¿Qué son los fototipos de piel y por qué es importante conocer el tuyo?
Protege tu piel
Descubre tu fototipo y aprende a proteger tu piel del sol de forma efectiva.

Seguro que en tu grupo de amigos está la persona que se pone morena con un par de rayos de sol, la que se pone roja al instante y la que, aunque se pase todo el verano tirada en la playa entre vuelta y vuelta (algo no recomendable), no logra alcanzar un tono de moreno considerable.
La explicación a todas estas diferencias es sencilla: no todas las pieles reaccionan igual frente al sol.
La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y nos protege de factores externos, entre ellos la radiación solar. Mantenerla protegida y saludable debería ser un objetivo durante todo el año, pero en verano aún más, cuando la radiación es más intensa y puede provocar daños inmediatos y a largo plazo.

Por eso, como explica la Fundación Piel Sana AEDV en su documento “Todo lo que necesitas saber sobre el sol” (2015), es fundamental conocer tu fototipo de piel para cuidarla mejor.
Para entender mejor cómo cuidarla, es fundamental conocer qué es tu fototipo de piel. Seguro que lo has escuchado alguna vez, pero puede que no termines de comprender qué es y cómo puede afectarte a ti.
¿Recuerdas que hemos hablado de las diferentes formas en que reaccionamos al sol? Pues esto se debe, en gran medida, al tipo de fototipo que tienes.
Te contamos los diferentes tipos que existen, la importancia de conocer tu propio fototipo y desmentimos o confirmamos los mitos comunes más habituales al respecto.
¿Qué son los fototipos de piel?
Los tipos de piel no solo se clasifican en normal, mixta, grasa o seca. También existe una categorización basada en el fototipo de piel, que indica cómo responde la piel a la exposición solar, especialmente en relación con la tendencia a quemarse y a broncearse.

Según el informe, el método más usado para clasificar los fototipos es el de Fitzpatrick, que divide la piel en seis tipos:
- Fototipo I: Pecosos, pelirrojos y celtas. Se queman fácilmente, no se broncean nunca y se ponen rojos.
- Fototipo II: Rubios. Se queman fácilmente y se broncean un poco.
- Fototipo III: Morenos. Se queman moderadamente y se broncean progresivamente.
- Fototipo IV: Latinos. Se queman poco y siempre broncean bien.
- Fototipo V: Árabes y asiáticos. Se queman raramente y siempre están bronceados.
- Fototipo VI: Negros. Se queman muy raramente y son muy pigmentados.
El fototipo no cambia a lo largo de la vida, porque está determinado genéticamente desde el nacimiento. Aunque la piel puede broncearse con la exposición al sol, eso no significa que cambies de fototipo; seguirás teniendo la misma sensibilidad y riesgo
¿Por qué es importante conocer tu fototipo?
Conocer tu fototipo te ayuda a entender tu riesgo frente a la radiación ultravioleta y a tomar decisiones informadas para proteger tu piel.
Las personas con fototipos I y II son más propensas a sufrir quemaduras solares, daño celular y tienen mayor riesgo de cáncer de piel. Por su parte, los fototipos más oscuros, aunque tienen menor riesgo de quemaduras, no están exentos de sufrir daño por el sol ni envejecimiento prematuro.

Saber tu fototipo no solo te anticipa los peligros a los que te expones, sino que también te guía sobre el tipo de protección solar que necesitas: la textura, el factor de protección (SPF) y la frecuencia con la que debes reaplicar el producto.
Cómo escoger la mejor protección solar según los fototipos de piel
Un fotoprotector solar es un producto que contiene filtros físicos (como óxido de zinc o dióxido de titanio) y/o químicos que protegen la piel de los rayos UVA y UVB. Es esencial utilizar protectores solares con filtros de amplio espectro para asegurar una protección eficaz contra ambos tipos de radiación.
- Las personas con fototipos claros (I y II) deben usar protectores con SPF alto (30 o más) y reaplicar cada 2 horas o tras el contacto con agua o sudor.
- Para fototipos medios y oscuros, también se recomienda el uso diario de protector solar, pero pueden usar SPF un poco menor (mínimo 15-30) dependiendo de la exposición.
Todos los tipos de piel pueden sufrir daño por la radiación ultravioleta, por eso es fundamental usar protector solar y reaplicarlo con frecuencia para mantener una protección efectiva.

No olvides complementar su uso con otras medidas, como usar sombrero y ropa protectora, ya que ninguna crema solar bloquea el 100% de los rayos. Evita, siempre que sea posible, los errores más comunes al aplicar el protector solar para lograr una protección óptima.
Ahora que sabes la importancia de conocer tu fototipo para mantener tu piel sana y protegida, recuerda cuidar tu piel este verano para cuidar también de ti.
Si quieres una rutina personalizada o tienes dudas sobre tu piel, no dudes en acudir a tu dermatólogo. Él o ella te aconsejará según tus circunstancias personales.
Fuentes consultadas: Dossier de prensa de Fundación Piel Sana AEDV. (2015). Todo lo que necesitas saber sobre el sol.