¿Qué pasaría si desaparecieran los mosquitos? Estas serían las consecuencias

¿A quién no le han sacado de quicio alguna vez unos mosquitos cuando le han dejado las piernas llenas de picaduras? Seguro que más de una vez has deseado que los mosquitos se extinguieran. Pero, ¿sabes qué ocurriría realmente si desaparecieran los mosquitos?
En este artículo hablaremos sobre estos insectos, qué funciones realizan y que pasaría si desaparecieran. Te hacemos un adelanto, ¡nada bueno! ¿Te interesa?
¿Qué es un mosquito?
Los mosquitos son un gran conjunto de especies distintas de insectos, de las que se cree que existen unas 3.500 diferentes.
Todas ellas pertenecientes al orden Diptera y, cuando nos referimos a los verdaderos mosquitos, podemos afinar más aún, ya que todos ellos pertenecen también a la familia Culicidae.
A pesar de esta gran diversidad, todos los mosquitos están caracterizados, en mayor o menor medida, por tener un cuerpo delgado y corto, patas largas y finas, antenas largas y un par de alas membranosas.

Los mosquitos son verdaderos animales cosmopolitas, porque se distribuyen en todo el mundo, con excepción de las regiones polares extremadamente frías, por lo que todas las poblaciones humanas conviven, en mayor o menor medida, con ellos.
A la hora de su reproducción, que se realiza mediante la puesta de huevos, la hembra necesita encontrar acumulaciones de agua estancada o, incluso, zonas que posteriormente vayan a inundarse, teniendo una esperanza de vida de entre 10 y 30 días, por lo que es cierto que sus grandes poblaciones se pueden encontrar en regiones húmedas y calurosas.
Como curiosidad, se dice que Islandia es el único país del mundo en el que no hay mosquitos, debido a sus gélidas temperaturas. ¿Crees que esto seguirá siendo así con el cambio climático y la globalización?

La alimentación de los mosquitos
Sin duda, lo que más caracteriza a los mosquitos y lo que hace que todos sepamos de qué insecto (o conjunto de especies de insectos, si queremos ser más exactos) estamos hablando es su probóscide, lo que comúnmente conocemos como trompa.
Se trata de una estructura larga y delgada que se extiende hacia adelante desde la cabeza y se utiliza en la alimentación, pudiéndonos recordar al pico de las aves.
Es en esta alimentación donde encontramos la primera curiosidad de la mayoría de los mosquitos: hembras y machos tienen dietas distintas.

Esto es debido a que las hembras se ocupan más activamente de la reproducción mediante la puesta huevos, necesitando consumir sangre para ello. Para lograr esto perforan la piel de mamíferos con su trompa y succionan este viscoso líquido.
Su saliva, que entrará en contacto con nuestro cuerpo, y a muchos de nosotros provocará reacciones alérgicas, contiene anticoagulantes, de manera que mantienen la sangre líquida para poder absorberla aunque se haya provocado una herida.
Sin embargo, los machos no tienen esa necesidad de consumir sangre, por lo que su dieta se basa en consumir el néctar de flores y otras fuentes ricas en azúcares, por lo que podríamos considerarlos herbívoros.
Así que ya sabes: cada vez que te veas una picadura de mosquito, ¡en realidad es de "mosquita"!

Curiosamente, los mosquitos no vuelan al azar hasta que dan con un mamífero para picarle, sino que lo hacen de manera selectiva gracias a que pueden localizarnos. Esto es debido a que pueden ser atraídos por las emisiones de CO₂ (como las que realizamos al expirar) y por la temperatura corporal.
Aun así, no todas las personas serán picadas con la misma frecuencia, ya que algunos de nosotros parecemos ser más atractivos para los mosquitos que otros, y esto se debe en parte a diferencias genéticas, químicas y olfativas en la piel. ¿Sabías que eran tan inteligentes?

¿Para qué sirven los mosquitos?
Antes que nada debemos comenzar aclarando algo: una especie no necesita ser útil para querer protegerla.
Muchas veces buscamos la utilidad de una determinada especie para convencernos de que conservarla es necesario. Aunque es cierto que esto puede ser una herramienta poderosa para proteger a las distintas formas de vida, debemos tener claro que esto debemos hacerlo simplemente porque no debemos reducir la biodiversidad.
Todas las especies actuales han sufrido el mismo proceso de evolución durante cientos de millones de años que nosotros mismos. ¿Qué derecho tiene el ser humano a eliminarlas?

Aun así, la evolución no ha producido a los mosquitos únicamente para molestarnos, y es que desempeñan roles ecosistémicos importantes a pesar de su tamaño.
Por ejemplo, las larvas se alimentan de materia orgánica en el agua, contribuyendo a la descomposición y reciclaje de nutrientes, algo que se vuelve fundamental si queremos que este y otros animales y plantas puedan reproducirse.
Además, sirven como alimento para numerosas especies acuáticas, como peces, anfibios y aves, a la vez que los adultos son una fuente de alimento para murciélagos, aves insectívoras y arañas.
Debido al hábito trófico de los machos también actúan como polinizadores de plantas, incluso pueden competir por este recurso contra otros insectos (como las abejas), controlando sus poblaciones.

