Guacamole cremoso: receta mexicana casera de Karlos Arguiñano

06 mar 2025 - 15:30
Cremoso, rápido y lleno de sabor
Cremoso, rápido y lleno de sabor | Hogarmania

El guacamole es una de las salsas más populares de la gastronomía mexicana. Es un dip de aguacate fresco y cremoso que se puede disfrutar como aperitivo, acompañamiento o incluso como parte de otros platos.

Si te gusta el guacamole casero y recién hecho, sigue esta receta de Karlos Arguiñano. Es sencilla, rápida y deliciosa.

Raciones

2

Coste

Bajo

Dificultad

Fácil

Preparación

15 m

Tiempo total

15 m

Ingredientes:

  • 2 aguacates
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cebolleta
  • Sal
  • Zumo de medio limón
  • 25 hojas de cilantro

Elaboración de la receta de guacamole paso a paso

1. Pela y corta los ingredientes

Retira la piel y el hueso del aguacate. Para ello, córtalo por la mitad a lo largo y gíralo suavemente para separar ambas mitades. Con un cuchillo, clava la hoja en el hueso y gíralo con cuidado para desprenderlo.

Para extraer la pulpa, desliza una cuchara entre la piel y la carne del aguacate y retírala completamente.Coloca la pulpa en el recipiente de la picadora.

Pela el tomate y la cebolleta, luego pícalos finamente y agrégalos al recipiente. Incorpora también el cilantro fresco picado, el zumo de limón recién exprimido y una pizca de sal.

Pon los ingredientes en la picadora
Pon los ingredientes en la picadora | Hogarmania

2. Tritura los ingredientes para el guacamole

Cierra la picadora y tritura los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea y cremosa.

Prueba la mezcla y ajusta el punto de sal y acidez si es necesario, añadiendo más zumo de limón según tu preferencia. Una vez listo, sirve el guacamole en un bol y acompáñalo con nachos, tostadas o como guarnición de otros platos.

Tritura los ingredientes
Tritura los ingredientes | Hogarmania

Consejos de Karlos Arguiñano para hacer guacamole

El guacamole tiene sus orígenes en la época prehispánica, dentro de la civilización azteca. Su nombre proviene del náhuatl 'ahuacamolli', que combina 'ahuacatl' (aguacate) y 'molli' (salsa).

Los aztecas ya preparaban una versión primitiva de esta receta, machacando aguacates y mezclándolos con otros ingredientes disponibles en su entorno.

La receta tradicional y auténtica de guacamole solo lleva aguacate, sal, limón, chile, cebolleta, ajo y cilantro. Estos ingredientes se machacan en un 'molcajete' (mortero de piedra) hasta lograr una consistencia homogénea, pero con algo de textura.

Como ocurre con muchas recetas en la gastronomía española y latinoamericana, su preparación varía según la región, añadiendo o eliminando ciertos ingredientes.

Guacamole con tomate o sin tomate

La inclusión del tomate en el guacamole es opcional. En las versiones más puristas de la receta mexicana, no se utiliza.

Sin embargo, en algunas regiones de México y en muchas adaptaciones internacionales, se le añade tomate picado para aportar más volumen, frescura y un ligero contraste de textura.

Si decides incluirlo, es recomendable retirar las semillas antes de añadirlo para evitar un exceso de líquido.

Aguacates maduros

Uno de los errores más comunes al preparar guacamole es usar aguacates que no están en su punto óptimo de maduración.

Si están verdes, el guacamole quedará con una textura dura y un sabor amargo; si están demasiado maduros, tendrá un gusto rancio. Lo ideal es utilizar aguacates con la pulpa cremosa, que se deshagan fácilmente al presionarlos con un tenedor.

Si no sabes cómo pelar y deshuesar un aguacate, sigue el truco de Karlos Arguiñano.

Cómo hacer un guacamole casero cremoso

La textura del guacamole depende del gusto personal. Algunos prefieren triturarlo con un tenedor para mantener trozos visibles, mientras que otros optan por una picadora para obtener una mezcla más homogénea. La elección dependerá del uso que quieras darle y de la textura que prefieras.

Si lo trituras demasiado, la mezcla quedará demasiado líquida o pastosa; si lo dejas muy entero, perderá su cremosidad característica.

Lo ideal es alcanzar un punto intermedio: machacarlo con un tenedor o darle pulsaciones cortas en la picadora para conservar pequeños trozos visibles.

Si buscas una consistencia más suave, perfecta para untar en tostadas, tritúralo de manera continua hasta obtener una pasta fina.

Cómo conservar el guacamole

El guacamole tiende a oxidarse rápidamente y volverse marrón en poco tiempo. Para evitarlo, añade suficiente zumo de limón y cúbrelo con film transparente, asegurándote de que el plástico toque directamente la superficie del guacamole.

También puedes guardarlo en un recipiente hermético y añadir una fina capa de aceite de oliva sobre la mezcla para reducir la oxidación.

Lo mejor es consumirlo el mismo día, pero si necesitas almacenarlo, puede durar hasta 24 horas en la nevera sin perder demasiado sabor ni textura.

Si la capa superior se oscurece, retírala con una cuchara y sigue disfrutando del resto.

No se recomienda congelarlo, ya que el aguacate cambia su textura al descongelarse.

Con qué se puede acompañar el guacamole

El guacamole es un acompañamiento versátil que combina con una gran variedad de platos. Tradicionalmente, se sirve con totopos (nachos de maíz), pero también es ideal para tacos de carnitas, burritos y quesadillas.

Además, puede usarse como dip para crudités de verduras como zanahorias, apio y pepino, o como base para tostadas y bocadillos.

Si buscas incorporarlo en comidas más sustanciosas, acompáñalo con carnes a la parrilla, pollo o pescado. También puedes servirlo con arroz, como en la receta de arroz con guacamole de Karlos Arguiñano. Sea como sea, el guacamole siempre será una opción deliciosa y nutritiva para cualquier ocasión.

Editado por: Marisol Mattos
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