Terminas tu sesión de entrenamiento, vas al vestuario, sacas de la mochila todo lo necesario para ducharte y, ¡premio! Se te han olvidado las chanclas. Automáticamente echas la vista atrás y te visualizas una hora antes preparando la mochila y te viene a la mente el lunes exacto donde has dejado las chanclas.
Y es que, aunque las chanclas son algo fundamental que no puede faltar en la mochila del gimnasio, no eres ni la primera persona ni la última a la que, en alguna ocasión, se le han olvidado las chanclas en casa. En estos casos hay quienes optan por ducharse descalzo (todo un ERROR) y quienes buscan otras alternativas.
Es muy importante tener en cuenta que los vestuarios de los gimnasios son lugares húmedos, con mucho vapor y calor y poca ventilación que, aunque se limpien diariamente, tienen las condiciones ideales para la reproducción de los hongos. Por lo que, en caso de que se nos hayan olvidado las chanclas, es importante buscar una alternativa a ducharse descalza.
Pero antes de ver esas alternativas, aunque ya te adelantamos que tampoco las hay muy variadas, vemos 3 razones por las que no deberías, bajo ningún concepto, ducharte descalza en el gimnasio.
3 razones por las que no deberías ducharte descalzo en el gimnasio
Hongos
El primer término que nos viene a la cabeza cuando hacemos alusión a ducharse descalzo en el gimnasio es hongos. Son microorganismos que pueden habitar en la piel, el pelo o las uñas, entre otros lugares, sin producir ningún tipo de problema y que pueden volverse dañinos y provocar infecciones con la presencia de factores como la humedad o la sudoración excesiva, entre otros.

En el artículo Cómo quitar los hongos de las uñas de los pies, te contamos cómo prevenir la aparición de esta infección y algunos remedios para hacerle frente. ¿Quiere saber más? ¡Sigue leyendo!
Pie de atleta
El pie de atleta o tiña del pie es una infección causada por hongos que aparece en los pies. Una dolencia que se transmite por contacto directo, por el calzado y calcetines, así como en piscinas y duchas. Descamación de la piel, picor intenso, enrojecimiento y ampollas son algunos de los síntomas a través de los que se manifiesta la infección por pie de atleta.
Si quieres saber más de esta infección, no te puedes perder este artículo sobre Pie de atleta: qué es, síntomas y cómo evitarlo. En él te contamos en qué consiste, cuáles son los síntomas y cómo evitarla. ¡No pierdas detalle!
Papilomas o verrugas plantares
Los papilomas o verrugas plantares son producidas por una infección vírica causada por el virus del papiloma humano (VPH). Una infección que se presenta, tal y como señalan los especialistas de Podoactiva, con una apariencia parecida a una coliflor en la cual aparecen normalmente puntos negros, que puede llegar a producir sangrado.

¿Qué hago si se me han olvidado las chanclas en casa?
Una vez ya conocemos 3 razones de peso por las que no deberías ducharse descalza en el gimnasio, vemos algunas de las alternativas y opciones que tenemos si, en un momento dado, se nos olvidan las chanclas en casa. ¿Qué opciones, además de la de ducharse descalzo que ya hemos descartado, tenemos? ¡Las vemos?
Calcetines
Es posible que en el momento que has visto que se te han olvidado las chanclas la primera de las opciones que se te haya ocurrido haya sido la de ducharte con calcetines. Es, posiblemente, la opción más recurrida en estos casos. Una opción más que factible, puesto que evitamos el contacto directo del pie con el suelo mojado.
Compresas
Si somos mujeres y tenemos la suerte de llevar un neceser de emergencia con compresas en su interior, hacer uso de cuatro de ellas. Y haremos lo siguiente: colocaremos la parte que pega en la planta del pie. La otra compresa la utilizaremos a modo de agarre, como si fuese la tira de una chancla, para que no se nos despegue. Una opción que, como bien hemos dicho, nos librará de coger los temidos hongos.
Pedir a alguien que nos deje sus chanclas
Otra de las opciones que podemos probar es la de pedir prestadas unas chanclas a alguien que se encuentre en ese momento en el vestuario. Pedirle a alguien que ya se haya duchado y que no esté usando las chanclas que nos las deje unos minutos para poder ducharnos es, posiblemente, una de las opciones favoritas. Es posible que no te ponga inconvenientes a ducharte con ellas, aunque eso sí, prométele que le vas a devolver las chanclas limpias.

Tienes que ser consciente que puede haber gente a la que le resulte incómodo dejarte tus chanclas. Por lo que cumple con tu palabra y, en caso de que haya alguien que te preste sus chanclas, devuélveselas limpias.
Trasladar el momento ducha a casa
Si vemos que ninguna de las tres opciones anteriores no es posible, quizás debemos plantearnos la opción el ducharnos en casa. Ha sido un hecho puntual y, en caso de no tener alternativas, posibles, lo mejor es que no nos quitemos la ropa con la que hemos entrenado y nos duchemos en cada.
Y es que si algo se nos ha tenido que quedar en la cabeza es que debemos evitar, en la medida de lo posible, ducharnos descalzos. Como bien hemos podido ver son numerosos los riesgos a los que nos enfrentamos si optamos por esta alternativa.
En cualquiera de los casos, lo recomendable es que, una vez llegues a casa, en caso de que hayas optado por cualquier da las opciones que no haya sido la de ducharte en casa, vuelvas a lavarte los pies con agua y jabón para asegurarte de que los pies están limpios y libres de virus y bacterias.