Ácaros en las plantas, cómo identificarlos y combatirlos eficazmente
Plagas en las plantas
Descubre cómo identificar y controlar los ácaros, una plaga que puede destruir tus plantas si no actúas a tiempo.

Los ácaros son unos diminutos arácnidos que a simple vista pasan desapercibidos y que solemos conocer, de oídas, por las alergias que algunos de ellos provocan a muchos de nosotros.
Respecto a nuestra afición, la jardinería, los ácaros pueden convertirse en una plaga realmente devastadora si no se detectan y controlan a tiempo.
¿Quieres saber por qué estos insectos son tan peligrosos? ¿Cómo podemos parar esta plaga? ¿Cómo se puede combatir? En este artículo te contamos todo lo que debes saber al
respecto. ¡Te interesa!
¿Qué son los ácaros?
Los ácaros son arácnidos microscópicos de la familia Tetranychidae, como la araña roja (Tetranychus urticae), posiblemente la más conocida. Los ácaros miden menos de milímetro y
viven en el envés de las hojas. Al igual que otras arañas más macroscópicas, con las que estamos familiarizados, también forman finas telarañas de seda protectora. Si destacan por algo
es por su alimentación, ya que se alimentan succionando la savia celular de las hojas, lo que provoca manchas, amarilleamiento y debilitamiento general de la planta. Esto explica por qué son un verdadero problema en nuestro jardín, ya que destruyen parte del trabajo que nuestras plantas llevan a cabo para poder crecer, ¡pueden incluso matarlas de esta manera!
Por si esto fuera poco, cuentan con un ciclo muy rápido: los huevos eclosionan en 3 días, y los adultos pueden aparecer en unos 5 días. Cada hembra puede poner decenas de huevos, lo que permite a la colonia crecer rápidamente, especialmente en condiciones favorables. Esto hace que sean candidatos para funcionar como una placa implacable.

¿Cómo podemos detectar los ácaros?
Como ocurre con otras muchas plagas, detectarlos a tiempo es clave para evitar daños irreversibles. Algunos síntomas fácilmente visibles son los siguientes:
- Manchas amarillas o plateadas: Estas anchas aparecen en las hojas y están causadas por la succión. Cómo comprenderás, no es un síntoma exclusivo de esta plaga, pero es algo muy fácil y rápido de detectar.
- Telarañas finas: Estos artrópodos están caracterizados por producir telarañas muy finas, casi invisibles. Estas telarañas están especialmente presentes en el envés de las hojas.
- Hojas deformadas o enrolladas: Este es un síntoma más de la succión que hacen los ácaros sobre las hojas. Además, esto puede acabar en defoliación prematura.
- Inspección con lupa: Como imaginarás, nada deja menos dudas como ver a este arácnido directamente. Para ello puedes utilizar una lupa para analizar el envés de las hojas y, de esta manera, observar los ácaros directamente.
En cultivos sensibles, como hortalizas (tomate, pepino…), clantheas o ficus conviene revisar regularmente, ya que pueden pasar desapercibidos hasta que el daño ya es grave.

