Oruga del tomate, qué es y cómo eliminarla

¿Han aparecido pequeñas orugas en tus tomateras? Es más que probable que estemos hablando de la oruga del tomate, un pequeño insecto que se alimenta de nuestras plantas para reproducirse. Aunque puede provocar grandes pérdidas en nuestros cultivos su tratamiento es relativamente sencillo.
¿Quién es este insecto? ¿Cómo podemos prevenirlo en nuestras tomateras? ¿Qué podemos hacer cuando lo detectamos? En este artículo, te cuento todo lo que debes saber sobre esta plaga.
¿Qué es la oruga del tomate?
La oruga o polilla del tomate (también conocida como Tuta absoluta) es una plaga bastante común que puede afectar a nuestras plantaciones de esta hortaliza.
Está caracterizada por tener una mayor actividad nocturna, tener un corto ciclo de vida y una gran capacidad reproductiva, pudiendo desarrollar en tan solo un año unas 12 generaciones. ¡Es decir, tiene todo lo necesario para ser una gran plaga!

Estamos hablando de la larva de una mariposa nocturna conocida como Helicoverpa armigera, una especie originaria de Sudáfrica, pero que actualmente se ha entendido por todo el mundo, causando grandes estragos a nuestros cultivos por estar fuera de su hábitat natural.
Ciclo de vida y daño a los cultivos
Durante la fase adulta y voladora esta especie tiene forma de polilla que para reproducirse coloca sus huevos en la parte más inferior de las hojas de nuestros tomates.
Cuando los huevos de esta especie eclosionan aparecen las primeras orugas, que son de color verde con una raya blanca y pequeños puntos negros, aunque también pueden mostrar tonos amarillentos, marrones o negros en función del estadio concreto del que estemos hablando, por lo que deberemos estar atentos a todos estos colores.
Para crecer se alimentarán de las plantas que hayan colonizado, comenzando con las partes más tiernas de la estructura vegetativa, como las hojas y los brotes más tiernos, lo que ya va a tener un impacto en la salud de la planta.
Poco a poco, durante las primeras dos o cuatro semanas, irán desplazándose en búsqueda de elementos más nutritivos como los frutos, por lo que acabarán afectando no solo a la planta, sino también a su cosecha.
Después de esto viajan hasta el suelo para formar una crisálida y realizar la metamorfosis que les convertirá nuevamente en polillas, cerrando el ciclo. Este rápido ciclo de vida hace que en una única temporada nuestra planta pueda verse afectada por diferentes generaciones de este insecto.

Este ataque a los frutos, que recibe el nombre de heliorits, es lo que más nos debe preocupar, ya que una única oruga puede atacar a varios frutos, ¡no necesita consumir completamente un tomate para afectar a otro!
No afecta únicamente a esta plantación, sino que también puede afectar a los pimientos, a las berenjenas, a las patatas, a los cítricos, al algodón o a las plantas de tabaco, entre muchos otros. En todos ellos tienen un gran impacto económico al reducir la producción de cada temporada.
¿Cómo podemos prevenirla?
Como siempre en jardinería, es mucho más fácil prevenir las plagas y enfermedades que tener que combatirlas. No existe una receta milagrosa, pero aquí te dejo algunos consejos.
Revisión, revisión y más revisión
Un paseo diario mirando nuestras plantas atentamente es la mejor forma de prevenir esta y cualquier plaga. Por ejemplo, en este caso concreto podemos buscar en la parte más inferior de las hojas, para ver si encontramos sus huevos antes de que eclosionen, pero también podemos buscar directamente a la propia oruga, si creemos que puede estar afectando nuestras plantas.
Tratamiento preventivo con té de jengibre
El té de jengibre en su estupendo tratamiento que también sirve como método preventivo, ¡sigue leyendo para saber cómo elaborarlo!
Rotación de cultivos
La rotación de cultivos, de la que ya te hablamos en otro artículo, es una estupenda manera de regenerar los nutrientes de nuestro suelo y de evitar las plagas, ya que podemos interrumpir el ciclo de reproducción.

