El cierre de cardillo es muy fácil de utilizar y nos permite sujetar, fijar o incluso colgar elementos de forma sencilla. Vemos los tipos que podemos encontrar y sus diferentes usos.
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Materiales de bricolaje
El cierre de cardillo es muy fácil de utilizar y nos permite sujetar, fijar o incluso colgar elementos de forma sencilla. Vemos los tipos que podemos encontrar y sus diferentes usos.
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Los cierres de cardillo tienen diferentes usos, según su sistema de fijación, su anchura y su acabado.
Nos pueden servir para colgar un cuadro ligero en la pared, fijar unos cojines en un banco o sujetar una cortina, por ejemplo.
Paso 1
Nosotros vamos a cerrar este marco con una tela. Para sujetarla vamos a utilizar cierre de cardillo autoadhesivo.
Paso 2
A la hora de comprarlo es importante saber que necesitamos dos partes: la tira suave que es la hembra y el macho que es la parte más rasposa.
Paso 3
Calculamos la posición de una de las tiras en la cara posterior de la tela, retiramos el papel protector y la pegamos, con cuidado, de no doblar la pequeña cortina.
Paso 4
De la misma manera, colocamos la otra parte en el marco, presionando para que se adhiera bien.
Paso 5
Por último, unimos ambas superficies que quedarán perfectamente anexionadas. Si queremos quitar la tela, un tironcito será suficiente.
Paso 6
También podemos optar por un cierre de cardillo que no tiene ningún adherente, de manera que podemos graparlo a la madera.
Paso 7
Otra opción es fijarlo al soporte con cola de contacto.
Paso 8
Además, disponemos de este modelo que es termoadhesivo, es decir, necesita calor para que el pegamento se funda. Lo presentamos en su posición y aplicamos calor con la plancha a la temperatura que nos indica el fabricante.
Paso 9
Como podéis observar el cierra de cardillo es un sistema de cierre sencillo, versátil y cómodo de usar.