Decoración de estilo sobrio

En este proyecto el decorador ha intentado en todo momento que los muebles pasen desapercibidos, únicamente delatados por unos grandes tiradores para dar un poco de brillo a tanta planimetría de madera. Utiliza líneas rectas, muy sobrias. La pared es un papel vinílico y sufrido.

La iluminación es indirecta, halógena, y puede regularse para dar una ambientación adecuada a la decoración.

En el piso de arriba, hay una zona de trabajo con un escritorio y una zona de estar que se ha colocado bajo el lucernario. El parquet es de carácter semi-industrial, étnico...

La cocina es muy funcional y comparte el mismo suelo que el salón, que está a continuación de la cocina, y tiene un formato de "L". La zona del comedor está compuesta por una gran mesa y unas sillas de piel ignífuga, tratadas para evitar rozaduras, quemaduras... La iluminación aquí también es indirecta. La decoración del salón parte de un aparador, una pieza exclusiva diseñada expresamente para la vivienda. El sofá y los dos sillones están tapizados con pana, un tejido muy sufrido, ya que conserva el color y es fácil de limpiar.

El dormitorio principal contiene elementos compuestos por los mismos materiales que en el resto de la decoración de la casa: madera y piel en diferentes texturas. En esta habitación hay un gran ventanal, cuya entrada directa de la luz permite trabajar con colores oscuros, que al mismo tiempo permiten crear un espacio muy íntimo.

El baño tiene un suelo porcelánico rayado, que de alguna manera mantiene una referencia con el parquet del salón y el dormitorio. Debido a las reducidas dimensiones de esta estancia, se ha sustituido el bidet por un flexo a modo de ducha junto al inodoro. Otra de los elementos que más destaca en este espacio es la luz del tocador, una luz de camerino, ni muy fría ni muy cálida.