Joseba Arguiñano revela el método que realmente funciona para cortar cebolla sin llorar
Cocina práctica
Pequeños trucos que evitan molestias y te ayudan a cocinar con más comodidad
Cortar cebolla es uno de esos pasos básicos que tarde o temprano toca hacer en cualquier cocina. Da igual si es para un sofrito, una tortilla o un guiso: todos hemos terminado con los ojos llorosos, la vista borrosa y el deseo urgente de acabar cuanto antes.
El cocinero -que pasa el día entre fogones- conoce bien el problema y nos comparte trucos tan simples como útiles para evitar que las sustancias irritantes de la cebolla arruinen el momento. Nada de remedios imposibles: lo que funciona de verdad es técnica, atención y un cuchillo bien afilado.
El truco principal: un cuchillo afilado
Joseba Arguiñano lo deja claro desde el primer segundo: si el cuchillo no está bien afilado, la cebolla se desgarra y libera más compuestos irritantes, que son los responsables de que los ojos empiecen a llorar. Un filo limpio corta la cebolla con precisión, sin aplastarla, por lo que libera mucha menos cantidad de ácido sulfénico.
Tener un buen filo no solo evita lágrimas: también mejora la seguridad, agiliza el corte y reduce la presión que hacemos con la mano. Si quieres profundizar en cómo mantener tus cuchillos listos para trabajar, puedes ver este consejo completo sobre cómo afilar cuchillos de Joseba Arguiñano.
Además, trabajar con un cuchillo afilado ayuda a que la cebolla no resbale, a controlar mejor los movimientos y a que el corte sea uniforme, algo fundamental si luego va a ir a un sofrito o a una cocción corta. Por eso, antes de buscar trucos milagro, el cocinero insiste en el más básico de todos: revisa el filo y asegúrate de que el cuchillo está preparado.
Mantén la vista lejos de la cebolla
Otro gesto clave que recomienda es no acercar la cara demasiado al corte. Cuando picamos una cebolla mirando muy de cerca, somos nosotros mismos quienes llevamos los vapores a los ojos.
Separar ligeramente la cabeza de la tabla, mantener postura cómoda y evitar inclinarse sobre el cuchillo ya reduce muchísimo el lagrimeo.
Lo que no funciona tan bien
En tono de humor, advierte que cortar mirando hacia otro lado quizá evitaría el contacto con la cebolla, pero probablemente acabe en un corte en el dedo. Así que no, no es una técnica recomendable.
El tip gracioso funciona como recordatorio de que la seguridad siempre va antes que cualquier truco casero extraño.
El truco infalible: proteger los ojos
Si aun así eres sensible o la cebolla está especialmente fuerte, lo deja claro: la única técnica 100% efectiva es proteger los ojos. Puede ser con gafas de cocina, gafas de natación, gafas transparentes para bricolaje o cualquiera que cree una barrera entre el vapor y los ojos.
Con esto puedes picar tranquilamente, sin apartar la mirada y sin preocuparte por el lagrimeo.
Consejos extra para cortar mejor
Además de los trucos de Joseba Arguiñano, hay pequeños gestos que pueden hacer que cortar cebolla sea una tarea mucho más llevadera. Ventilar bien la cocina o colocarse cerca de la campana ayuda a que los vapores se dispersen antes de llegar a los ojos. También funciona cortar la cebolla recién salida del frigorífico, porque el frío reduce la liberación de compuestos irritantes. Trabajar sobre una tabla amplia y estable da más control y evita movimientos bruscos, y dominar una técnica correcta de corte, como la que se explica en esta guía sobre cómo picar cebolla paso a paso, mejora la precisión, la velocidad y también la seguridad.
Un gesto sencillo que cambia tu día en la cocina
Cortar cebolla sin llorar no es cuestión de magia: es técnica y sentido común. Con un cuchillo bien afilado, manteniendo la distancia justa y protegiendo los ojos cuando lo necesites, podrás cortar cebollas para cualquier receta sin sufrir ni un segundo.