Recetas de pan
Pan Rohlíky: receta de pan checo casero de Joseba Arguiñano
Joseba Arguiñano enseña cómo hacer pan rohlíky, un tipo de pan popular en la República Checa. Es un pan suave, ligeramente crujiente por fuera y esponjoso por dentro, con una forma característica de media luna.
Estos panes de miga tupida o compacta son perfectos para el desayuno, para acompañar las comidas o para la merienda, con mantequilla, mermelada, crema de cacao…
Índice de contenidos
Ingredientes
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200 gramos de harina de trigo
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20 gramos de harina de trigo para estirar
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110 mililitros de leche templada
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10 gramos de levadura fresca de panadero
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4 gramos de sal
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1 gramo de azúcar
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20 gramos de manteca de cerdo
Para decorar
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semillas de sésamo
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semillas de lino
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semillas de amapola
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sal en escamas
Raciones
4
Coste
Bajo
Dificultad
Media
Preparación
23 m
Cocinado
12 m
Tiempo total
35 m
Alérgenos
Gluten
Leche
Sésamo
Paso a paso
Mezcla los ingredientes
Pon la harina en un bol. Añade la leche, la sal, el azúcar y la levadura desmenuzada, y mezcla bien hasta que desaparezca la harina. Tapa la mezcla con film de cocina y deja que repose a temperatura ambiente durante 30 minutos.
Amasa
Pasa la masa a la encimera. Incorpora la manteca (en 2 tiempos) y amasa hasta que los ingredientes queden integrados (5 minutos aprox.). Redondéala y ponla de nuevo en el bol. Tápala con film de cocina y deja que fermente a temperatura ambiente durante 2-3 horas o en el frigorífico de un día para otro.
Divide la masa en 4 porciones
Pasa la masa a la encimera, córtala en 4 porciones, redondéalas, colócalas en la encimera, tápalas con un paño limpio y deja que reposen a temperatura ambiente durante 15-20 minutos.
Estira y enrolla la masa
Espolvorea una bolita con un poco de harina y extiéndela un poco dándole forma triangular. Pásale el rodillo por encima, estírala bien y enróllala. Repite el proceso con las otras 3 bolitas de masa.
Cubre la masa con las semillas
Moja un trozo de papel absorbente de cocina con agua y extiéndelo sobre la encimera. Mezcla el sésamo, el lino y las semillas de amapola en una fuente larga.
Unta los bollos, por el lado contrario a la junta, en el papel con agua. A continuación pósalos sobre las semillas y colócalos (dejando la parte de las semillas hacia arriba) sobre una fuente de horno cubierta con papel de horno. Salpícalos con las escamas de sal, tápalos con un paño limpio y deja que fermenten a temperatura ambiente durante 2 horas.
Hornea y sirve el pan Rohlíky
Precalienta el horno a 220 ºC con una bandeja honda en la parte inferior del horno. Introduce la bandeja con los bollos en el horno. Vierte un poco de agua en la bandeja inferior.
Baja la temperatura a 200 ºC y hornéalos durante 7 minutos aproximadamente. Retira la bandeja inferior (la que tiene agua) y sigue horneando los bollos durante 4-5 minutos más.
Sirve.
Consejos y trucos
Para obtener un rohlík perfecto, asegúrate de usar harina de panadería de buena calidad, que tenga un buen contenido de gluten. Esto asegurará que la masa tenga la elasticidad necesaria para obtener un pan esponjoso.
Tiempos de fermentación
Deja que la masa repose en el frigorífico durante 2 o 3 horas o hasta que duplique su tamaño. Este será el primer reposo. Asegúrate de cubrirla con un paño limpio para evitar que se seque mientras fermenta.
Si tienes tiempo, puedes dejar reposar la masa durante más tiempo para un fermentado lento, lo que le dará un sabor más profundo.
Por qué es importante respetar el tiempo de reposo
El reposo permite que el gluten se desarrolle de manera adecuada. El gluten es una proteína que se encuentra en la harina y, al ser amasado, se activa y forma una red elástica que da al pan su estructura.
Durante el reposo, el gluten se relaja, lo que permite que la masa sea más elástica y fácil de manejar. Este proceso también asegura que el pan tenga una miga suave y aireada.
Cómo conseguir rohlíky crujientes
Al hornear, Joseba Arguiñano coloca un poco de agua en otra bandeja para que el vapor ayude a que los panes queden más dorados y crujientes.
Con qué se puede acompañar el pan Rohlíky
El pan rohlíky es un pan muy versátil que puede acompañar muchos platos y también disfrutar solo. Son perfectos para acompañar embutidos como jamón, salami, o pavo. También puedes acompañarlo con una variedad de quesos blandos o curados.
En muchos países de Europa Central, los rohlíky se sirven junto a una sopa caliente (como una sopa de calabaza o de tomate) o un guiso.
También son deliciosos con un poco de mantequilla o mermelada de naranja. Puedes usarlos como un desayuno o una merienda ligera. Incluso con huevos fritos o como parte de un sándwich con ensalada de pollo o atún.
Cómo conservar el pan Rohlíky
El pan rohlíky es mejor cuando se come fresco, pero si tienes sobras guárdalos en una bolsa de tela o en un recipiente hermético en la nevera. Esto ayudará a que se mantengan suaves, pero puede hacer que pierdan un poco de su crujiente exterior.
Si no vas a comer los rohlíky en los próximos días, congélalos para que duren más tiempo. Puedes envolverlos bien en film transparente o ponerlos en una bolsa de congelación. Para descongelarlos, solo tienes que dejarlos a temperatura ambiente o calentarlos en el horno durante unos minutos para que recuperen su textura crujiente.
Si deseas recalentar los rohlíky, simplemente ponlos en el horno precalentado a unos 180°C durante 5-10 minutos para que se calienten bien y recuperen su textura crujiente. También puedes usar una tostadora si son más pequeños.
