Lacado de superficies con brocha de espuma

La mejor solución para mantener protegidos muchos objetos y darles un nuevo aspecto es pintarlos.

En este caso, vamos a ver cómo pintar la puerta de un armario de cocina con una brocha-espuma que no deja cerdas en la superficie y con la que se consigue un acabado perfecto.

Paso 1
Empezaremos por desmontar la puerta, retirar el tirador viejo y limpiar bien toda la superficie con alcohol. Después, si la manilla nueva que hemos escogido no es del mismo tamaño, marcamos con un lápiz su posición sobre la puerta y hacemos los nuevos agujeros con un taladro y la broca adecuada.

Paso 2
Luego, rodeamos con cinta de carrocero el agujero viejo y lo cubrimos con adhesivo reparador. A continuación, retiramos la cinta y dejamos secar el producto.

Paso 3
El siguiente paso es lijar el frente de la puerta con lijadora eléctrica para asegurarnos que la pintura se adhiera perfectamente. Luego, volvemos a limpiar con alcohol toda la superficie.

Paso 4
Después, como sólo vamos a pintar la parte exterior de la puerta protegemos el interior colocando cinta de carrocero en todos los bordes.

Paso 5
Cuando la superficie esté debidamente preparada y seca, aplicamos una mano de pintura con la brocha-espuma y dejamos secar. Después, damos una segunda mano de color, dejamos secar la pintura y retiramos la cinta de carrocero. Para terminar, colocamos el tirador nuevo en la puerta y la instalamos.