Cuidados de la planta pitahaya, la fruta del dragón

Descubre todo sobre la pitahaya, una planta exótica conocida por su impresionante fruto, la fruta del dragón. En este artículo, te contamos todo sus cuidados y cómo cultivarla en tu jardín para disfrutar de sus deliciosos frutos. ¡Sorprende a todos con esta fascinante planta!
¿Conoces a la pitahaya? Se trata de un valioso cactus proveniente de América que quizás haya pasado desapercibido, pero su fruto no. Hablamos de la increíble fruta del dragón, que es incluso más bonita que su propio nombre. ¿La has probado ya?
En este artículo te contamos muchas curiosidades sobre esta planta y qué debemos hacer para cultivarla con éxito en nuestro jardín. ¿Te interesa? ¡Quédate para saberlo todo sobre ella!
Características de la pitahaya
La pitahaya (en principio género Hylocereus, aunque podríamos referirnos también a especies del género Selenicereus) es el nombre que recibe es una planta perteneciente a la familia de las cactáceas.
Podemos encontrar a esta especie creciendo de manera natural en algunos países de América, como Estados Unidos, México o Perú, mientras que es común encontrarla en otros países con un clima muy distinto, como Catar o Arabia Saudí, donde se ha introducido para explotar la producción de sus frutos.
Se trata de un cactus suculento caracterizado por sus larguísimos tallos triangulares carentes de espinas que pueden ser confundidos con sus hojas cuando hablamos de un ejemplar adulto. Esto es debido a que su tallo principal se lignifica, recordándonos al tronco de los árboles y arbustos, mientras que el resto de tallos se mantienen verdes.

En su hábitat natural estos tallos crecen de manera vertical, enredándose con el resto de los árboles que encuentra a su alrededor y trepando varios metros por encima del suelo.
Gracias a estas tonalidades verdosas mantienen su capacidad fotosintética, ya que esta planta crasa, como la mayoría, carece de hojas funcionales.
Curiosamente, estas estructuras foliares no se modifican y no dan lugar a las espinas que suelen caracterizar a los cactus, lo que juega a su favor para ser una planta con un elevado valor ornamental sin que nos pueda poner en riesgo durante su manipulación.
Aunque la propia planta tiene un gran valor ornamental por sí misma, te puedo asegurar de que su mejor momento se da en ciertas noches de la primavera y del verano, donde no me sorprendería encontrarte observándola atentamente.
Su floración, breve, pero preciosa, da lugar a flores de una sola noche. Se abren durante el atardecer, alcanzan su máxima turgencia durante las primeras horas de la madrugada para comenzar a deshidratarse cuando el Sol incide sobre ellas.

Por si esto no fuera suficiente uno de los mejores polinizadores son los murciélagos, aunque son muchos los insectos que acuden a ella. Esta flor da a la verdadera protagonista de este artículo y el motivo por el que muchos queremos cultivarla en nuestro jardín: su fruto.
El fruto de la pitahaya: la fruta del dragón
Este fruto se conoce como fruta del dragón debido a su apariencia. Es una fruta ovalada y relativamente grande que comienza siendo completamente verde y conforme va madurando ganan importancia los colores rosas o amarillo, manteniendo ciertos toques verdes.
La superficie es escamosa y curiosamente sí cuenta con las espinas de las que la planta carece, por lo que deberemos ser precavidos durante su recolección. Su interior es blanquecino, con numerosos toques negros que representan a sus semillas.
Se trata de un tipo de fruta blanda y dulce, considerada un manjar para muchas personas, aunque algo cara debido a su procedencia y a la delicadeza que requiere su transporte.
Pitaya vs pitahaya: ¿son lo mismo?
La pitaya y la pitahaya son dos frutos provenientes de especies muy similares y con nombres comunes casi idénticos, por lo que puede ser algo confuso diferenciarlos. Sin embargo, esta aclaración es casi anecdótica, ya que ambas plantas requieren cuidados idénticos debido a su similitud.
Por un lado, encontramos que la pitaya es el nombre genérico con el que conocemos a diferentes cactáceas pertenecientes al género Stenocereus, mientras que la pitahaya es un conjunto de especies, también cactáceas, que pertenecen a los géneros Hylocereus y Selenicereus.

