Ingredientes para elaborar salsa holandesa
- 200 gr. de mantequilla
- 4 yemas de huevo
- zumo de 1/2 limón o 1 cucharada de vino blanco
- una pizca de sal
Elaboración de la salsa holandesa
Funde la mantequilla en un cazo retirando la espuma que aparece en la superficie, y deja que temple.

Pon las yemas de huevo en un cuenco y bátelas con una batidora de varillas.

Cuando empiecen a montar, añade poco a poco la mantequilla fundida, con cuidado de no echar el suero que queda en el fondo, sin dejar de batir hasta conseguir una crema fina.

Agrega el zumo de 1/2 limón o una cucharada de vino blanco y una pizca de sal sin dejar de batir. Sirve la salsa holandesa.
¿Qué hacer si se corta la salsa holandesa?
Al hacer la salsa, como es muy delicada, es posible que se pueda cortar. En ese caso, se puede buscar solución.
En el caso de que se haya cortado muy poco, la solución será añadir una cucharada de agua tibia poco a poco y batir de nuevo. De esta manera lograremos que lige de nuevo
Si la salsa se ha cortado mucho, tendremos que pone en un cuenco una yema, empezar a batirla y echar unas gotas de agua. Cuando empiece a montarse, iremos añadiendo poco a poco la salsa que se nos había cortado previamente. Así, se irá ligando de nuevo.
¿Cuánto tiempo dura la salsa holandesa?
La salsa holandesa, al igual que la mayonesa casera, puede durar entre 2 o 3 días en la nevera. Una vez pasado ese tiempo, se recomienda no consumirla por prevención.
Cómo servir la salsa holandesa
Puedes servir la salsa holandesa en un pequeño plato en el centro de la mesa y decorarlo con un poco de pimienta espolvoreada, pero también puedes utilizarla en recetas de pescados y mariscos, carnes y verduras, puesto que combina perfectamnete con este tipo de platos.
Por otro lado, es una slsa que también se utiliza para elaborar otras como la salsa noisette, la bearnesa o la muselina.
Con qué acompañar la salsa holandesa
La salsa holandesa es una de las salsas más importantes de la cocina francesa, siendo una parte fundamental en muchos platos y recetas.
Uno de los platos más conocidos en el que la salsa holandesa desempeña un papel fundamental es la receta de huevos Benedict o huevos Benedictine.
Así todo, son muchas las recetas en las podremos encontrar este aliño. Por ejemplo: bacalao gratinado con salsa holandesa, hojaldres de marisco con salsa holandesa, puerros con salsa holandesa, mejillones gratinados con salsa holandesa y vieiras con salsa holandesa, entre otras.