La sansevieria o sanseviera, conocida comúnmente como lengua de tigre, es una planta se interior que siempre ha estado presente en nuestras casas, sobre todo, en zonas con poca luz como patios, escaleras de interior... También puede ser plantada en el exterior ya que es muy resistente.
Si sois principiantes en el mundo de la jardinería o no soléis tener "mano" con las plantas, esta variedad es perfecta para vosotros.
Para que crezca de forma espectacular, hay que regarla poco. No hay que olvidar que se trata de una planta crasa y estas requieren una ínfima parte de agua que el resto de plantas.

Es una planta de interior tan admirada y conocida que, cada vez es más habitual encontrar nuevas variedades o tipologías de esta planta en los centros de jardinería. ¡Siempre hay variedades por descubrir!
¿Queréis conocer algunas de ellas? Iñigo Segurola os muestra a continuación algunas de las variedades más clásicas y conocidas y sus últimas adquisiciones de su colección.
Variedades de sansevieria o lengua de tigre
Variedad sansevieria trifasciata laurentii
Es la más conocida, de hojas carnosas, como si fuera una planta crasa. Al tratarse de una hoja que retiene mucha humedad, si se riega en exceso puede producir encharcamientos de la tierra y, por lo tanto, una podredumbre del tallo.
Como se puede observar, las hojas tienen el borde teñido en color crema o amarillo.
Sansevieria Trifasciata "Hahnii"
Su porte es muy compacto. Son similares a las variedades comunes solo que su hoja es más ancha y no desarrollan mucho en altura. Son la Golden Hahnii, la Jade...
Variedades de hoja verde
También con hojas más o menos anchas, se caracterizan porque sus hojas tienen unas tonalidades verdes, alternando tonos más oscuros con otros verdes más claros. Tienen un porte arqueado que les da mayor presencia frente a la verticalidad de las variedades comunes.
Sansevieria de formas cilíndricas
Se caracterizan por sus hojas completamente cilíndricas. Pueden encontrarse en distintos formatos, con hojas en forma de cono, otras con portes más verticales...
Algunas de ellas son la Sansevieria Bocellensis, la Sansevieria 'Fernwood Mikado' y la Sansevieria bacularis.
Nuevas variedades de Sansevieria o lengua de tigre
A continuación, os mostramos las últimas adquisiciones de Iñigo Segurola a su colección de sansevierias.
La primera de ellas la Sansevieria Moonshine. Es completamente verde y se parece visualmente a la aspidistra por la forma de sus hojas lanceoladas.
Esta otra, en cambio, se parece a las hojas de la yuca ya que, en vez de tener la sección cilíndrica o plana, tiene una forma triangular.
Esta pequeña variedad es la Sansevieria masoniana 'Victoria' o 'Aleta de Ballena' y es muy curiosa. Es una simple hoja ancha y, si os fijáis, se puede observar el hijuelo de una nueva hoja que va a abrir.
Esta última es la que le animó a Iñigo a adquirir estas nuevas variedades.Sus cilindros densos llenos de líquido que hacen que pese bastante. ¡Su forma le fascina!
Cómo trasplantar las nuevas variedades de Sansevieria
Un aspecto a tener en cuenta a la hora de trasplantar estas plantas, es utilizar un tiesto ligeramente más grande del que tienen.
En este caso, vamos a utilizar unos contenedores de barro que Iñigo ha recuperado del punto limpio. ¡Nos encanta reutilizar los objetos!
Este tiesto de plástico está deformado y se debe a que el nuevo hijuelo que está desarrollando la planta, está presionando de tal manera que acaba deformándolo.
Con la ayuda de unas tijeras de poda, cortamos el contenedor con cuidado de no dañar el cepellón y lo introducimos en el nuevo contenedor con el sustrato. En la parte superior, incluimos unas pequeñas piedritas y, ¡listo!
Modificaciones en las variedades de sansevieria para su venta
¿Por qué los hijuelos de una variedad de sansevieria no desarrollan el mismo tipo de hojas?
Puede que hayáis comprado alguna de variedad de sansevieria, como las que os hemos mostrado, y os haya ocurrido que sus hijuelos no corresponden con el tipo de hoja que comprasteis. ¿A qué se debe?
Os ponemos un ejemplo. De esta variedad de sansevieria, se esperaría que saliesen unos hijuelos del mismo grosor y anchura y, sin embargo, son finos y largos. La explicación se debe puramente a una estrategia comercial.

En realidad, esta sansevieria con el cilindro ancho es exactamente la misma variedad que la de los cilindros finos y largos.
La única diferencia es que se trata de una planta es su estado más maduro y la otra está en pleno crecimiento. Cuando alcance su máxima madurez, llegará a tener las hojas con esa anchura.
Como la sansevieria se multiplica de forma muy fácil mediante esquejes, lo que hacen suelen hacer es cortar esas hojas y, una vez enraícen los cilindros, los plantan en la tierra y los ponen a la venta.
Además de esta estrategia comercial, los centros de jardinería utilizan otras técnicas para hacer que las variedades de sansevierias sean llamativas para el comprador. Os mostramos 2 de ellas:
Sansevierias con las hojas trenzadas
Suele ser habitual encontrar troncos trenzados en algunas plantas como, por ejemplo, la pachira acuática.
Este tipo de troncos se crean desde que la planta es muy pequeña. Se van trenzando a medida que la planta crece y el tronco se va engrosando.
Algunas variedades de sansevierias también se trenzan para dar un efecto decorativo muy interesante.
Se hace, principalmente, con las variedades de forma cónica. Se agrupan sus hojas y se trenzan. Para sujetarlas, se coloca una cinta para que mantenga la forma.
Sansevierias con las puntas de las hojas con color
Las sansevieras cilíndricas, en ocasiones, las venden con la punta pintada en azul. No es natural, las han puesto cola cola y, a continuación, les han pegado unos pelitos azules.
A Iñigo Segurola le parece innecesario. De hecho, ha esperado hasta que su variedad ha desarrollado nuevos brotes para ir, progresivamente, eliminándolos. Si los quitara de golpe, la planta sufriría mucho.
Como podéis ver, en el mercado existe una inmensa cantidad de variedades de sansevierias, de tamaños y formas para todos los gustos. Y es que, además de ser muy decorativa, es muy resistente. ¡Qué más se le puede pedir a una planta!