¿Qué factores que facilitan la aparición de ácaros?
Varias condiciones ambientales e intervenciones humanas pueden crear un entorno ideal para que los ácaros proliferen. ¡Conocerlos es fundamental para evitarlos! Te cuento los más importantes:
- Clima cálido y seco: Temperaturas relativamente altas, entre 25 y 30 °C, y una humedad inferior al 50 % promueven la reproducción rápida y supervivencia del ácaro rojo. Esto incentiva no solo su llegada, sino especialmente su propagación.
- Estrés abiótico de las plantas: Como ya vimos en nuestro artículo sobre el estrés en plantas, condiciones como calor extremo, sequía o suelos compactos debilitan las defensas naturales de las plantas. Aunque esto por sí mismo no hace que haya una mayor cantidad de ácaros sí que las hace más vulnerables, lo que facilita la infección.
- Rutinas de riego inadecuadas: El riego irregular, sobre todo si además es escaso, eleva la temperatura foliar y reduce la humedad en el entorno. Esto crea las condiciones óptimas para los ácaros, como hemos visto en el primer punto.
- Falta de ventilación: En cultivos interiores, pero también en plantaciones densas, el aire estancado favorece el desarrollo de plagas, donde destacan especialmente los ácaros.
- Uso inadecuado de pesticidas: El abuso de pesticidas químicos puede eliminar los enemigos naturales de los ácaros. Sin esta presión natural los ácaros aprovechan para multiplicarse sin control, creciendo su población exponencialmente. ¡Curiosamente, los pesticidas pueden favorecer su aparición!
- Monocultivos y falta de rotación: Como vimos en nuestro artículo sobre la rotación de cultivos, la rotación y una mayor biodiversidad son grandes aliados frente a las plagas. Los monocultivos prolongados ofrecen abundante alimento y refugio constante para la plaga, por lo que si está bien adaptada a este cultivo será muy difícil poder acabar con ella.
- Malezas cercanas: Las plantas no deseadas junto a cultivos, las conocidas como malas hierbas, pueden actuar como reservorios y semilleros para nuevas colonias de ácaros. Aunque es cierto que ayudan a conservar la biodiversidad, es importante que las arranquemos o reciban el mismo tratamiento que el resto de nuestras plantas.
¿Cómo podemos prevenir la aparición de ácaros?
Como en todas las plagas, la prevención siempre es nuestra mejor estrategia, y comprende varias prácticas clave:
Mantener ambientes frescos y húmedos
Como hemos visto anteriormente, las condiciones cálidas y secas favorecen a los ácaros, por lo que evitar estas condiciones es un primer paso para evitar la aparición de los ácaros.
Riego equilibrado y abonado moderado
De esta manera se evita el estrés en las plantas, facilitándonosla que estas crezcan más fuertes y así tengan mejores defensas contra esta y otras plagas.
Correcta ventilación
Este hecho, de vital importancia para evitar plagas de insectos y/u hongos cobra especial importancia en interiores o invernaderos. Esto ayuda a disminuir temperatura y humedad relativa, evitando la presencia de ácaros.
Prácticas correctas de mantenimiento
Algunas prácticas que debemos mantener siempre en nuestro jardín es eliminar rápidamente aquellas plantas o malas hierbas infestadas que actúen como reservorio o evitar el uso excesivo de insecticidas de amplio espectro que puedan matar depredadores naturales. Otras ideas es la de rotar cultivos para interrumpir el ciclo de los ácaros e inspeccionar y/o introducir en cuarentena a nuevas plantas antes de introducirlas definitivamente al jardín.

¿Qué remedios existen para tratar los ácaros?
Una vez que hemos detectado la plaga podemos hacer varias cosas para erradicarla. Podemos agrupar esto en diferentes bloques, en función de lo drástica que queramos que sea nuestra respuesta.
- Métodos naturales y caseros: Podemos apostar por diferentes productos de los que hemos hablado en artículos concretos. Un ejemplo es el jabón potásico, que diluido en agua actúa por contacto y debe aplicarse cada 3–5 días. Otra opción es el aceite de neem, que interfiere en su metabolismo y ciclo reproductivo. Un producto muy fácil de conseguir es el vinagre de manzana diluido, que puede ayudar a reducir la población de ácaros. Por último encontramos la tierra de diatomeas, que puede emplearse para deshidratar al insecto al adherirse a su cutícula.
- Control biológico: Algo un poco más difícil de llevar a cabo en nuestros jardines, pero mucho más respetuoso con el ambiente, es la introducción de depredadores naturales como Phytoseiulus persimilis o las mariquitas. ¡Sin duda la mejor manera de tratar estas plagas! También podemos tratar de lograr esto fomentando la biodiversidad de nuestro jardín y añadiendo plantas que atraigan a insectos beneficiosos, una especie de control biológico indirecto.
- Acaricidas químicos: Solo te recomiendo recurrir a acaricidas químicos cuando haya una infección grave, reservando esta técnica para los casos más extremos.

Como has visto, los ácaros en las plantas representan una plaga sigilosa, pero destructiva. Con su rápido ciclo de vida, que puede dispararse en condiciones cálidas y secas, pueden causar grandes daños en nuestro jardín. Sin embargo, conocer cómo detectarlo, qué condiciones les favorecen y cómo controlarlo ayuda a mantener tus plantas saludables y evitar los estragos de esta plaga. ¡Yo me pongo ya mismo a revisar mis plantas!