Cómo renovar tu porche sin obra: ideas fáciles y efectivas

El porche, ese espacio cubierto que conecta el interior con el exterior de la casa, tiene un encanto especial: está más resguardado que una terraza y suele ser más accesible y funcional que un patio.

Con la llegada del buen tiempo, es el lugar perfecto para estar más tiempo fuera: descansamos, leemos, comemos o nos echamos una pequeña siesta… Es un rincón que debe hacernos sentir dentro de las paredes del hogar, como en nuestra propia casa.

Si sientes que tu porche está un poco desfasado y necesita una renovación, no te preocupes, porque tenemos ideas geniales y, lo mejor, ¡sin obra! Sabemos que no siempre queremos meternos en cambios radicales, pero sí lograr transformaciones sustanciales y bonitas.

Con unas pequeñas tareas de bricolaje podrás cambiar por completo la estética de tu porche sin gastar mucho dinero.

Un suelo nuevo sin levantar el antiguo: la forma más rápida para renovar tu porche

Probablemente el cambio más efectivo y rápido para poder renovar un porche sin hacer obra sea modificando el suelo.

Normalmente, los suelos para terrazas exteriores sin obra son muy similares a los que se usan en porches, ya que ambos deben resistir bien la intemperie.

En un porche cubierto, sin embargo, puedes apostar más por acabados decorativos, materiales menos impermeables ya que el espacio está más protegido de la lluvia y del sol directo.

Hoy en día hay opciones súper variadas, para todos los gustos y bolsillos, y, cómo no, para cada tipo de clima. Algunas de ellas son:

• Baldosas de exterior antideslizantes.
• Suelos vinílicos especiales para exterior.
• Suelos de composite (WPC).
• Losetas tipo deck encajables.
• Tarima entramada de exterior.
• Alfombras vinílicas de exterior (solo para porches cubiertos).

Pintar: el truco más sencillo y efectivo para darle vida a tu porche

Si solo pudieras hacer una cosa para transformar tu porche, pintar sería una apuesta segura. Como ya te hemos anticipado, puedes pintar directamente el suelo o las baldosas con productos específicos para cada material, pero también las paredes exteriores.

Ten en cuenta que el color de la pintura influye directamente en la sensación de amplitud del espacio y en la concentración del calor. Por ejemplo, los tonos claros amplían visualmente y reflejan más la luz, mientras que los colores oscuros aportan calidez y profundidad.

Puedes apostar por pintar la superficie en un mismo color y jugar con formas geométricas, grecas, cenefas u otros motivos decorativos para darle personalidad al espacio.

Si tienes muebles en buen estado, píntalos para darles una nueva cara. Te sorprenderá cómo un cambio de color puede transformar todo el ambiente. El tipo de pintura que uses influirá mucho en el aspecto final:

• La pintura a la tiza deja un efecto mate, vintage y muy decorativo.
• La pintura esmalte sintético ofrece un acabado brillante y duradero, perfecto si buscas un look moderno y resistente a rayaduras.
• El lasur o barniz teñido realza la belleza natural de la madera manteniendo un acabado protector y elegante.

Si no sabes muy bien por cuál decidirte y tus muebles son de madera, te vendrá a la perfección la siguiente guía para saber qué tipos de pintura para madera hay y cómo elegir la mejor.

Crea tus propios muebles y dale personalidad

Además de modernizar muebles que ya tengas, puedes crear otros nuevos con tus propias manos. Y no, no necesitas ser un experto carpintero para tener muebles bonitos y prácticos.

¿Acaso no has visto cómo, con unos simples palets, se pueden montar sofás y sillones únicos? No necesitas experiencia, solo ganas y un poco de maña. Los palets de madera son uno de los recursos más versátiles para el bricolaje exterior: fáciles de trabajar y personalizar.

Si te va un estilo más rústico y clásico, una mesa de madera siempre es un acierto. Puedes hacerla con listones reciclados, comprarlos a medida o usar elementos reutilizados. Una idea que nos encanta: hacer una mesa con una bobina de cable. Es original, decorativa y muy fácil de personalizar.

Y si quieres que tu porche se convierta en una zona chill out casera, anímate a crear algún mueble de relajación ¿Suena bien verdad?

Si quieres incorporar algún elemento de este estilo te encantará conocer los siguientes tutoriales para hacer una mecedora colgante con un palé, una silla colgante de exterior y para colgar un columpio paso a paso de manera segura.

Para que tu nuevo porche dure más, no te olvides de proteger los muebles que has creado. Para proteger la madera de exterior aplica barnices o aceites cada cierto tiempo.

Paredes, celosías y paneles: opciones fáciles para renovar el espacio sin obra

Aunque la opción más barata para cubrir una pared sea la pintura, existen muchas más alternativas igual de interesantes para renovar el porche en poco tiempo, de forma sencilla y sin obras.

Algunas opciones a tener en cuenta son los revestimientos de vinilo, los paneles decorativos adhesivos que imitan ladrillo, madera o baldosas, o incluso las celosías de madera o PVC, que además de decorar, pueden ayudarte a ganar privacidad, sombra y diseño.

Esta última opción es ideal si quieres incluir plantas trepadoras, con flor o sin ella, o incluso montar un jardín vertical con jardineras o estructuras móviles. ¡Lo resistirán sin problema!

También puedes incorporar unas cortinas de exterior, sujetas con barras o tensores, que te aportarán un plus de privacidad sin perder la frescura y luminosidad que caracteriza a estos espacios del hogar.

Iluminación: el detalle que transforma tu porche también de noche

Siempre lo decimos, ¡la iluminación lo es todo! Puede crear sensaciones muy diferentes: desde calidez y confort hasta frío o incluso oscuridad.

Si quieres renovar tu porche sin hacer obra, piensa en las opciones que hay hoy en día en el mercado: guirnaldas solares que se cargan durante el día y por la noche sorprenden con su preciosa luz, luces LED con sensor de movimiento, o incluso hacer tus propias luces caseras con tarros de cristal y velas.

Por si te sirve de ayuda, te dejamos varios tutoriales paso a paso para instalar un aplique de pared exterior y para colocar luces LED en el techo.

Detalles decorativos que reflejan tu estilo y hacen único tu porche

Además de las tareas de bricolaje fáciles y económicas, es imprescindible añadir esos toques decorativos que reflejen tu estilo y carácter.

Al final, son los pequeños detalles los que marcan la diferencia, y en espacios como el porche, incorporar elementos decorativos (ya sean comprados o hechos por ti) es clave para que el espacio hable de ti y de tu personalidad.

Unos cojines con estampado étnico, marinero o en blanco minimalista; maceteros con mucho rollo para tus plantas favoritas; alfombras naturales que aporten calidez y la sensación de hogar… Todo suma.

Y lo bonito es que puedes cambiar algunos elementos según la estación del año: telas más frescas en primavera y verano, mantas suaves y cálidas para los meses fríos. Así, el porche se adapta contigo.

Como ves, renovar tu porche sin obras es totalmente posible. Con ideas puedes darle una segunda vida a este espacio en solo unos días. ¡Solo creatividad y tus propias manos!