Plato al horno
Sardinas al horno, receta de Karlos Arguiñano
El pescado azul en su versión más fácil y deliciosa
Karlos Arguiñano enseña cómo hacer sardinas al horno sin que huelan. Una receta de pescado azul perfecta, que acompaña con pan de ajo.
Un plato saludable y rico en omega 3, ideal como aperitivo o cena ligera. Hazla en casa y verás que tus vecinos no se darán cuenta.
Índice de contenidos
Ingredientes
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24 sardinas
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3 dientes de ajo
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1/2 barra de pan
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aceite de oliva virgen extra
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sal
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perejil
Raciones
4
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
13 m
Cocinado
12 m
Tiempo total
25 m
Alérgenos
Pescado
Gluten
Cómo hacer sardinas al horno sin que huelan
Prepara un aceite con ajo y perejil picado
Para el aceite de ajo, pela los ajos, trocéalos y ponlos en un mortero.
Agrega un poco de sal y májalos bien. Agrega 1 cucharada de perejil picado y 6 cucharadas de aceite, y mezcla bien.
Unta el pan con el aceite y hornéalo
Corta 12 rebanadas finas de pan, extiéndelas sobre una bandeja de horno y úntalas con el aceite de ajo y perejil.
Hornéalas a 220 ºC durante 6 minutos.
Limpia y sazona las sardinas, luego hornéalas
Limpia las sardinas (retirándoles las cabezas y las tripas).
Cubre una bandeja de horno con papel de horno, coloca las sardinas encima y sazónalas.
Úntalas con un poco del aceite de ajo y perejil, introdúcelas en el horno y hornéalas a 220 ºC durante 8-10 minutos.
Sirve las sardinas al horno acompañadas con pan de ajo
Sirve 6 sardinas y 3 rebanadas de pan en cada plato. Adereza las sardinas con un poco de aceite de ajo y perejil, y decora los platos con unas hojas de perejil.
Consejos y trucos
Si no sabes cómo limpiar las sardinas, puedes hacerlo fácilmente con unas tijeras.
Corta la cabeza, abre el vientre y retira las vísceras. Así de sencillo. Luego estarán listas para hornearlas.
Si no quieres que toda la escalera se entere de que has cocinado sardinas, tu mejor aliado es el horno. Cocinadas así, quedarán tiernas y sabrosas, y conseguirás que los olores indeseados se queden dentro.
Si te sobra pan de ajo, aprovéchalo. Puedes triturarlo para hacer pan rallado o cortarlo en dados para preparar picatostes crujientes.