Qué plantar en mayo en tu huerto

¿Listo para transformar tu huerto este mes de mayo? Descubre qué plantar para llenarlo de sabores frescos y saludables. Desde jugosos tomates hasta dulces fresas, ¡prepara tus manos para la siembra y disfruta de la cosecha!
¿Quieres aprovechar este mes para cultivar tus verduras? Mayo es, sin duda, uno de los meses más bonitos para la jardinería. Lejos ya del frío del invierno, con bastantes más días de buen tiempo que en abril, pero, con un poco de suerte, suelos aún húmedos.
Es el momento en el que las plantas florecen para su reproducción y el buen tiempo nos invita a hacer más labores de jardinería.
Estoy seguro de que te estarás preguntando qué podemos cultivar a lo largo de este mes. ¡Yo también! Te cuento a continuación entre qué plantas nos vamos a encontrar este mayo trabajando en el hemisferio norte.
Frutas y hortalizas para plantar en mayo
Tomate
En mi opinión el rey de las hortalizas es, curiosamente, el tomate. Algo curioso ya que desde el punto de vista botánico estamos hablando de una fruta y no de una hortaliza, pero seamos sinceros, ¿cuántos de aquí hemos inaugurado nuestro huerto con una tomatera?
Se trata de una planta que no puede faltar en nuestro cultivo y que en mayo podemos trabajar con ella perfectamente. Te recomiendo que el cultivo lo comiences plantando semillas en un semillero, de manera que pueda desarrollarse en unas condiciones más controladas que si la germinación ocurriera directamente en el suelo.

Esta germinación comenzará, aproximadamente, una semana más tarde de la siembra. Cuando esta ocurra debemos regar y cuidar este plantón hasta que alcance unos 10 centímetros, momento en el que ya podemos trasplantar esta especie directamente al suelo, bancal o macetero de nuestro huerto.
Si tienes pensado cultivar varias tomateras debes separarlas entre ellas unos 40 centímetros, de manera que puedan crecer sin molestarse y así puedan producir una buena cosecha. No olvides el uso de tutores para facilitar que las plantas crezcan verticalmente y eliminar las ramas laterales que crecen en las axilas de las hojas para optimizar la fructificación.
Una de las enfermedades más comunes es la podredumbre apical, donde los tomates, mientras se están desarrollando, comienza a pudrirse por su parte más baja, la más alejada de la planta.
Esto se puede deber a dos factores, o bien por un déficit de calcio en el suelo o bien por un exceso o una falta de riego. Es algo común si nos estamos iniciando en el cultivo en esta planta, ¡así que estate atento!
Pimiento
El pimiento, en cualquiera de sus modalidades y colores, es una hortaliza que no puede faltar en nuestra nevera, ¡y si podemos cosecharla nosotros mismos aún mejor!

Se trata de un cultivo muy sencillo y similar al anterior, donde debemos comenzar con una germinación en semillero, y que las primeras plantas aparecerán en menos de una semana después de la siembra. Cuando la planta alcance unos 10 centímetros será el momento de trasladarlo a su ubicación definitiva.
A la hora de realizar este paso te sugiero que protejas los plantones con algún invernadero, en mi caso utilizo algo tan sencillo como garrafas de agua recortadas, aunque debemos ser precavidos con el desgaste que el Sol va a hacer de este elemento, ya que podemos estar contaminando nuestro pequeño huerto.
El pimiento es una planta que tiene una menor cobertura que el tomate, por lo que puedes plantarlos manteniendo una distancia de unos 20 centímetros.
Sandía
Si quieres llegar a tiempo para comer tus propias sandías, debes aprovechar el mes de mayo para comenzar con su cultivo. En este caso puedes obtener buenos resultados utilizando semilleros, pero también cultivándolas directamente en el suelo en la que será su ubicación definitiva, por lo que puedes elegir entre ambas opciones en función de tus necesidades.

