócoli con patatas y bechamel
¿Se puede congelar este plato?
No se recomienda congelarlo. El brócoli puede congelarse previamente y descongelarse en la nevera la noche anterior, pero las patatas y la bechamel deben prepararse al momento, ya que pierden textura al ser congeladas.
¿Qué variedad de patatas es mejor?
Las patatas tipo Monalisa o Kennebec son ideales gracias a su textura cremosa y su capacidad de absorber la bechamel de manera perfecta.
¿Se puede hacer una bechamel vegana?
Sí, puedes preparar una bechamel vegana. Solo tienes que sustituir la leche por una bebida vegetal y, en esta receta, omitir tanto el queso como el jamón serrano.