El pavés es uno de los elementos decorativos más clásicos de los hogares tradicionales, y también de las casas rurales y campestres.
Se tratan de esos muros gruesos con cuadrados de cristal y lechada ancha y blanca, que solían colocarse en la cocina de forma decorativa o como elemento divisorio de estancias cálidas y húmedas (por lo general salón y cocina).
En algunas ocasiones, también era común verlos en entradas y pasillos de casas grandes.
El pavés, al igual que les pasa a otros elementos como el mármol o el terrazzo, ha formado parte de la tradición decorativa y ha sabido renovarse y actualizarse para encajar también en decoraciones más modernas y actuales.
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Eso sí, como te comentábamos previamente, ya no se colocan tanto en cocinas o como elemento divisorio de dos estancias, sino que lo más común es introducirlo en el baño, concretamente en la ducha.
VER: Baños con pavés modernos: 6 ideas de decoración
En las duchas de pavés, el pavés sustituye a la mampara o al menos a parte de ella. Se trata de una idea muy original de personalizar el cuarto de baño dándole un toque clásico, pero a la vez distinto y moderno.
Además, actualmente podemos ver paveses ligeramente más estrechos, no tan gruesos como los que dividían estancias, por lo que sí que resultan más prácticos en estancias generalmente más pequeñas.
No obstante, las duchas de pavés son más adecuadas para cuartos de baño grandes, como te explicaremos un poco más adelante, para que no ocupen demasiado espacio.
Y como todo, las duchas de pavés tienen unas cuantas ventajas, pero también pueden tener algunos inconvenientes y problemas que hacen que resulten más incómodos que las mamparas convencionales o similares.
En este artículo, vamos a contarte cuáles son los mayores problemas de tener una ducha de pavés, cómo evitarlos y qué debes de tener en cuenta antes de colocarlo en tu baño.
Si vas a iniciar una reforma, ¡infórmate bien de los materiales y elementos que añades a cada estancia! Lo esencial es que consigas una decoración cómoda, práctica y acogedora en cada una de las estancias de tu hogar.
A continuación, te contamos los 6 problemas más destacables de las duchas de pavés.
Mantenimiento y limpieza de las duchas de pavés
El mantenimiento y limpieza del pavés de la ducha es el primer inconveniente que nos viene a la cabeza a prácticamente cualquiera que piense en incorporar este elemento a su cuarto de baño.
Hablamos de un muro que no es completamente liso, que tiene hendiduras, lechada amplia y cristales gruesos generalmente con ondas, lo que hace que su limpieza sea algo más costosa.
Debemos tener en cuenta que entre la lechada y el cristal puede acumularse cal y moho si no los limpiamos adecuadamente y con frecuencia, y que los cristales ondulados es mejor limpiarlos a mano y con un paño para llegar bien a todos los lados.
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El pavés puede restar luminosidad
Como te comentábamos antes, si colocamos una ducha de pavés en un baño no muy grande y encima con poca luz, el pavés, al tratarse de una pared bastante gruesa y ligeramente opaca no ayudará a darle luminosidad.
Para colocar una ducha de pavés, lo mejor es que tu cuarto de baño posea una buena ventana con orientación luminosa y que no sea muy pequeño.
La ducha de pavés puede restar espacio físico y visual
En la misma línea de la luminosidad, si colocamos una ducha de pavés en un cuarto de baño pequeño este se verá aún más pequeño, restando espacio visual, físico y complicando movernos y sentirnos cómodas en él.
Lo dicho, las duchas de pavés, para baños medianos y grandes, ¡mucho mejor!
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Un baño con un toque carca si no decoramos bien
El pavés es un clásico de las decoraciones tradicionales y si no conseguimos crear ese juego de decoración antigua con la decoración moderna... Es bastante posible que consigamos una decoración desfasada para nuestro cuarto de baño.
Lo mejor para evitar que esto pase es que busques mucha inspiración sobre decoraciones modernas, como baños con estilo nórdico y minimalista.
Un problema frecuente en las duchas de pavés: Humedad y escapes de agua
Si colocamos el pavés demasiado corto o la inclinación de la ducha no es la adecuada es fácil que tengamos algunos problemas de humedad en el cuarto de baño, y también que el agua de la duche se escape y nos moje el mobiliario y el suelo.
Si tu idea es darle un toque rústico a la decoración de tu baño y vas a colocar una ducha de pavés te recomendamos que contrates a profesionales que adapten la ducha para que no haya fugas y que, si quieres un suelo de madera, te decantes por azulejos que imitan a la madera.
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Las duchas de pavés y las grietas
Por último, vamos a hablarte del agrietamiento del pavés, algo medianamente frecuente si no lo cuidamos como es debido. Aunque se trate de un muro bastante grueso, lo cierto es que el pavés puede ser algo delicado.
Debemos tener mucho cuidado con los golpes, porque pueden estropear la lechada, y también limpiarlo bien cada vez que nos duchemos, porque la cal, el moho y la humedad pueden hacer que se agriete, dando una imagen antiestética a nuestro baño.
¡Esperamos que estos consejos te sirvan para elegir o no una ducha de pavés!
Preguntas frecuentes sobre las duchas de pavés
Preguntas frecuentes
¿Los pavés son muros de obra?
Sí, por lo general se tratan de muros de obra, por lo que debes analizar bien el espacio de tu baño para saber si encaja bien y hacerlo.
¿Una ducha de pavés es duradera?
Mucho, las duchas de pavés son muy duraderas y resistentes, bastante más que una mampara. Si cuidas bien su limpieza tendrás una ducha perfecta para un montón de años.
¿Se ve a través de las duchas de pavés?
Dependiendo de cómo sean los cristales. Por lo general son ondulados de modo que distorsionan la silueta.