Los trucos de Joseba Arguiñano para hacer una bechamel sin grumos
¿Te has puesto manos a la obra a preparar unas croquetas caseras y la bechamel no te ha quedado fina? ¡Tranquilidad! Ocurre más a menudo de lo que nos gustaría, pero Joseba Arguiñano nos cuenta sus trucos para conseguir una bechamel sin grumos.
Sigue su paso a paso para lograr una base fina, ligera y bien cocinada para utilizar tanto con verduras como con carnes y mariscos.
La clave de unas croquetas de jamón perfectas o de una rica lasaña de carne está en conseguir una buena bechamel, pero muchas veces, por desconocimiento o por hacerla con prisas, no nos queda cómo debería.
Si te ha pasado alguna vez, no te preocupes, porque con los trucos de Joseba Arguiñano, lograrás una bechamel sin grumos de una forma muy sencilla. Solo tienes que seguir su paso a paso y obtendrás una base final y ligera, perfecta para elevar cualquiera de tus platos.
El paso a paso de Joseba Arguiñano para hacer una bechamel sin grumos
Lo primero que tienes que hacer es poner en un cazo un buen trozo de mantequilla (30 g). Cuando ya se haya derretido, es momento de agregar la harina (40 g). Y aquí llega el primer consejo de Joseba.
'Cuando hagamos una bechamel, es muy importante cocinar bien la harina. Vamos a hacer una roux', explica.
Una roux es una mezcla básica de harina y grasa (generalmente mantequilla, pero también puede ser aceite o manteca) que se utiliza como base en muchas recetas, especialmente en la cocina francesa. Se emplea para espesar salsas, sopas, cremas y guisos.
Bate bien con una varilla manual la harina y la mantequilla, hasta obtener una mezcla homogénea. Y cuando tengas la roux casi a punto, es momento de empezar a añadir la leche (500 ml). ¡Pero nunca de golpe! Hay que ir agregándola poco a poco. 'Golpecito y buen meneo. Golpecito y buen meneo', explica Joseba.
Y este es precisamente el truco clave de Joseba Arguiñano para lograr una bechamel sin grumos. 'Echad un poquito de leche, ¿eh? Es mejor más golpes y más meneos, porque así va a quedar sin grumos, más fina y mejor cocinada', aconseja.
Aunque veáis que se está haciendo una masa, 'no pasa nada, ¡no os preocupéis! La vamos a ir aligerando con la leche que vamos a ir añadiendo'.
Los movimientos a la hora de mezclar la leche con la harina y la mantequilla también son claves para conseguir una bechamel sin grumos. 'Suave, suave al principio, para que no salga volando la leche, y cuando empiece de nuevo a hervir, otro meneo', apunta Joseba.
Cuando tengáis la bechamel casi en su punto (salen unos 550 g), llega el truco final. 'La ponemos a punto de sal, porque sosos no vamos a andar, y le echamos otro chorritín de leche, y la misma jugada', remata Joseba.
'¡Ya veis qué cosa más sencilla y que le gusta a todo el mundo!'.
Recetas para utilizar la bechamel sin grumos
Aunque las croquetas, las lasañas o los canelones son las recetas en las que más se utilizan la bechamel, puedes utilizar la bechamel sin grumos de Joseba Arguiñano para elevar muchos platos.
Le puedes dar un toque especial a tus verduras como en esta receta de brócoli con patatas y bechamel o preparar una coliflor con bechamel gratinada.
Si te apetece marisco, puedes preparar unas clásicas vieiras rellenas o unos mejillones gratinados con bechamel.
Y si buscas un aperitivo clásico, pero con toque, apunta estos huevos rellenos con bechamel y queso.