¿Es posible generar electricidad con las gotas de lluvia? Un estudio lo confirma

La forma en que generamos electricidad podría estar a punto de evolucionar. Investigadores del Real Instituto de Tecnología y la Universidad de Melbourne han descubierto cómo aprovechar la energía de las gotas de lluvia para generar electricidad. ¡Descubre cómo funciona!
Aunque ya se había investigado sobre el aprovechamiento de la energía de la lluvia, este estudio publicado en Physical Review Letters ha revelado que el impacto y desplazamiento de las gotas sobre una superficie puede producir una carga eléctrica hasta 10 veces mayor de lo que se había estimado.
El equipo de investigadores ha descubierto que cuando una gota de agua se queda atascada en una pequeña rugosidad de una superficie, aumenta su fuerza hasta que salta o se desliza.
Este fenómeno genera una carga eléctrica irreversible que podría ser capturada para su aprovechamiento.
Esta innovadora investigación podría revolucionar la generación de electricidad en edificios y vehículos, además de impulsar la eficiencia de las baterías y los biocombustibles.
Si se logra optimizar la carga eléctrica obtenida a partir del movimiento del agua, sería posible mejorar la producción de estos combustibles sostenibles y reducir sus costos.
En el caso de las baterías, esta tecnología abre la puerta a sustituir los electrolitos orgánicos por agua, lo que permitiría una carga más rápida y una mayor capacidad de almacenamiento energético.
Cómo se genera la electricidad con el movimiento de las gotas de agua
Hasta ahora, se creía que la carga eléctrica solo se generaba cuando un líquido se evaporaba. Sin embargo, esta investigación revela que el fenómeno también ocurre en el instante en que el agua entra en contacto con una superficie y comienza a deslizarse sobre ella.
Los experimentos demuestran que la carga se mantiene a lo largo del recorrido de la gota, lo que abre nuevas posibilidades para captar energía de manera más eficiente.
Para analizar este efecto, los investigadores emplearon agua y politetrafluoroetileno, un material presente en el teflón, lo que les permitió medir con precisión la carga eléctrica generada durante el desplazamiento del agua.
Mediante una cámara de alta velocidad, lograron registrar el momento exacto en que la gota toca la superficie, detectando un cambio de carga de hasta 4,1 nanoculombios (nC).
Estos valores, aunque pequeños, representan una fuente de energía que, acumulada de forma eficiente, podría integrarse en sistemas autónomos de generación eléctrica.

Un paso hacia el futuro de la energía sostenible
Aunque la carga eléctrica generada es pequeña en comparación con fuentes de energía convencionales, este hallazgo allana el camino para innovaciones futuras.
Según Peter Sherrell, autor principal del estudio, el objetivo es desarrollar nuevas tecnologías para potenciar la carga creada en la interacción entre líquidos y superficies, lo que podría tener un impacto significativo en sectores como la electrónica, las baterías y la generación de energía renovable.
Actualmente, la reducción de la carga eléctrica en los combustibles se logra mediante aditivos o métodos que podrían no ser igual de eficaces con las nuevas generaciones de combustibles. Por eso, investigaciones como esta son clave para el futuro del sector.
Como señala el propio Joe Berry: "Este conocimiento podría permitirnos diseñar revestimientos capaces de mitigar la carga en los combustibles del futuro."
Por ahora, los próximos pasos incluyen investigar cómo este fenómeno podría aplicarse a otros líquidos y materiales, así como buscar colaboraciones con la industria para desarrollar tecnologías comerciales basadas en este principio.
Los hallazgos obtenidos hasta el momento sugieren un cambio significativo en la generación y almacenamiento de energía, abriendo nuevas posibilidades para aprovechar la carga eléctrica generada de forma natural en procesos cotidianos.
Con potenciales aplicaciones en biocombustibles, baterías y otros dispositivos de almacenamiento de energía, este hallazgo podría redefinir el futuro de la energía sostenible.
A medida que la investigación continúa, podríamos estar más cerca de un mundo donde la lluvia no solo riegue nuestros campos, sino que también contribuya a abastecer de energía nuestras ciudades y dispositivos.