Sin embargo, en mi opinión ninguna de estas funciones puede compararse con el control que hacen de las poblaciones de mamíferos y aves, ¡siendo además esto sin querer!
Los mosquitos son uno de los vectores de enfermedades más relevantes de nuestro planeta y que más impacto puede tener sobre nuestra salud y la de otros animales (en ese sentido, podemos incluirlos entre los animales más peligrosos del mundo). Incluso hoy en día poblaciones humanas pueden verse afectadas por las enfermedades que pueden transmitir los mosquitos mediante sus picaduras.

En estos casos no son los mosquitos directamente los que nos hacen enfermar, como sí puede ocurrir en el caso de entrar en contacto con algunos parásitos, sino que son los virus y parásitos que portan los que nos pueden perjudicar.
Algunos ejemplos son los virus del dengue, del zika, del chikunguña o del Nilo Occidental.
En cuanto a los parásitos, hay algunos muy conocidos, como el Plasmodium, que es transmitido por los mosquitos del género Anopheles y causa la malaria, o los parásitos del género Leishmania, que causa la leishmaniasis, una enfermedad que afecta la piel, las membranas mucosas y, en algunos casos, los órganos internos.

Transmitiendo estas enfermedades logran controlar las poblaciones, seleccionando indirectamente a aquellos individuos más sanos y resistentes y redireccionando los recursos hacia ellos a costa de enfermar más gravemente a los individuos más viejos y/o débiles.
Es indudable, sin embargo, que esto se consigue a un alto precio, sobre todo cuando estas enfermedades afectan a las personas.

¿Cuáles serían los efectos positivos de la desaparición de los mosquitos?
Aun teniendo en cuenta su importante papel ecosistémico, es fácil comprender que su desaparición traería consigo algunos beneficios para nuestra especie, aunque estos fueran meramente inmediatos. Por ejemplo, habría una reducción en de las enfermedades transmitidas por mosquitos. Esto salvaría vidas y reduciría significativamente la carga de enfermedades en regiones donde estas afecciones son endémicas.

Aunque sabemos que esto no suele ser especialmente grave, la desaparición de los mosquitos significaría menos picaduras, lo que reduciría las molestias y la incomodidad asociadas con las reacciones alérgicas a las picaduras de mosquitos.
Unido a esto último, y debido a que desapareciera la necesidad de controlar mosquitos para prevenir enfermedades, se podría reducir el uso de insecticidas y pesticidas, lo que beneficiaría al medio ambiente al disminuir la exposición a químicos potencialmente dañinos.

¿Qué problemas provocaría que desaparecieran los mosquitos?
Erradicar una especie (o miles de ellas en este caso) no suele ser una buena idea.
Es importante tener en cuenta que los mosquitos son una parte integral de la cadena alimentaria en muchas regiones y sirven de alimento para aves, murciélagos, peces y otros animales. Por este motivo, su desaparición podría afectar negativamente a estos depredadores, lo que a su vez podría tener un impacto en cascada en el equilibrio de los ecosistemas.

Además de esto, los mosquitos también tienen un papel en la polinización de ciertas plantas, aunque es cierto que su importancia en este aspecto es menor en comparación con otros polinizadores, como las abejas y los colibríes.
Aun así, estarás de acuerdo conmigo en que debemos tratar de reducir las muertes humanas producidas por enfermedades transmitidas por estos insectos. Y, de hecho, ¿sabías qué se está haciendo al respecto?
En efecto, ya existen algunos planes que buscan eliminar comunidades enteras de mosquitos para proteger a la población humana de las enfermedades que transmiten.

Uno de los ejemplos más curiosos es el empleo de mosquitos macho modificados genéticamente para que no puedan tener descendencia femenina, que es la que realmente puede picar y hacer enfermar a las personas. De esta manera, se espera que estos mosquitos modificados vayan reemplazando a los machos de la especie y así controlar la población.
Sin embargo, esto no está exento de polémica, y es que a pesar de que podría ser una estupenda herramienta para luchar contra muchas enfermedades, se cree que podría afectar a otras poblaciones de mosquitos silvestres, por lo que no parece ser una solución que satisfaga a toda la comunidad científica.

Si bien la idea de la desaparición de los mosquitos puede ser atractiva desde la perspectiva de la problemática de salud pública que muchos países tienen, es importante considerar cuidadosamente los posibles efectos secundarios y buscar enfoques más equilibrados, como el control de poblaciones de mosquitos y la prevención de enfermedades, en lugar de la eliminación completa de la especie.
Debemos tener cuidado con jugar a ser dioses y continuar queriendo extinguir especies, en este caso de manera intencionada.