Si queremos enfocar este método preventivo específicamente para esta plaga debemos asegurarnos que los diferentes cultivos que rotemos no sirvan para hospedar a esta oruga.
¿Cómo podemos tratarla?
Una vez que detectemos esta oruga, debemos actuar de inmediato para evitar su propagación y que continúe afectando a las plantas ya infectadas. Te cuento algunas cosas que podemos hacer:
Retirada manual
Si estamos hablando de algunas pocas plantas que podamos tener en nuestro jardín, podemos tratar de eliminar todas las orugas o sus huevos de manera manual.
Para realizar esta actividad es tan sencillo como colocarse guantes y retirar todos los individuos que encontremos, asegurándonos de que después no infecten a otras plantas. Para ello te recomiendo que lo hagas a primera hora de la mañana, ya que tendrás luz para poder verlas y aún serán visibles, aunque se muevan más lentamente, ya que durante el día se esconderán.
Al terminar también te recomiendo que pulverices tus plantas con jabón potásico para reblandecer los huevos y ayudar a retirarlos, siendo esta una estupenda forma de comenzar con el tratamiento.
Tratamiento casero con té de jengibre
Un tratamiento casero muy eficiente es pulverizar con té de jengibre. Para prepararlo, debemos comprar lecitina de soja y raíces de jengibre (o jengibre ya molido) en cualquier supermercado, de manera que tengamos unos 50 gramos de jengibre en polvo y unos 6 gramos de lecitina.
Una vez que lo tengamos solo debemos hervir 1 litro y medio de agua con unas hojas de romero y añadir el jengibre, como si estuviésemos preparando un té para nosotros mismos.
Una vez tenemos el té hecho, debemos tapar muy bien el líquido y dejarlo reposar durante unas 24 horas antes de añadir la lecitina.

Una vez tengamos la mezcla bien homogeneizada ya podemos pasarla por el colador, diluir una parte de este té en cuatro partes de agua (por ejemplo, 200 mililitros de té y 800 mililitros de agua para hacer un litro del tratamiento) y añadirla a nuestro pulverizador para tratar nuestras plantas. ¡Recuerda rociar completamente tus plantas una vez por semana!
Guerra biológica con bacterias
Una de las mejores maneras de combatir a la oruga del tomate es hacerlo con la propia biología. Existe una bacteria, Bacillus thuringiensis, que actúa como un insecticida biológico totalmente seguro para las personas y los animales, pero que es capaz de acabar con las orugas cuando se alimentan de ellas.
Esto puede ser un poquito más complejo, ya que tendremos que adquirir estas bacterias, pero son muy fáciles de conseguir en nuestros viveros o en Internet, ya que es un método ecológico.
Tratamiento con piretrinas
Muchos insecticidas naturales utilizan disoluciones de piretrinas para tratar la Tuta absoluta o la mosca blanca gracias a que actúan directamente sobre su sistema nervioso, paralizándolas y, finalmente, acabando con ellas.
Trampas de feromonas
Las trampas de feromona específicas para esta plaga son muy útiles cuando buscamos acabar con las polillas de esta oruga. Su funcionamiento es el de evitar la reproducción de las polillas, lo que evita una nueva puesta de huevos e impide el ciclo de la plaga.

Insecticidas químicos
Hoy en día hay muchos insecticidas químicos muy útiles contra esta oruga. Son muy buenas opciones, aunque ya sabemos los riesgos que pueden tener. Por este motivo es importante saber que existen, pero siempre te recomiendo utilizar otros métodos más respetuosos con el medio ambiente antes.
El mejor de los tratamientos es aquel que combine todos o muchos de los anteriores que te he propuesto. Lo ideal sería evitar el uso de insecticidas químicos, pero si te encuentras ante una plaga muy grave, no dudes en hacerlo, pero siempre, protegiendo al resto de insectos, que son beneficiosos en nuestro jardín.
Finalmente, recuerda que además de las plagas, también es fundamental estar atentos a otras amenazas como las enfermedades del tomate provocadas por hongos, que pueden debilitar las plantas y afectar la cosecha.
Para obtener plantas fuertes y productivas, puedes seguir también algunos consejos para cultivar tomates de forma saludable y prevenir tanto plagas como enfermedades.