Cómo cuidar el Jazmín de Madagascar para disfrutar de su fragancia

Descubre cómo cuidar tu Jazmín de Madagascar y disfrutar de sus flores fragantes todo el año. Aprende todo lo que necesitas saber sobre su riego, luz y trasplante para que luzca en su mejor versión. Desde su origen en Madagascar hasta tu hogar, te contamos los secretos para que esta elegante planta prospere en tu espacio.
Ficha del Jazmín de Madagascar
- Nombre común: Jazmín de Madagascar, Jazmín de cera.
- Nombre científico: Stephanotis floribunda .
- Familia: Apocináceas ( Apocynaceae ).
- Origen: Madagascar.
- Ubicación: Interior, en espacios luminosos; exterior en zonas cálidas y protegidas del frío.
- Luz: Necesita mucha luz, preferentemente luz indirecta.
- Temperatura: 18º - 25ºC, evitando temperaturas por debajo de los 10ºC.
- Riego: Moderado, con el sustrato ligeramente seco entre riegos.
- Abono: Durante la primavera y verano, cada 15 días con fertilizante líquido equilibrado.
Características generales
El jazmín de Madagascar, conocido científicamente como Stephanotis floribunda, es una planta trepadora y arbustiva endémica de la isla de Madagascar y perteneciente a la familia de las apocináceas (Apocynaceae), al igual que la mandevilla, la plumeria o la vinca.
Aunque su nombre puede hacernos creer que se trata de un jazmín, en realidad pertenece al género Stephanotis, no al Jasminum. Sin embargo, ambas comparten características comunes, como su hábito trepador.
¿Cuándo florece?
Esta planta es famosa por sus grandes flores blancas, cerosas y fragantes, que aparecen en ramos en el extremo de sus tallos.

Estas flores surgen principalmente en primavera y verano, llenando en entono de un color y aroma único. Este es dulce y potente, lo que le hace que sea muy apreciada en jardines y como planta de interior. Sin duda, si buscas una planta de interior con flores blancas que aporte mucha relajación, esta variedad es ideal.
Aunque es una especie de crecimiento lento, cuando se adapta a su entorno, puede regalarnos una gran cantidad de flores en una temporada. Estas flores son de un tamaño más grande que las del clásico Jasminum floribunda o Jazmín de invierno, que, como su nombre indica, florecen principalmente en invierno.
Sus hojas, de forma alargada, son de un verde brillante. El contraste entre el verde del follaje y el blanco de la flor crea una combinación muy elegante, armoniosa y fresca en el lugar que ocupe.
Al ser una planta trepadora, es habitual verla en tiendas y viveros con una estructura incorporada, creando formas verticales o circulares. Mediante sus tallos delgados y flexibles, se adhiere a ella y comienza a llenarla poco a poco con su vegetación cerosa y sus puntos de luz blanco de las flores.
A medida que vaya creciendo, es recomendable incluir un arco más grande para guiarla poco a poco, ayudando a que la planta adquiera un aspecto cada vez más denso. Sin duda, es una planta ornamental muy interesante tanto para el hogar.
Cuidados del jazmín de Madagascar
Luz y temperatura
Una de las claves para potenciar su floración es seleccionar el lugar adecuado en el hogar. Debe ubicarse en el sitio más luminoso, ya que si no recibe suficiente luz, no florecerá. Incluso puede recibir sol directo durante algunas horas del día.
El Jazmín de Madagascar es una planta típicamente de interior. ¿Eso significa que no se puede cultivar en exterior? Se puede, pero solo en climas cálidos.

Esta planta es endémica de entornos tropicales, donde las temperaturas suelen rondar los 18-25 ºC, lo que explica su excelente adaptación al cultivo en macetas dentro del hogar. Cuando las temperaturas bajan de 10 ºC, la planta comienza a sufrir, por lo que no es adecuada para climas fríos.
Otro aspecto a tener en cuenta es protegerla de las corrientes de aire. Necesita temperaturas estables y constantes para prosperar, por lo que las corrientes frías pueden dañarla.
Riego y humedad ambiental
Teniendo en cuenta que es una planta tropical, el Jazmín de Madagascar sí agradece cierta humedad en el sustrato, pero nunca en exceso, ya que esto podría causar pudrición de las raíces.
Si vives en un clima muy seco o tienes calefacción central, puedes pulverizar las hojas (no las flores) de manera ocasional o usar un humidificador para aumentar la humedad ambiental.
Si el riego no suele ser tu fuerte, puedes cultivarla sin problema en una hidrojardinera, que, gracias a su sistema de autorriego, proporcionará la humedad necesaria de manera controlada.
Además, podrías aprovechar para crear una composición con el Jazmín de Madagascar y otras plantas de flores blancas, disfrutando de una combinación densa y armoniosa de colores y aromas.
Suelo y abono
El Jazmín de Madagascar requiere un sustrato de calidad, bien aireado y con buen drenaje. Este nunca debe oler mal al manipularlo, ya que un mal olor podría ser indicativo de un sustrato en mal estado. En su composición, debe tener un alto porcentaje de turba, pero puedes añadir perlita o arena gruesa para mejorar aún más el drenaje.
En cuanto al abonado, no es una planta que demande grandes cantidades de fertilizante. Sin embargo, se verá beneficiada si se le aplica un fertilizante líquido durante su periodo de crecimiento (primavera y verano).

Trasplante
El Jazmín de Madagascar crece a un ritmo bastante lento, por lo que no suele necesitar trasplantes con frecuencia. Lo más común es trasplantarlo a un contenedor ligeramente más grande cada 2 o 3 años, cuando haya ocupado todo el espacio disponible en su maceta.
¿Cuándo es el mejor momento para hacerlo? A principios de primavera, cuando la planta empieza a activarse tras el letargo invernal y está lista para el nuevo ciclo de crecimiento.
Recuerda que es necesario ponerle una estructura, ya que, como planta trepadora que es, podrá crecer y adherirse a ella.
Poda
A diferencia de los jazmines de verano, que florecen sobre el crecimiento del mismo año, el Jazmín de Madagascar florece sobre madera vieja, es decir, sobre los brotes de la temporada anterior.
Por esta razón, la poda debe realizarse después de la floración, a finales del verano o principios de otoño, para evitar eliminar los brotes que darán las flores en la próxima temporada
Plagas y enfermedades
El Jazmín de Madagascar es una planta bastante resistente, pero como todas puede sufrir el ataque de ciertas plagas y enfermedades. Algunas de las más habituales son la cochinilla, el pulgón, los ácaros y las podredumbres de raíces.
Realiza inspecciones periódicas para detectar posibles signos de que esté sufriendo alguna de ellas y, en ese caso, actúa con tratamientos específicos.
Con estos cuidados, tu Jazmín de Madagascar estará muy feliz y te regalará sus preciosas flores blancas y fragantes, llenando tu hogar de una belleza única. Si te encanta disfrutar de aromas frescos y agradables, no te pierdas otras plantas que harán que tu casa huela de maravilla todo el día.