Cómo cuidar el Ficus benjamina: guía para mantenerlo saludable

En esta guía te explicamos cómo regar, abonar y qué luz ytemperatura necesita el Ficus benjamina. También te daremos trucos paratrasplantarlo, evitar la caída de hojas y mantener su follaje en perfectascondiciones. ¡Sigue leyendo para aprender a cuidarlo correctamente!
Ficha del Ficus benjamina
- Nombre común: Ficus benjamina, Matapalo
- Nombre científico: Ficus benjamina
- Familia: Moráceas ( Moraceae )
- Origen: Sudeste asiático
- Ubicación: Interior (exterior climas mediterráneos)
- Luz: Zonas muy luminosas pero sin sol directo
- Temperatura: 13-24ºC
- Riego: 2 veces por semana en verano y cada 8 días en invierno
- Abono: primavera-verano
Características generales
El Ficus benjamina, también conocido como matapalo, es una planta de hoja persistente endémica de Asia, en concreto del sudeste, y perteneciente a la familia Moraceae.

Es uno de los tipos de ficus más tradicionales y populares en los interiores gracias a su elegancia y adaptabilidad. Su principal ventaja es la facilidad en su cuidado, aunque, como con cualquier planta, puede presentar desafíos que son sencillos de resolver.
A pesar de su crecimiento lento, este ficus puede alcanzar un tamaño considerable. De hecho, se le considera un árbol de interior. En exteriores, puede llegar a medir hasta 20 metros, pero en contenedores su altura suele ser de 1 a 3 metros.
El Ficus benjamina se distingue por su tronco, que a menudo se trenza o adopta formas inusuales. Estas plantas con troncos decorativos son, sin duda, unas auténticas obras de arte. Su tallo desarrolla raíces aéreas que le aportan ese aspecto tan característico.

Las hojas son pequeñas y ovaladas, y no son muy densas ni duras, presentándose en diversas tonalidades. Por ejemplo, el ficus clásico tiene un color verde alimonado, mientras que el ficus variegado muestra tres matices: verde, verde crema y crema. Las hojas del ficus verde son un poco más oscuras.
Las variedades con matices blanquecinos fueron muy populares en los años 70 y 80, lo que convierte al Ficus benjamina en una planta de interior retro. Sin embargo, hoy en día, estas variedades están resurgiendo con fuerza, especialmente las de tonos verdes, volviendo a ser muy populares en la decoración de interiores.
Cuidados del Ficus benjamina
Los Ficus benjamina, aunque son fáciles de cultivar y pueden ser perfectos para aquellas personas que no tienen experiencia en jardinería, son un tanto delicados.
Si uno no los conoce bien, pueden ver como sus hojas se van cayendo poco a poco o se tornan amarillas. Te contamos todas las claves para mantenerlo en perfecto estado.
Luz y temperatura
Esta planta es exigente en cuanto a luz, por lo que debe ubicarse en un lugar luminoso dentro del hogar, evitando siempre el sol directo.

¿Te has preguntado alguna vez por qué se le caen las hojas al Ficus benjamina? Una de las principales razones es la falta de luz. Sin embargo, una vez que se adapta, comenzará a emitir nuevas hojas que toleren mejor las condiciones más sombrías.
Es sensible a los cambios bruscos de temperatura, lo que lo hace ideal para el cultivo en interiores, especialmente para quienes buscan un estilo Urban Jungle con plantas.
En exteriores, su cultivo se recomienda solo en zonas de la costa mediterránea, ya que puede congelarse si las temperaturas bajan de 0ºC. Si vives en estas áreas, es excelente para crear pantallas vegetales para jardineras junto a otras plantas.
Riego
En general, el Ficus benjamina tolera bien los ambientes secos de los hogares, aunque prefiere un sustrato ligeramente húmedo. Los riegos deben ser generosos durante el crecimiento, pero hay que reducir la frecuencia en invierno.

Es importante evitar tanto el encharcamiento como que la tierra se seque completamente, ya que ambos extremos pueden causar la caída de las hojas. Normalmente, con regarlo una vez cada 15 días es suficiente.
Suelo y abono
No es una planta exigente con el tipo de suelo en el que plantarlo, por lo que si dispones de sustrato universal de calidad prosperará a la perfección.
Para mantener el color brillante y sano de las hojas es importante abonar la planta cada 15 días durante el período de crecimiento, a partir del mes de mayo, incorporando fertilizante líquido en el agua del riego, según la dosis indicada en el producto. Esto contribuye a activar el verdor de las hojas.
Trasplante
El Ficus benjamina no crece de manera muy rápida, por lo que no requiere trasplantes frecuentes como otras especies. Sin embargo, si pasa demasiado tiempo en el mismo contenedor y no recibe suficientes nutrientes, empezará a mostrar un color pálido.

En ese caso, elige un contenedor ligeramente más grande, retira con cuidado el cepellón y plántalo en un sustrato renovado y nutrido.
Poda
A medida que el ficus crece, si notas que se está volviendo desproporcionado en su ubicación, es recomendable pinzar o podar los tallos más largos.
Esto no solo ayudará a mantener su forma, sino que también fomentará la aparición de nuevos brotes, aumentando la densidad y el brillo de la planta. Te contamos todo en detalle en el artículo dedicado a podar un ficus y mantenerlo saludable.
Plagas y enfermedades
Esta planta popular en interiores puede verse afectada por diversas plagas, entre las que destacan la cochinilla, los pulgones, los ácaros y la mosca blanca. En estos casos, la detección precoz del problema es fundamental para evitar que se propague por toda la planta.
Para controlar las plagas, puedes utilizar productos naturales como el jabón potásico o el aceite de neem. Ambos son efectivos y menos perjudiciales para el medio ambiente y la planta.
En cuanto a enfermedades destacan los hongos que provocan manchas foliares. Estas pueden aparecer en las hojas con colores oscuros o amarillos. Para prevenir su aparición, mantén una buena circulación de aire y evita el riego excesivo.
Sin duda, el mundo de los ficus es tan variado como interesante. Ahora que conoces los cuidados necesarios para esta variedad, no tienes excusa para mantenerla en perfecto estado.