La poda de la buganvilla, una tarea crucial para potenciar su floración

¿Sabes cómo podar tu buganvilla para disfrutar de su belleza y floración al máximo? En este artículo no solo te contamos cuándo realizarla, sino también el paso a paso de la poda de formación para moldear su crecimiento hasta la poda de mantenimiento para conservar su encanto. ¡Aprovecha el potencial de esta planta trepadora!
La buganvilla (género Bougainvillea) es una preciosa planta trepadora que reina en muchos de nuestros jardines, ¡no es para menos! Si por algo destaca es por dar un abundante color a nuestros jardines.
Los individuos más habituales que solemos tener en nuestro jardín son los de color rosa, pero también encontramos individuos de colores blanco, amarillo o púrpura. Si quieres que florezcan y crezcan vigorosamente para que adornen tu jardín, es necesario que las podes de manera correcta. ¿Sabes cómo hacerlo? ¡En este artículo te lo contamos!
Es curioso que, si preguntamos a nuestros familiares y amigos nos dirán, en la mayoría de las ocasiones, que estas estructuras vistosas son sus flores. Sin embargo, nuestro bien desarrollado ojo botánico podrá darse cuenta, con la atención suficiente, de que esto no es así. ¡En el mundo vegetal pocas cosas son lo que parecen!

En realidad, sus flores son diminutas estructuras de color blanco, sin ningún tipo de valor ornamental. Lo que solemos pensar que son sus flores se conocen como brácteas y son hojas modificadas que rodean a la flor y cuyo objetivo es ser vistosas y así contribuir a la función floral, pero sin pertenecer a esta estructura. Ocurre lo mismo con la flor de Pascua o el anturio.
A todos nos encanta mantener a esta planta sana y cuidada para poder potenciar al máximo su floración y su valor ornamental. ¿Sabías que unos cuidados correctos pasan obligatoriamente por una poda correcta? ¡No esperes más para ponerte manos a la obra!
¿Cómo podar la buganvilla? Tipos de poda
En función de nuestras necesidades, deberemos realizar diferentes tipos de poda.
Lo primero que debes saber, y que es transversal a cualquier poda que quieras realizar sobre tu buganvilla, es que un correcto estado de las herramientas que utilices es fundamental para lograr un buen resultado. Con esto no nos referimos únicamente a que las mantengas limpias y desinfectadas (algo fundamental que siempre debemos tener en cuenta) sino que también es importante mantenerlas bien afiladas y libre de óxidos.
Una vez tenemos nuestras herramientas preparadas (tijeras de poda de calidad), aquí te clasifico las diferentes podas para que tengas claras sus diferencias en función de tus necesidades.
Poda de formación
El objetivo de las podas de formación es dar una forma concreta a nuestra planta y facilitar su crecimiento saludable. Suele realizarse durante los primeros años de cultivo de nuestra buganvilla, aunque también puede ser necesario que la realicemos si nuestra planta ha crecido de manera desordenada durante algunos años.
Se trata de una poda fundamental y de la que dependerá el resto de podas, ya que un diseño correcto puede facilitarnos enormemente los cuidados posteriores.

Para llevarla a cabo una buena idea es tener en mente el diseño concreto que queramos dar a nuestra buganvilla y que dependerá de nuestro gusto personal, aunque te recomiendo que para decidirlo decidas primero su ubicación, observes primero tu ejemplar desde cierta distancia para ganar perspectiva y decidas si quieres que se desarrolle con un comportamiento trepador o no.
1. Podar la buganvilla como planta trepadora:
En el caso de que queramos que se desarrolle como una planta trepadora, deberemos seleccionar algunos tallos principales y permitir que se desarrollen en altura junto a una pared, valla o estructura similar sobre la que se pueda enredar. ¡Decorar paredes con buganvillas es una gran idea!
2. Podar la buganvilla como planta en maceta:
Por otro lado, si apostamos por un cultivo de baja altura en maceta, deberemos cortar todas las ramas jóvenes a media altura, algo por encima de las yemas de la rama, donde nos pueda interesar fomentar la aparición de ramas laterales y ganemos en densidad.
Con el tiempo, acabará requiriendo un cambio de contendor. Ten mucho cuidado a la hora de trasplantar una buganvilla a maceta, sus raíces son muy sensibles.
3. Podar la buganvilla como árbol:
Otra opción que personalmente incrementa enormemente el valor ornamental de cualquier jardín es cultivar nuestra buganvilla con el objetivo de que se convierta en un árbol. A pesar de su hábito trepador, esto es completamente posible, siempre que contemos con la suficiente paciencia, ya que es algo que puede tardar años en dar unos buenos resultados.
Para lograr tener un árbol de buganvilla te recomiendo que lo plantes en el suelo o en una gran maceta, alejada de paredes y vallas, y selecciones uno de los tallos verticales que se convertirá en el tronco principal del árbol.
Para que este crezca verticalmente te recomiendo que le coloques al lado un tutor resistente sobre el que pueda apoyarse y que vayas eliminando los brotes laterales que saldrán de esta rama para incentivar el crecimiento vertical hasta lograr la altura que desees y puedas comenzar a darle forma a la copa.
En todos los casos deberemos eliminar aquellos tallos que se entrecrucen, estén rotos, enfermos, débiles o crezcan hacia el interior de nuestra planta, de manera que potenciemos un crecimiento vigoroso de nuestra planta y vayamos, año tras año, conduciéndolo para que adopte la forma elegida.

