Cómo limpiar el salmón paso a paso para hacerlo en tacos sin espinas

Limpio limpio, ¡y sin espinas! Preparar tus propios tacos o rodajas de salmón es una maravilla y hacerlo es de las cosas más sencillas que verás hoy. Encima podrás cortarlos del tamaño que quieras y disfrutarlos frescos y al momento.
Joseba Arguiñano nos enseñó cómo limpiar y cortar este pescado azul en tacos cuando hizo la receta de crispis de salmón, pero nos puede valer en cualquier otro plato como el tataki o el tartar. Es más, si te gusta el sashimi, ¡no dudes en aprender esta técnica!
Y para los que no habéis probado el sashimi (o no os gusta directamente) también podéis limpiar y preparar el salmón en tacos para cocinarlos en cualquier otra receta. La verdad que esta técnica es muy útil para aprovechar las rodajas de salmón como más nos convenga.
Simplemente con un buen cuchillo (y afilado claro) y una tabla de cortar podremos dejar listos unos buenos lomos de salmón limpios, saludables y sin ninguna espina. Todo un detalle también para que los niños coman pescado sin tener que preocuparse. Además, a diferencia de limpiar el verdel o la caballa, el salmón es mucho más fácil y rápido de preparar. ¡Te lo demostramos ahora!
Pasos para limpiar el salmón
Repasa la rodaja de salmón en agua para retirar cualquier resto de sangre o suciedad. Córtala por la mitad para poder limpiar bien cada trozo ¡y empezamos!

Retira la grasa de cada lado con un cuchillo hasta que quede el lomo completamente limpio. Luego dale la vuelta y quita la piel de la misma forma.

Dado que en la parte central están las espinas, quítalas cortando ese trocito en el que se encuentran. Puedes hacerlo así, tal y como nos enseña Joseba Arguiñano o bien usar unas pinzas y aprovechar ese cacho de carne (te cuento un poco más abajo cómo son).

Una vez limpio, sólo tendrás que cortar el salmón en lomos del tamaño que quieres ¡y listo!
Consejos para eliminar cualquier rastro de espinas
Una vez tengas el salmón limpio, coge unas pinzas de cocina y con ellas recorre toda la superficie de salmón hasta detectar donde están las espinas que no se aprecian a simple vista. Retíralas una a una con las pinzas hasta que no quede ninguna.
Normalmente se suelen situar en la parte central del salmón, pero puede que se te escape alguna en algún lomo. De ahí la importancia de asegurarse que no queda ninguna. Puedes comprobarlo también con un cuchillo, pero la verdad que las pinzas vienen estupendas para quitar las espinas según las vayas viendo. Incluso te podrán servir también para quitar pelos y plumas en carne. ¡Son super prácticas para limpiar carne y pescado!

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Preguntas que te pueden surgir
Cómo comer el salmón
Comerlo crudo o poco hecho se está convirtiendo en toda una delicatessen por el sabor y frescura que desprende. Sólo tenemos que ver el éxito que tiene el sashimi (junto al sushi) en muchos restaurantes japoneses. Y es que, podemos degustarlo crudo cortado en tiras finitas o adobado con especias para un tartar de salmón y aguacate.
Otra opción, si no quieres comerlo crudo, es cocinarlo de distintas formas: frito, al horno, en taquitos para un guiso o a la plancha. Lo puedes preparar igual que cualquier otro tipo de pescado. Te damos algunas ideas que te pueden venir bien con esta técnica:
- Poke de salmón
- Brochetas de salmón con salsa de yogur
- Croquetas de salmón
- Guiso de salmón y almejas
¿Se puede comer con piel?
Por supuesto que sí, incluso con la grasita si lo deseas. Al igual que sucede con las alitas de pollo o la piel de los muslitos de pollo, estas dos partes del salmón le dan muchísimo sabor y jugosidad a la carne. No obstante, tienen más grasa y por tanto no se aconseja comerlas en una dieta equilibrada. Te vale para una ocasión especial, pero no hay que abusar de ello.
Por esa misma razón, os facilitamos la técnica de Joseba Arguiñano en la que nos enseña a limpiar completamente el salmón para degustarlo fresco, ligero, saludable y sin espinas. ¡Y te los recomiendo así enormemente!