Su colocación no reviste mayor problema, es una tarea muy sencilla. Puede servir para forrar armarios o muebles en mal estado, cubrir paredes o hacer un zócalo decorativo. Por otra parte, conviene destacar que es un excelente aislante tanto acústico como térmico.
El zócalo de rastreles puede sujetarse a la pared con unas grapas especiales para desmontarlo fácilmente o encolarlo directamente. Es recomendable teñir, pintar o barnizar las lamas después de colocadas, ya que si se humedece, puede hincharse y es muy complicado machihembrarla.
Veamos el paso a paso:
En primer lugar, colocamos 3 rastrales: en la base, borde superior y el centro de la superficie a cubrir. Con unos tacos fisher y tornillos se sujetan a la pared usando la taladradora eléctrica.
Clavaremos la primera lama a los rastrales con clavos sin cabeza. Las siguientes se insertan en el machihembrado utilizando un martillo y un taco de madera, para que encajen bien.
Con el objetivo de sujetar las lamas, emplearemos unas grapas especiales que se insertan en la ranura del machihembrado y se grapan o clavan al rastrel.
Una vez tengamos colocadas todas las lamas, remataremos con un listón en L que se encola y posteriormente se sujeta con unos pequeños clavos sin cabeza.
Para acabar, podemos pintar, teñir o barnizar el zócalo antes de volver a clavar el rodapié.