Snack crujiente
Almendras garrapiñadas
Receta sencilla y económica para preparar en casa las almendras crujientes y doradas de feria
Las almendras garrapiñadas son uno de esos dulces tradicionales de las ferias, las fiestas populares y la Navidad. Aquí te enseño cómo prepararlas en casa. Son perfectas como bocado dulce, para acompañar un café, decorar postres o incluso como un regalo casero en un frasco bonito.
Esta receta clásica requiere apenas unos pocos ingredientes: almendras con piel, azúcar y agua. A partir de ahí, todo depende de la paciencia y del control de la temperatura. Sigue el paso a paso y consigue ese caramelizado perfecto de las almendras.
Índice de contenidos
Ingredientes
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200 gramos de almendra con piel
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150 gramos de azúcar blanco
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100 mililitros de agua
-
1 cucharadita esencia de vainilla (opcional)
Raciones
4
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
10 m
Cocinado
25 m
Tiempo total
35 m
Alérgenos
Frutos de cáscara
Cómo hacer almendras garrapiñadas
Disuelve el azúcar con el agua y la vainilla
Coloca una bandeja de horno grande o una mesa cubierta con papel sulfurizado. Este paso es importante, ya que las almendras se endurecen rápidamente y conviene tener todo preparado.
En una sartén amplia, añade el azúcar, el agua y la vainilla (si decides usarla). Calienta a fuego suave hasta que el azúcar se disuelva por completo.
Añade las almendras a la sartén
Incorpora las almendras enteras y remueve bien para que se impregnen por completo con el almíbar, evitando que se amontonen.
Remueve constantemente
Sube ligeramente el fuego hasta que la mezcla empiece a hervir. Luego, baja la temperatura y cocina removiendo de forma constante para que el almíbar se reduzca poco a poco.
Continúa removiendo las almendras hasta que el azúcar se cristalice
Cuando el agua se haya evaporado, el azúcar cristalizará de golpe, formando una capa blanquecina con textura de arena. Sigue moviendo las almendras para que todas queden cubiertas de forma uniforme.
El azúcar volverá a caramelizarse; sigue removiendo
Mantén las almendras a fuego bajo y continúa removiendo. El azúcar cristalizado empezará a fundirse de nuevo, formando un caramelo oscuro y brillante que envolverá cada almendra.
Remueve sin parar y ten cuidado de no quemarlas.
Extiende las almendras garrapiñadas y déjalas enfriar
Cuando alcancen el color y brillo deseados, retíralas rápidamente y extiéndelas sobre el papel preparado. Sepáralas con un tenedor para evitar que se peguen entre sí.
Déjalas enfriar por completo antes de guardarlas en un recipiente de vidrio hermético. Así se conservarán crujientes durante semanas.
Consejos y trucos
Controla la temperatura. Si el fuego está demasiado alto, el azúcar se quemará antes de tiempo.
Usa una sartén amplia, ya que necesitarás espacio para mover las almendras con soltura.
No añadas mantequilla ni aceite. Aunque algunas recetas los incluyen, solo con agua y azúcar se logra el sabor y la textura tradicionales: crujientes y doradas.
La vainilla es opcional; también puedes aromatizarlas con canela en polvo.
No dejes de remover. El secreto del caramelizado perfecto es mantener el movimiento constante; de lo contrario, podrían quemarse.
Ten mucho cuidado al manipular el caramelo, ya que alcanza temperaturas muy altas. Usa una cuchara de madera y, si no tienes experiencia, protégete con un guante de cocina grueso.
Preguntas y respuestas
¿Con qué se pueden acompañar las almendras garrapiñadas?
Puedes disfrutarlas solas como dulce tradicional o regalarlas en frascos.
También puedes triturarlas o picarlas para utilizarlas como topping en postres: quedan perfectas sobre una tarta de mango y requesón, una banda de ciruelas o incluso un helado de avellanas tostadas.