Mientras que la pitaya tiene pequeñas espinas en la cáscara de su fruto, la pitahaya tienen pequeñas escamas, lo que hace que comúnmente conozcamos a este fruto como fruta del dragón.
Existe un poco de lío sobre qué planta es cada una y a qué género corresponde, por lo que en este artículo nos referiremos a las especies del género Hylocereus. Ten en cuenta que en todo caso siempre estaremos refiriéndonos a lo que comúnmente todos conocemos como pitahaya o fruta del dragón.
¿Quieres saber cómo cuidar esta fascinante planta en tu jardín? ¡Te lo cuento todo!
Cuidados de la planta pitahaya
Ubicación
Si tenemos que definir las condiciones ideales para el cultivo de la pitahaya es tan sencillo como hablar de temperaturas relativamente elevadas (sin excedernos de los 35 ºC aproximadamente de manera continuada), cierta humedad y una buena cantidad de luz solar. Por este motivo la ubicación idónea para nuestra pitahaya depende de las condiciones climáticas de nuestro jardín.
Si los inviernos son suaves podemos colocarla en exterior, mientras que si los inviernos son fríos es más recomendable colocarla en el interior o trasladarla al interior de nuestro invernadero, al menos los meses más fríos.
Nos podemos decidir tanto por un cultivo directamente en suelo como por utilizar macetas, siéndonosla necesario en este último caso que tengan una profundidad de al menos 25 centímetros.
En cualquier caso es necesario que reciba una gran cantidad de luz solar directa, tratándoselos de asegurarle entre 6 y 8 horas diarias, sobre todo durante su fase de crecimiento. Te recomiendo que utilices tutores para que se desarrolle verticalmente, imitando así su ecosistema natural.
Riego
El riego es importante para el correcto desarrollo de nuestras plantas, pero nunca excediéndonos, ya que debemos recordar que es un cactus y el exceso de agua puede provocarle la muerte muy fácilmente.

Durante la época de crecimiento te recomiendo que mantengas el suelo siempre ligeramente húmedo, pero nunca encharcado, por lo que una buena recomendación es regar unas dos o tres veces por semana en verano y una vez cada semana o cada quince días en invierno, en función de nuestro clima.
Debemos estar especialmente atentos si ocurre una sequía, aunque más vale quedarnos escasos que excedernos con el agua.
Sustrato y fertilizante
Comparte las mismas necesidades que cualquier otro cactus, por lo que la mejor idea es utilizar sustrato para suculentas y abonar con los fertilizantes adecuados para este tipo de plantas durante su fase de crecimiento. A pesar de esto no tiene cuidados especialmente importantes en este aspecto.
Podas
La pitahaya es una planta de crecimiento rápido, por lo que las podas son fundamentales para mantenerla a raya y moldear su forma.
Te recomiendo una primera poda de formación durante el primer año de crecimiento de nuestra planta, donde definamos cómo queremos que se desarrolle. Para ello es tan sencillo como comenzar eliminando los brotes que aparecen en la parte más baja de la planta, dejándooslas solo los que aparecen en la parte superior.
Cuando la planta alcance la altura que considerémoste adecuada (te recomiendo un metro y medio, aproximadamente) debemos cortar su ápice, de manera que limitemos el crecimiento vertical y fomentemos el de los tallos horizontales.
La idea es que desarrolle una forma similar a la de un candelabro, cortando las ramas secundarias de esta forma, lo que optimizará su espacio y fomentará el desarrollo de sus valiosos frutos.
A continuación, es tan sencillo como realizar podas regulares de mantenimiento para eliminar las ramas secundarias que se hayan secado o que estén dañadas, manteniendo esta forma.
Reproducción de la planta de fruta del dragón
La pitahaya se puede reproducir mediante semillas y mediante esquejes. Aunque en el caso concreto de la Pitahaya la reproducción por semillas no es complicada, ya sabemos que esta reproducción es mucho más lenta y no nos asegura que las plantas que aparezcan mantengan las cualidades de la planta madre. Por este motivo siempre preferimos en jardinería utilizar los esquejes.

En esta planta encontramos además una facilidad extra respecto a otras muchas especies y es que las cactáceas y/o crasuláceas son unas verdaderas expertas en la reproducción mediante esquejes. Casi podría decirte que basta con cortar un trozo y tirarlo al suelo para obtener una nueva planta.
Como has visto, la pitahaya es un tipo de cactus especialmente bonito y valioso. Sin duda es una de mis plantas favoritas por 3 sencillos motivos: tiene la robustez que caracteriza a los cactus, un elevado valor ornamental y unos exquisitos frutos que nos sirven como recompensa por sus correctos cuidados.
¿A qué esperas para sorprender a tus familiares con uno de estos ejemplares en tu jardín? Si te gustan los cactus con frutos llamativos como la pitahaya, entonces te sorprenderán la chumbera (Opuntia spp.) y el saguaro (Carnegiea gigantea).