En un par de semanas verás aparecer las primeras plántulas, que podrás trasplantar a su ubicación definitiva cuando superen los 10 centímetros de altura y espaciándolas un metro (o dos, si es posible) entre sí, ya que son plantas con un gran crecimiento y requerimiento de espacio.
En el caso de que te decidas por el cultivo directo en el suelo, te recomiendo que entierres las semillas a esta misma distancia, pero que coloques varias semillas por hoyo. De esta forma te aseguras de que todos los hoyos germinen y, en el caso de varias germinaciones, puedes elegir la más vigorosa.
No olvides que la sandía es una fruta muy rica en agua, por lo que los suelos húmedos y bien fertilizados son fundamentales para obtener unos sabrosos resultados.
Es una buena idea que utilices técnicas de acolchado para evitar la desecación del suelo y la aparición de malas hierbas que puedan competir con nuestras plantas. Te hablamos más sobre ello en el artículo sobre el acolchado para sandías y melones.
Fresas
¿A quién no le encantan las fresas? Solas, con nata, azúcar... ¡Pero siempre de tu huerta! Para cultivarlas es tan sencillo como comenzar con un cultivo en semillero, donde verás que aparecerán las primeras plántulas a las 3 semanas de haberlas sembrado, siempre que hayas mantenido una buena humedad del suelo.

Otra opción muy recurrente, y sin duda mi favorita en este caso, es hacerte con algún plantón en tu vivero de confianza, ya que son bastante habituales y asequibles, sobre todo durante la primavera. Estas plantas pueden ser trasplantadas en el suelo, donde te recomiendo que las espacies unos 30 centímetros entre sí.
Otra opción es el cultivo en maceta, pero debes tener en cuenta que el caso en el que elijas esta modalidad de cultivo deberás utilizar una maceta que le permita desarrollarse completamente. Para ello te aconsejo que elijas macetas de un tamaño entre 40 y 50 centímetros de ancho y unos 15 o 20 centímetros de profundidad.
Calabaza
La calabaza es una hortaliza muy sencilla de cultivar y que para lograrlo puedes utilizar semilleros o sembrarla directamente en el suelo. Aunque puedes comprar las semillas directamente en tu vivero de confianza, también dan muy buenos resultados las semillas que extraigas de calabazas que hayáis comido en tu propia casa. ¡No hay excusa para no comenzar a plantar!
Te recomiendo una siembra directamente en su ubicación definitiva, ya que, personalmente, nunca he tenido problemas para la germinación de esta planta.

Una vez las siembres comenzarás a ver aparecer las primeras plántulas unas dos o tres semanas después de la siembra. Sin embargo, es importante que separes cada hoyo de plantación más o menos un metro entre sí, ya que es una especie que suele ocupar un gran espacio cuando crece.
Por este motivo te recomiendo, además, que utilices tutores para promover un crecimiento menos rastrero y así ahorres espacio.
No olvides enriquecer el suelo con abono o compost y regar regularmente tus plantas para que el suelo se mantenga húmedo. De esta forma estoy seguro de que en septiembre u octubre tendrás unas grandes y jugosas calabazas en tu propia huerta.
Coliflor
Está bien, quizás la coliflor no es la verdura que mejor huela cuando la cocines en tu hogar... ¡Pero no me digas que no está buenísima! Para comenzar a cultivarla es tan sencillo como hacerte con algunas semillas y sembrarlas en semilleros.

En un par de semanas comenzarán a aparecer las primeras plántulas, que podrás trasplantar a su ubicación definitiva cuando tengan unos 10 centímetros de tamaño y, al menos, seis hojas, espaciando cada ejemplar algo más de medio metro para que se desarrollen plenamente.
Manteniendo un suelo húmedo y rico en nutrientes podrás obtener esta preciada verdura, que estará en su punto óptimo cundo la flor sea grande y blanca.
Ya has visto que mayo es un mes ideal para aprovechar nuestros fines de semana en nuestro huerto. ¿Con qué especie vas a comenzar? ¡Yo me pongo manos a la obra ahora mismo!