Receta casera
Cómo hacer salsa holandesa
Aprende a preparar la salsa holandesa en pocos minutos.
Karlos Arguiñano nos enseña a preparar una auténtica salsa holandesa, una emulsión clásica elaborada con mantequilla, yemas de huevo y zumo de limón. Es una salsa cremosa y versátil que combina especialmente bien con pescados, verduras al vapor o ensaladas.
A pesar de su nombre, la salsa holandesa es una receta tradicional de la cocina francesa y forma parte de las cinco salsas básicas de la gastronomía. Su textura suave y su sabor ligeramente ácido la convierten en un acompañamiento imprescindible para muchos platos.
Índice de contenidos
Ingredientes para hacer salsa holandesa
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200 gramos de mantequilla
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4 yemas de huevo
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Zumo de medio limón
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Una pizca de sal
Raciones
4
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
20 m
Cocinado
30 m
Tiempo total
50 m
Alérgenos
Leche
Cómo hacer salsa holandesa paso a paso
Funde la mantequilla en un cazo retirando la espuma que aparece en la superficie, y deja que temple.
Pon las yemas de huevo en un cuenco y bátelas con una batidora de varillas.
Cuando empiecen a montar, añade poco a poco la mantequilla fundida, con cuidado de no echar el suero que queda en el fondo, sin dejar de batir hasta conseguir una crema fina.
Haz lo mismo con el zumo de 1/2 limón o una cucharada de vino blanco, e incorpóralo sin dejar de batir. Añade también una pizca de sal y bate hasta conseguir la textura deseada.
¿Por qué se llama salsa holandesa?
La salsa holandesa es una de las grandes salsas de la cocina francesa. Aunque su nombre pueda llevar a confusión, su origen no está en Holanda, sino en Francia, donde se convirtió en una de las cinco salsas madre de la gastronomía clásica.
Sus primeras versiones surgieron en el siglo XVII, cuando los cocineros empezaron a preparar emulsiones templadas con mantequilla y yema de huevo. Con el tiempo adoptó el nombre de “holandesa”, posiblemente porque se elaboraba con mantequilla procedente de Holanda. Hoy es una salsa básica y muy apreciada para acompañar pescados, verduras o platos como los Huevos Benedict.
Preguntas y respuestas
¿Qué hacer si se corta la salsa holandesa?
En el caso de que se haya cortado muy poco, la solución será añadir una cucharada de agua tibia poco a poco y batir de nuevo. De esta manera lograremos que ligue otra vez.
Si la salsa se ha cortado mucho, tendremos que poner en un cuenco una yema, empezar a batirla y echar unas gotas de agua. Cuando empiece a montarse, iremos añadiendo poco a poco la salsa que se nos había cortado previamente. Así, se irá ligando de nuevo.
¿Cuánto tiempo dura la salsa holandesa?
La salsa holandesa, al igual que la mayonesa casera, puede durar entre 2 o 3 días en la nevera. Una vez pasado ese tiempo, se recomienda no consumirla.
¿Cómo servir la salsa holandesa?
Puedes servir la salsa holandesa en un pequeño plato en el centro de la mesa y decorarlo con un poco de pimienta espolvoreada, pero también puedes utilizarla en recetas de pescados y mariscos, carnes y verduras, puesto que combina perfectamente con este tipo de platos.
Por otro lado, es una salsa que también se utiliza para elaborar otras como la salsa bearnesa, la noisette o la muselina.
¿Con qué acompañar la salsa holandesa?
La salsa holandesa es una de las salsas más importantes de la cocina francesa, siendo una parte fundamental en muchos platos y recetas.
Uno de los platos más conocidos en el que la salsa holandesa desempeña un papel fundamental es la receta de huevos Benedict o huevos Benedictine.
Así todo, son muchas las recetas en las podremos encontrar este aliño. Por ejemplo en unos ricos hojaldres de marisco con salsa holandesa, puerros con salsa holandesa, mejillones gratinados con salsa holandesa y vieiras con salsa holandesa, entre otras.