Cómo cuidar el Pachypodium lamerei o palma de Madagascar en tu hogar

Si buscas una planta única y resistente para tu hogar o jardín, el Pachypodium lamerei es la opción ideal. Con su aspecto exótico y fácil cuidado, es perfecta tanto para interior como exterior. ¡Descubre todos sus secretos y cómo mantenerla sana en nuestro artículo
Ficha de la planta Pachypodium lamerei
- Nombre común: Pachypodium, la palma de Madagascar.
- Nombre científico: Pachypodium lamerei.
- Familia: Apocynaceae .
- Origen: África, Madagascar
- Ubicación: sol o semisombra.
- Luz: Pleno sol o luz brillante indirecta.
- Temperatura: Entre 18-30°C.
- Riego: Moderado.
- Abono: Aplicar fertilizante líquido para suculentas una vez al mes en primavera y verano.
Características generales
El Pachypodium lamerei, más conocido como la palma de Madagascar o, simplemente, Pachypodium, es una planta africana perteneciente a la familia de las Apocynaceae.
Es endémica, en concreto, de la isla de Madagascar, como indica su propio nombre, aunque actualmente también se cultiva en muchas otras regiones del mundo debido a su atractivo aspecto y resistencia.

Se caracteriza por un tallo espinoso y grueso, del que nacen unas hojas coriáceas lisas, grandes, largas y de un verde intenso. Si te fijas, su envés es de un color más pardo.
Además, puede dar unas flores blancas muy perfumadas, que se parecen mucho a las de otras especies de la misma familia, como la adelfa o la plumeria.
Debido a su aspecto espinoso, suele considerarse un cactus pero no lo es: es una suculenta. Los cactus pertenecen a la familia Cactaceae, mientras que la palma de Madagascar pertenece a la Apocynaceae.
Su similitud con los cactus se debe a la evolución que han experimentado estas plantas para adaptarse a climas áridos y secos, donde el agua es un bien escaso y preciado.

El Pachypodium es una planta bastante compacta y puede utilizarse como planta ornamental tanto de interior como de exterior, ya que es muy versátil, siempre y cuando el entorno reúna las condiciones que necesita.
Cultivada en maceta puede alcanzar entre 30 cm de altura hasta un metro y medio, mientras que en su hábitat natural en Madagascar es capaz de alcanzar dimensiones de árboles.
Cuidados de la palma de Madagascar
Luz y temperatura
Adora los lugares cálidos y soleados. El Pachypodium necesita estar en un lugar soleado, aunque también puede soportar la semisombra si la intensidad solar es muy fuerte.
Como ya hemos mencionado, es una planta que se adapta perfectamente a las condiciones de interior. Mientras le facilites la luz que necesita en una habitación luminosa, prosperará muy bien como planta de interior.
La palma de Madagascar es muy sensible a las heladas y a las bajas temperaturas. Con menos de 15°C, sufre y pierde las hojas de su copa. ¿Es entonces normal que se le caigan las hojas en invierno? Sí, a finales de otoño o inicios de invierno suele ser bastante habitual que pierda algunas de sus hojas, pero no tienes de qué preocuparte, volverán a salir.

Esta defoliación también ocurre cuando hace bastante frío. Sin embargo, de cara a la primavera, cuando la temperatura comienza a subir, vuelven a brotar a lo largo de todo el tronco. Esta reacción es un ejemplo de estrés en la planta.
Riego
Como suculenta que es, el Pachypodium lamerei requiere muy pocos riegos. Es una planta resistente a la sequía y a la falta de agua, gracias a las reservas que tiene en su tronco ancho y espinoso. Pero, aunque sea originaria de algunos de los parajes más secos del mundo, no podemos ignorar completamente su riego.
¿Cada cuánto hay que regarla? La frecuencia de riego depende del clima, pero en general, un riego cada dos semanas suele ser más que suficiente. En verano, deja que el sustrato se seque completamente entre riegos y, el resto del año, riégala apenas lo necesario para evitar que se marchite.
Lo ideal es utilizar agua de lluvia para el riego. Aunque pueda parecer complicado conseguirla, existen distintos sistemas o trabajos para recoger el agua de lluvia.
Suelo y abono
Requiere un suelo suelto y con buen drenaje para evitar encharcamientos. Más allá de no excedernos con los riegos, el tipo de sustrato que utilizamos para cultivarla es clave para mantenerla sana y bien cuidada. Puedes mejorar el drenaje incorporando piedras o arenilla.

Hoy en día, hay en el mercado sustratos específicos para cactus, que contienen la mezcla ideal de turba y arena. Pero, si prefieres hacerlo tú mismo, puedes seguir el siguiente paso a paso para hacer el mejor sustrato para cactus y plantas crasas.
Respecto al abonado, no es una planta que requiera mucha fertilización. Basta con añadir un poco de abono líquido para cactus o suculentas un par de veces al año en el agua de riego. La sobrefertilización puede ser perjudicial, así que sigue siempre las recomendaciones del fabricante.
Plagas y enfermedades
Aunque el Pachypodium lamerei es una planta bastante resistente, puede verse afectada por ciertas plagas y enfermedades.
Respecto a las plagas, las más habituales suelen ser la cochinilla algodonosa, araña roja y el pulgón. Una buena forma de prevenir su aparición es el uso de jabón potásico o aceite de neem.
Entre las enfermedades más comunes está la podredumbre de raíces y los hongos que aparecen en condiciones de alta humedad. Controlar este factor es clave para mantener la planta sana, pero en caso de que fuese necesario, habría que aplicar fungicidas específicos.
¿Conocías esta planta exótica? Si quieres tener una especie con carácter y estilo, sin duda, esta planta es ideal para el hogar y el jardín. Eso sí, ten precaución a la hora de manipularla, ya que su belleza pinchuda puede ser dolorosa.