¿Te han dicho, en alguna ocasión, que para evitar que la papada nos juegue una mala pasada en las fotos lo ideal es colocar la lengua en el paladar? Pues bien, no es del todo mentira y la técnica mewing puede estar detrás de esta afirmación.
Y es que el cómo colocamos la lengua y los movimientos que hacemos con los labios y la propia lengua tiene un papel más importante de lo que podemos llegar a creer. Y de eso, precisamente, es de lo que te venimos a hablar. De una técnica, de cuyos vídeos, han superado los 14 millones de reproducciones en TikTok, la red social de moda.
La técnica se llama, nada más y nada menos que, mewing. Un concepto que tiene su origen en 2012, cuando el Dr. Mike Mew, médico odontólogo y cirujano facial que lleva años aplicando los métodos de la Ortotropía, acuñó el nombre para llamar así a la técnica. Una técnica que ha vuelto a situarse en el centro de todas las miradas llegando incluso a convertirse en un fenómeno viral en TikTok. Sí, has leído bien.
Mewing, la técnica que se ha convertido en un fenómeno viral en TikTok
Respirar mejor, aliviar el dolor en los músculos de la mandíbula, redefinir la forma maxilar y alinear el maxilar superior con el inferior. Estos son, según el Dr. Mike Mew, algunos de los beneficios que obtendremos si ponemos en práctica esta popular técnica. Pero, ¿en qué consiste realmente la técnica de mewing? Es una técnica que, con un movimiento de lengua, busca, en líneas generales, mostrar una mandíbula más definida. El nombre de esta técnica tiene su origen en el doctor que acuñó el nombre, cuyo apellido era Mew.

Son, nada más y nada menos que, una serie de ejercicios para mejorar las facciones de la cara y afilar el rostro para que este resulte más atractivo. Pero, ¿cómo se pone en práctica? ¡Lo vemos!
Cómo poner en práctica la técnica mewing paso a paso
Unimos los labios, alineamos los arcos dentales, es decir, dejamos los dientes de arriba y de abajo en línea, y pegamos la lengua en el paladar. Desde la punta, que la colocaremos cerca de los dientes incisivos (los que popularmente denominamos como palas) hacia atrás, hasta donde puedas.
Una especie de vacío que acompañamos tirando la lengua hacia atrás y cerrando la boca. Y no solo eso, también hay que echar los hombros para atrás y mantener la espalda recta.
De esta forma, conseguimos una mandíbula más afilada. Es una técnica que, aunque en su origen estaba más pensada para los hombres, lo cierto es que cada vez son más las mujeres que la han puesto en práctica. Y tú, ¿la has probado?