Crumble de semillas de amapola

El crumble es un postre tradicional de la cocina inglesa, una masa elaborada con harina, mantequilla y azúcar con textura de galleta rota con la que se elaboran deliciosos pasteles al horno crujientes por fuera y tiernospor dentro.
Aunque las frutas son el relleno tradicional, como la receta original de crumble de manzana, aquí os proponemos un relleno diferente, una especie de crema pastelera elaborada con polenta y semillas de amapola, aromatizada con vainilla. Aprende cómo hacer la base del crumble y descubre cuál es el tiempo y la temperatura de horno para que quede perfecto.
Raciones
8
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
20 m
Cocinado
60 m
Tiempo total
1 h 10 m
Para hacer un crumble crujiente y delicioso hay dos claves importantes. La primera, la base elaborada con una mezcla de harina, mantequilla, azúcar y huevo debe amasarse ligeramente para mantener la textura de migas y dejarla enfriar en nevera para que coja cuerpo antes de unir al relleno y hornear. Y la segunda, respetar el tiempo de horno, el molde con el relleno y la cobertura de crumble se cocina a temperatura moderada (precalentado a 180ºC durante 40 minutos) para conseguir el dorado perfecto.
Te damos los ingredientes, las cantidades y los trucos para hacer la mejor base de crumble que podrás utilizar con diferentes rellenos como la crema de polenta y semillas de amapola que nos propone Eva Arguiñano en esta receta.
Ingredientes (8 personas)
Para la base:
- 500 g de harina
- 200 g de azúcar
- 250 g de mantequilla (a punto de pomada)
- 1 huevo
Para el relleno:
- 1/2 l de leche
- 175 g de semillas de amapola
- 80 g de sémola fina o polenta
- 125 g de azúcar
- 50 g de mantequilla
- 1 cucharada de esencia de vainilla
Para decorar:
- arándanos
- Hojas de menta
Cómo hacer crumble de semillas de amapola
1. Prepara la base
Pon la harina, el azúcar, la mantequilla (a punto de pomada) y el huevo en un bol. Amasa los ingredientes a mano hasta que queden semi-integrados (como migas cuarteadas).
Para que después sea más fácil desmoldar el crumble, forra el molde se silicona cuadrado (20 cm) por la parte interior con papel de horno dejando unas pestañas que sobresalgan por cada lado. Cubre la base del molde con 1/4 parte de la mezcla y resérvalo. Tapa el bol con el resto de la preparación con film de cocina e introdúcelo en el frigorífico hasta que esté bien fría.
2. Prepara el relleno
Pon la leche, la esencia de vainilla y el azúcar en un cazo. Calienta la mezcla a fuego suave durante 5-6 minutos. Incorpora la sémola (a modo de lluvia) y cocínala durante 3 minutos removiéndola con una varilla manual. Agrega las semillas de amapola y sigue cocinado los ingredientes hasta que espesen (8-9 minutos). Pasa la mezcla a un bol, incorpora la mantequilla y mezcla con una lengua hasta que la mantequilla se funda y quede integrada.
3. Hornea el crumble y sirve
Vierte la mezcla del relleno al molde y reparte encima el crumble. Hornea la tarta a 180ºC durante 40 minutos.
Retira el crumble del horno, deja que se temple y desmóldalo. Decóralo con unos arándanos y unas hojas de menta.

Consejos para hacer crumble
Frutos secos para un crumble crujiente
Para hacer un crumble más crujiente puedes añadir copos de avena o frutos secos molidos a la base de mantequilla, harina y azúcar. Así puedes elaborar un irresistible crumble de avellana o crumble de almendra que te servirá para cubrir diferentes postres.
Rellenos de frutas
Las frutas son el relleno tradicional del crumble. Además de las clásicas manzanas podéis usar otras frutas de temporada para hacer, por ejemplo, un delicioso crumble de frutos rojos, un crumble de fresas o un crumble de ciruelas. Asegúrate de que las frutas estén maduras pero firmes para conseguir la mejor textura. Según la dulzura de las frutas deberás ajustar la cantidad de azúcar. Además, conviene añadir una cuchara de harina a las frutas para evitar que el relleno quede demasiado líquido.
Especias para aromatizar
Para aromatizar el relleno del crumble puedes utilizar diferentes especias. En esta receta hemos usado esencia de vainilla, pero podéis usar canela, nuez moscada o cardamomo.
Con qué acompañar el crumble
No olvidéis que como más se disfruta el crumble es recién hecho, caliente o templado. Por eso, el mejor acompañante para crear contraste es un helado, como una bola de helado de vainilla o chocolate. Para aportar suavidad puede servirse con crema batida, queso cremoso tipo mascarpone o yogur griego. Y si te encanta el dulce, puedes bañar el crumble con una salsa de caramelo.