Farfalle con crema de tomate y jamón cocido

La cocina italiana es famosa en todo el mundo por su sencillez, frescura y ese sabor que te hace sentir como si estuvieras en Italia. Es como si cada bocado te transportara a las calles de Roma o Nápoles.
¿Y qué hay de sus ingredientes? ¡Son la clave del éxito! Piensa en aceite de oliva virgen extra, tomates maduros, albahaca fresca, ajo, cebolla, salami, jamón serrano, parmesano, mozzarella, vino tinto, champiñones y, por supuesto, ¡pasta! Karlos Arguiñano nos enseña a preparar un plato sencillo pero lleno de sabor. Farfalle, esa pasta en forma de lazo o mariposa, es la protagonista. Se cocina a la perfección con cualquier salsa, pero hoy la vamos a combinar con una deliciosa salsa de tomate a la que añadiremos nata líquida.
Raciones
4
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
7 m
Cocinado
28 m
Tiempo total
35 m
Para los italianos, comer va más allá de llenar el estómago, ¡es toda una experiencia! Les encanta compartir risas y charlas mientras disfrutan de una buena comida. Por eso, esta receta es genial para compartir en familia, y lo mejor es que es superfácil de hacer.
Aunque las recetas de pasta admiten cualquier salsa, una de las clásicas que nunca decepciona es la salsa de tomate. ¿No sabes cómo hacerla? No te preocupes, tienes opciones. Puedes cocer tomates hasta que se conviertan en una pasta espesa llena de sabor, o seguir los pasos de Joseba Arguiñano y asarlos para obtener una salsa de tomate asado exquisita.
Con la salsa de tomate puedes darle ese toque especial a tus platos. Ya sea para potenciar el sabor en recetas lentas o para rematar tus platos, como unas rosquillas de berenjena fritas con salsa de tomate asado o una morcilla rebozada con salsa de tomate y piquillos. Créeme, no hay nada mejor que sorprender a todos con una comida deliciosa y sin complicaciones. ¡Así que vamos a cocinar como si estuviéramos en Italia!
Ingredientes (para 4 personas)
- 400 g de pasta (farfalle)
- 200 g de jamón cocido (lonchas finas)
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 4 cucharadas de tomate concentrado
- 200 ml de nata líquida
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta
- 1 trozo de guindilla
- Perejil
Cómo preparar farfalle con crema de tomate y jamón cocido
1. Prepara el sofrito
Calienta una tartera (cazuela amplia y baja) con 4 cucharadas de aceite. Pela los dientes de ajo, córtalos en daditos y añádelos. Pela la cebolla, córtala en daditos e incorpórala. Sazona las hortalizas y rehógalas a fuego suave- medio durante 10 minutos aproximadamente.
Añade el trozo de guindilla. Corta el jamón cocido en daditos, incorpóralo y mezcla bien.
2. Cocina la crema de tomate
Añade el tomate concentrado y la nata líquida. Mezcla bien y cocina la salsa a fuego suave durante 6-8 minutos.
3. Cuece la pasta
Calienta agua en una cazuela grande. Cuando empiece a hervir, sazónala, introduce los farfalle y cuécelos durante 8-10 minutos. Agrega un poco del caldo de cocción de la pasta (150 ml) y los farfalle, y cocínalos en la salsa durante 2-3 minutos.
4. Sirve la pasta
Muele encima un poco de pimienta y sirve. Espolvorea los platos con un poco de perejil picado y decóralos con unas hojas de perejil.

Consejos para preparar pasta con crema de tomate y jamón cocido
Cómo cocer la pasta
La pasta se cuece sin tapa, pero después de añadirla a la cazuela, como el agua pierde calor es recomendable tapar la cazuela para que vuelva a hervir cuánto antes.
Reserva un poco de agua de cocción
Antes de escurrir la pasta, guarda una taza del agua de cocción. Esta agua tiene almidón de la pasta y puede ayudar a espesar y ligar la salsa cuando la mezcles con la pasta. También le aportará muchísimo sabor.
Termina de cocinar la pasta en la sartén con la salsa
Para una pasta realmente deliciosa y bien integrada con la salsa, termina de cocinar la pasta en la sartén donde has preparado la salsa. Esto permite que la pasta absorba el sabor de la salsa y la mezcla se vuelva más homogénea.
Sirve la pasta al dente
Cocina la pasta al dente, es decir, cocínala solo hasta que esté firme pero tierna. Esto garantiza una textura perfecta y evita que la pasta se vuelva blanda y pegajosa. Recuerda que la pasta continuará cocinándose un poco más después de sacarla del agua caliente debido al calor residual.