¿Por qué se secan las orquídeas? Descubre las causas y cómo evitarlas
Soluciones prácticas
Descubre por qué tu orquídea se seca y cómo cuidar cada detalle para que vuelva a lucir sana y preciosa

Dicen las malas lenguas que las orquídeas son tan bonitas como difíciles de cuidar. Y aunque con las directrices adecuadas es posible mantenerlas preciosas y en buen estado, la realidad es que no son las plantas más sencillas de cuidar.
Una de las dudas más comunes es por qué, si parece estar en un entorno adecuado, nuestra orquídea empieza a secarse.
Aunque existen varios factores que pueden causar esto y que te contaremos a continuación, es importante tener en cuenta que no todos los tipos de orquídeas son iguales, ni en su aspecto ni en sus necesidades.
Por ejemplo, las Phalaenopsis son las más comunes y suelen ser más fáciles de cuidar, con requerimientos básicos y bastante adaptables. En cambio, orquídeas como la Oncidium o la Vanda demandan condiciones más concretas en cuanto a humedad, luz y ventilación.
Antes de continuar, es importante diferenciar entre que la planta en general esté secándose y que la vara floral se torne amarilla y se seque. En este último caso, es algo totalmente normal, ya que significa que la floración ha terminado y la orquídea entra en un periodo de reposo.
Ahora sí, vamos a descubrir cuáles son las principales causas por las que tu orquídea se está secando.
Sequedad ambiental: cuando el aire seco las apaga
Una de las principales causas por las que una orquídea puede comenzar a secarse es la baja humedad ambiental. Estas plantas tropicales están acostumbradas a crecer en las copas de los árboles, en zonas donde el aire es cálido y constantemente húmedo.
Por eso, si vives en un entorno seco, como ocurre en muchas zonas del interior de España como Madrid, no basta solo con regarlas.
La sequedad del ambiente hace que tanto las hojas como las raíces pierdan agua rápidamente, dificultando procesos clave como la fotosíntesis. Para evitarlo, además del riego habitual, es importante pulverizar la planta con frecuencia.
Aunque esta suele ser la causa más habitual, hay otros factores que también influyen en su salud.
Riego inadecuado: poca o demasiada agua
Falta de riego
Muchas veces, el motivo por el que una orquídea se seca es simplemente porque no recibe suficiente agua. Estas plantas necesitan un equilibrio: ni mucha ni poca.
Cuando las raíces se quedan secas demasiado tiempo, la planta empieza a mostrar hojas arrugadas y opacas, y puede perder fuerza rápidamente.
Aunque todo dependerá del clima en el que vivas suele ser habitual regarla casa 8 días. Una vez la riegues, mediante el riego por inmersión o mediante la superficie, deja que el exceso de agua se drene bien y listo.

Exceso de agua
Aunque pueda parecer contradictorio, regar en exceso puede promover que una orquídea se seca. Cuando las raíces están constantemente encharcadas, comienzan a pudrirse, lo que impide que absorban el agua y los nutrientes que necesita.
Luz solar directa: cuidado con las quemaduras
Las orquídeas son plantas tropicales que necesitan mucha luz para crecer sanas y florecer. Íñigo Segurola, paisajista y jardinero experimentado, recomienda colocarlas cerca de ventanas para que reciban luz natural, ya que suelen crecer en dirección a la fuente de luz.
Sin embargo, aunque les gusta la luz intensa, el sol directo y fuerte, especialmente en las horas más calurosas del día, puede quemar sus hojas, provocando manchas marrones y una posible deshidratación.

Sustrato compactado: raíces que no pueden respirar
El sustrato para orquídeas, como la corteza de pino, debe tener buena aireación y drenaje, que imite su hábitat natural.
Si el sustrato se compacta y retiene demasiada agua, las raíces no pueden respirar y se dañan o pudren. Como resultado, la planta no absorbe bien el agua ni los nutrientes, lo que provoca que se seque, aunque la riegues correctamente.
¿Y si ya es demasiado tarde?
Si tu orquídea ya muestra signos de estar muy seca o debilitada, no te preocupes, no todo tiene que estar perdido.
Existen formas sencillas de ayudarla a recuperarse: podas adecuadas, buena iluminación, humedad controlada y un pequeño impulso con fertilizantes específicos pueden marcar la diferencia.
Si quieres descubrir todos los pasos para devolverle la vida a tu planta, te será de gran ayuda nuestro artículo sobre cómo recuperar una orquídea. ¡Apunta todos los pasos!