Madreselva, la planta trepadora ideal para tu jardín

Descubre todo sobre la lonicera o madreselva, una planta trepadora resistente y aromática. Aprende a cuidarla, podarla y reproducirla para llenar tu jardín de flores y fragancia durante todo el año.
Ficha de la planta madreselva
- Nombre común: Madreselva, lonicera
- Nombre científico: Lonicera caprifolium
- Origen: Europa
- Familia : Caprifoliaceae
- Luz : Semisombra
- Ubicación: Exterior
- Temperatura: Resistente a las heladas
- Riego: Regular, dos veces por semana. (Se puede aumentar en verano dependiendo de las necesidades)
Características generales
La lonicera, más conocida como madreselva, es una planta trepadora originaria de Europa y perteneciente a la familia Caprifoliaceae.
Dentro del género Lonicera, podemos encontrar variedades muy diversas como Lonicera nitida, Lonicera japonica, Lonicera periclymenum, Lonicera sempervirens, Lonicera implexa, Lonicera caerulea, Lonicera caprifolium y Lonicera etrusca.
Cada una tiene sus propias particularidades. Por ejemplo, Lonicera japonica es una variedad que debe ser controlada debido a su carácter invasor.

Una de las más populares y conocidas es la Lonicera caprifolium, la madreselva de los jardines. Destaca frente al resto de plantas del jardín debido a su carácter ornamental y a su capacidad de cubrir rápidamente superficies verticales como muros y vallas. Si estás buscando una planta para cubrir una valla, sin duda, es una estupenda opción gracias a su rápido crecimiento.
Desarrolla hojas de un verde intenso durante todo el año, son perennes, y, con la llegada de la primavera, ofrece unas llamativas flores de color blanco, amarillo o rosa. Tras la floración, desarrolla una baya roja oscura donde esconde sus semillas.
Además de su capacidad para crear unos espacios cerrados y generar intimidad dentro de tu propio hogar, sus flores aromáticas proporcionan un delicioso olor al entorno.
Este aroma es especialmente intenso durante las noches, con el fin de atraer de forma más eficaz a los polinizadores, fundamentales para el mantenimiento de una correcta biodiversidad. Otra planta que perfuma el jardín por las noches es el galán de noche o Cestrum nocturnum.

Su aroma también puede actuar como un repelente natural para ciertos insectos. En concreto, puede actuar como un potente repelente de insectos como los pulgones.
Cuidados esenciales para la madreselva
Luz y temperatura
La madreselva prefiere una exposición de semisombra. Aunque puede tolerar algo de luz directa, no prosperará si está expuesta a sol directo durante todo el día, especialmente en climas calurosos.
Una de sus características más importantes es su gran resistencia a las bajas temperaturas y a las heladas, algo poco común en muchas plantas. Si vives en un clima frío, se adaptará bien, aunque crece mucho mejor en climas templados.
Riego
Es una planta que demanda riegos regulares, especialmente durante su periodo de crecimiento y floración. En otoño e invierno, por el contrario, hay que reducirlos ya que entra en un periodo de reposo.
Es importante asegurarse de que el agua no se acumule en la base de la planta, ya que esto puede generar problemas de pudrición de las raíces.
Suelo y abono
La madreselva requiere un suelo bien drenado que permita que el agua sobrante se filtre sin quedarse estancada.

En cuanto al abono, suele ser recomendable fertilizarla con un producto especial para plantas trepadoras a principios de primavera para potenciar su crecimiento y floración.
Guiado
La madreselva es un tipo de planta trepadora que crece en forma de espiral, es decir, sus ramas se arquean y se enroscan sobre los diferentes soportes que encuentra.
Necesita que, inicialmente, se enrosquen y se fijen sus tallos principales a un soporte resistente con bridas de jardín o con cualquier amarre para plantas trepadoras.
A medida que vaya creciendo, puede ser necesario unir los nuevos brotes al soporte para mantener un crecimiento uniforme. Este guiado, junto con una correcta poda, es clave para su mantenimiento.
Plagas y enfermedades comunes
La madreselva es una planta resistente, pero puede ser susceptible a ciertas plagas y enfermedades.
Entre las plagas más comunes se encuentran la cochinilla algodonosa, que cubre los tallos con una capa algodonosa blanca, y la mosca blanca, que se alimenta de la savia y debilita la planta. Realiza inspecciones periódicas, como siempre te recomendamos para que, en caso de aparezca alguna de ellas, actúes rápidamente con los productos especiales.

Respecto a las enfermedades, la más habitual es la podredumbre de las raíces, que ocurre debido a un exceso de humedad, y el oídio, que deja un polvo blanco sobre la superficie de las hojas.
Poda de la madreselva
La madreselva es una de las mejores plantas trepadoras de crecimiento rápido para decorar tu jardín, pero este ritmo de crecimiento requiere podas ocasionales para controlar su expansión y fomentar una floración adecuada.
Este arbusto se poda a principios de invierno para que, en primavera, obtenga un mejor desarrollo. Corta las ramas más viejas y elimina aquellas que no respeten la forma deseada, especialmente si buscas crear una silueta compacta que funcione como un cierre vegetal denso y uniforme.
Reproducción de la madreselva
La madreselva es una planta que puede propagarse tanto por semillas como por esquejes.
Si buscas una forma más rápida y efectiva de obtener nuevas plantas, la mejor opción es la propagación por esquejes, un tipo de reproducción asexual que te permitirá tener plantas genéticamente idénticas a la madre.
Mediante semillas
La mejor época para la reproducción por semillas es en primavera, cuando el riesgo de heladas se ha alejado y las condiciones externas son favorables para la germinación.

Este método es más lento que el de los esquejes y no garantiza que las plantas sean idénticas a la planta madre, pero ver su crecimiento desde cero es una experiencia muy gratificante.
Mediante esquejes
El mejor momento para hacer los esquejes es en verano. El procedimiento es muy sencillo: corta una rama sana y elimina las hojas de la parte inferior para que concentre su energía en el desarrollo de las raíces.
Podrías cultivar los esquejes en agua hasta que desarrollen sus raíces o plantarlos directamente en un tiesto con sustrato. En unas semanas, los esquejes habrán enraizado, y tendrás una nueva planta.