4. Podar la buganvilla de forma drástica:
Dentro de las podas de formación podemos hablar de las podas drásticas. Estas podastienen como objetivo cambiar radicalmente la estructura de nuestra planta o rejuvenecerla, siendola buganvilla un buen ejemplo donde estas podas dan buen resultado siempre que los cuidadossean los adecuados y cuente con suficientes recursos como para brotar vigorosamente despuésde la poda.
Para ello simplemente puedes cortar tu buganvilla a la altura que consideres apropiada para que comience de nuevo la brotación y puedas cambiar su estructura. Te recomiendo que lo hagas al finalizar el invierno y, aunque se recuperará fácilmente, deber tener en cuenta que es probable que si la poda es muy agresiva la floración de ese año sea mucho menor a la habitual.
Poda de mantenimiento
En el caso concreto de la buganvilla, la poda de mantenimiento es una tarea muy frecuente debido al rápido y vigoroso crecimiento de esta especie.
El objetivo principal de esta poda es mantener la forma que hayamos decidido que adquiera durante la poda de formación y la eliminación ramas dañadas o que hayan comenzado a secarse, pero sin realizar podas tan drásticas ni eliminar ramas principales para lograr una forma concreta.
En esta especie, por ejemplo, es bastante común que salgan chupones, pequeñas ramas que brotan entre el tallo principal y los tallos secundarios o ramas y que son bastante habituales en las partes más bajas de nuestra planta o en la base de las ramificaciones.
Estos chupones van a consumir una gran cantidad de recursos que van a impedir un crecimiento vigoroso de nuestro ejemplar, por lo que te recomiendo que siempre que los veas los elimines muy cerca de su base de brotación.

Al terminar el invierno debes aprovechar para realizar una poda de floración, un tipo de poda de mantenimiento cuyo objetivo es fomentar la floración en la primavera que ahora comienza.
Esta poda es fundamental para mantener un bonito ejemplar, ya que los brotes que ya han florecido no volverán a hacerlo, por lo que su eliminación favorece la aparición de otros nuevos. Para ello te recomiendo que cortes la parte más apical de estas ramas de floración al comienzo de la primavera.
¿Cuándo es el momento adecuado para podar la buganvilla?
Como suele ser habitual, sobre todo en las plantas que florecen, la época ideal para las podas de formación y de mantenimiento es durante febrero o marzo (hemisferio norte).
El momento preciso que buscamos es justo entre la finalización del invierno y el comienzo de la primavera, cuando las últimas heladas han terminado y comienzan las temperaturas más cálidas, pero nuestra planta continúa en un estado vegetativo. De manera excepcional, cuando nos encontremos en una zona donde los inviernos sean muy suaves, las podas durante el otoño también suelen dar buenos resultados, aunque si lo puedes evitar te recomiendo que lo hagas al final del invierno.
Como recomendación personal, en estos casos siempre debemos tener como referencia cuál es el estado de nuestra buganvilla atendiendo a las yemas axilares de nuestras plantas. La idea es realizar la poda cuando estas yemas estén comenzando a hincharse y vayan a comenzar a producir nuevas ramas y hojas, pero antes de que esto haya ocurrido.
Sin embargo, también podemos necesitar realizar podas en otros momentos por necesidades superiores a la formación o al mantenimiento: las conocidas como podas de emergencia. Estas podas pueden ser necesarias cuando nuestro árbol sufre alguna enfermedad en la que necesitamos cortar algunas ramas o alguna circunstancia similar. Por ejemplo, un familiar tenía una preciosa buganvilla en una gran maceta de cerámica y, mientras se encontraba de vacaciones durante el verano, esta maceta se rompió.

Las raíces de esta buganvilla quedaron expuestas durante varias semanas y el árbol comenzó a secarse, por lo que fue necesaria una poda de emergencia que redujera las hojas y, de esta forma, se protegiera a nuestro ejemplar, priorizando su salud y supervivencia a su forma y valor ornamental.
Las buganvillas son plantas que suelen tener un crecimiento y floración muy vigorosa durante la primavera y el verano, por lo que pueden perder rápidamente la forma que hayamos decidido darle. Por este motivo, las podas ligeras de mantenimiento o los pinzados pueden realizarse tranquilamente durante este periodo de crecimiento, siempre que no sean muy agresivas y el objetivo sea el mantenimiento de la forma.
¿Se puede podar la buganvilla si está en flor?
La buganvilla se puede podar sin problemas durante su periodo de floración, aunque te recomiendo que lo evites si no es estrictamente necesario. Una poda durante este periodo difícilmente afectará a su estado de salud, pero reducirá su capacidad de floración.
¿Para qué vamos a querer esto? Por supuesto, te recomiendo el pinzado y las podas de mantenimiento que ayuden a conservar la forma apropiada, pero evitando podas más drásticas y realizándolas durante el estado vegetativo de la planta para poder disfrutar de su preciosa floración.
Cuidados de la buganvilla después de la poda
Inmediatamente después de la poda de la buganvilla te recomiendo que laves lo máximo posible las heridas que se hayan producido con el fin de evitar la entrada de enfermedades.

En la medida de lo posible y, sobre todo, si durante la poda se han generado grandes heridas, debemos cerrar estas heridas con pastas cicatrizantes o, en su defecto, cera de velas.
Para lograr que la planta se recupere rápidamente y comience a brotar con vigorosidad, te recomiendo que fertilices con abonos equilibrados y te asegures de que dispone del agua necesaria para un crecimiento óptimo. Como siempre, la atención y el control exhaustivo de nuestra planta es la mejor de nuestras herramientas en el jardín.
Como has visto la buganvilla es una auténtica planta todoterreno que nos permitirá experimentar con bastante libertad entre las diferentes podas que le podemos realizar. Un cuidado óptimo y eficiente de nuestras plantas pasa obligatoriamente por controlar sus podas. ¡Manos a la obra!