Tipos de pizza: las variedades que debes probar al menos una vez en la vida

¿Sabías que hay más de 20 estilos de pizza en el mundo? Desde las clásicas italianas con Denominación de Origen hasta las reinterpretaciones americanas más contundentes, la pizza es mucho más que mozzarella y tomate. Te contamos cuáles son los tipos de pizza más populares y qué las hace únicas.
Pizza napolitana: la auténtica original
La pizza napolitana no es una pizza cualquiera: es una obra maestra reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde 2017. No solo por su sabor, sino por su historia, su técnica artesanal y su valor cultural para la ciudad de Nápoles y el mundo.
¿Qué la hace tan especial?
La pizza napolitana tradicional se elabora con ingredientes muy concretos y sigue una técnica rigurosa, regulada por la Associazione Verace Pizza Napoletana (AVPN), que desde 1984 protege su autenticidad.
Ingredientes autorizados:
- Harina de trigo tipo 00.
- Agua natural.
- Sal marina.
- Levadura de cerveza fresca.
- Tomates San Marzano DOP o tomates cherry del Vesubio.
- Mozzarella fior di latte (de leche de vaca) o mozzarella di bufala campana DOP.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Albahaca fresca
Características de la masa
- Fermentación: entre 8 y 24 horas.
- Hidratación: alrededor del 60 %.
- No se usan rodillos ni máquinas: solo se amasa y extiende a mano.
- Diámetro máximo: 35 cm.
- Borde (cornicione): elevado y aireado, pero no seco.
- Grosor del centro: máximo 4 mm.
Cocción
- Horno de leña a 485 °C.
- Tiempo de cocción: entre 60 y 90 segundos.
Solo existen dos recetas tradicionales que pueden considerarse auténticas pizzas napolitanas. Ambas deben elaborarse con ingredientes concretos y técnicas específicas.
Pizza Margherita
La pizza Margherita es, probablemente, la más emblemática de todas. Fue creada en 1889 por el pizzero napolitano Raffaele Esposito, quien quiso rendir homenaje a la reina Margherita de Saboya con una pizza que representara los colores de la bandera italiana: el rojo del tomate San Marzano, el blanco de la mozzarella fior di latte o di bufala, y el verde de las hojas frescas de albahaca. Todo ello se completa con un generoso chorrito de aceite de oliva virgen extra, que potencia el sabor y aporta brillo. El resultado es una pizza delicada, equilibrada y profundamente italiana, que resalta la calidad y frescura de cada uno de sus componentes.

Pizza Marinara
La pizza Marinara es aún más antigua que la Margherita. Sus orígenes se remontan al siglo XVIII, y su nombre no está relacionado con productos del mar, como podría pensarse, sino con los marineros napolitanos que la consumían habitualmente. Como no lleva queso, se conservaba bien durante los viajes largos.
Esta pizza se compone únicamente de una base de tomate triturado, aliñada con ajo fresco picado, un toque de orégano seco para aportar aroma y sabor, y un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Es la más sencilla de las pizzas napolitanas, pero también una de las más auténticas. Su sabor intenso, su textura ligera y su aroma mediterráneo la convierten en una verdadera joya de la cocina tradicional.
Pizza romana: fina y crujiente
La pizza romana es más delgada y crujiente, ideal para quienes prefieren una textura más seca. Su masa lleva aceite de oliva y menos hidratación que la napolitana, lo que le da rigidez.

Es muy popular en las pizzerías del centro de Italia y admite coberturas más cargadas. Ejemplos clásicos:
- Capricciosa: jamón cocido, champiñones, alcachofas y aceitunas.
- Quattro stagioni: con cada cuarto de la pizza representando una estación del año.
La cocción se hace en horno eléctrico o de leña, pero a temperaturas más suaves que la napolitana.
Pizza al taglio: perfecta para comer por la calle
La pizza al taglio (al corte) se cocina en bandejas rectangulares y se vende por porciones, pesadas al corte. Muy habitual en Roma, su masa es gruesa, esponjosa y con alta hidratación, parecida a una focaccia.

Según Gambero Rosso, uno de los medios gastronómicos más prestigiosos de Italia y una autoridad internacional en temas de cocina, vino y restauración, es uno de los formatos de pizza más innovadores: fermentaciones lentas, ingredientes gourmet y formatos personalizables. Es ideal para llevar o compartir.
Pizza siciliana: contundente y diferente
Conocida como sfincione, la pizza siciliana se diferencia por su forma rectangular, masa gruesa y esponjosa, y uso de ingredientes como:
- Tomate cocido
- Cebolla caramelizada
- Anchoas
- Queso caciocavallo
- Pan rallado por encima
En Palermo, es un clásico de las festividades. Se suele tomar templada o incluso fría.
Pizza estilo Chicago: la más profunda
La deep-dish pizza, creada en 1943 en Pizzeria Uno (Chicago), se elabora en moldes altos y lleva varias capas de ingredientes: queso al fondo, rellenos como salchicha o espinaca en medio, y salsa de tomate por encima.

Es más una tarta salada que una pizza al uso, con una masa crujiente por fuera y suave por dentro. Una porción basta para quedar lleno.
Pizza estilo Nueva York: grande y doblada
La pizza neoyorquina es una versión de la napolitana adaptada al ritmo urbano. Su masa es más flexible y se sirve en porciones gigantes que se pueden doblar. Los ingredientes básicos:
- Salsa de tomate especiada
- Mozzarella rallada (no fior di latte)
- Masa fermentada con harina de alta proteína
Se hornea en horno eléctrico o de gas, y es común encontrarla en locales abiertos 24 h. El pepperoni es el topping estrella.
Pizza estilo Detroit: con bordes caramelizados
Inventada en los años 40 en una fábrica de motores, la pizza de Detroit es rectangular, gruesa y se hornea en bandejas metálicas industriales. ¿Lo curioso? El queso llega hasta los bordes, formando una costra crujiente y caramelizada.

El orden de capas también es único:
- Masa
- Queso (cheddar blanco y mozzarella)
- Salsa de tomate por encima
Esta pizza ha ganado fama en todo EE. UU. por su textura única.
Pizza bianca: sin tomate y muy sabrosa
La pizza bianca ("pizza blanca") prescinde de la salsa de tomate. En su lugar, se usan ingredientes como:
- Ricotta
- Mozzarella
- Ajo
- Setas
- Aceite de oliva y hierbas
Puede servirse como base neutra o con ingredientes dulces. En Roma, también se utiliza como pan para hacer bocadillos.
Pizza hawaiana: el eterno debate
Aunque muchos creen que es americana, la pizza hawaiana fue inventada en Canadá en los años 60 por un chef griego, Sam Panopoulos. Combina:
- Salsa de tomate
- Mozzarella
- Jamón cocido
- Piña en cubos
Es una de las más polémicas: su mezcla de dulce y salado divide a los comensales, pero sigue siendo muy popular en países como Australia y EE. UU.
Pizzas modernas: sin gluten, veganas y dulces
La pizza ha evolucionado para adaptarse a todos los gustos y necesidades. Algunas variantes actuales incluyen:
- Pizza sin gluten: con harinas de arroz, maíz o garbanzo.
- Pizza vegana: sin ingredientes de origen animal, con quesos vegetales y verduras de temporada.
- Pizza con masa de coliflor: alternativa baja en carbohidratos.
- Pizza dulce: con chocolate, frutas, crema de avellanas o mascarpone.
¿Y si pruebas a personalizar tu pizza?

Si ya conoces los tipos de pizza más populares y te animas a prepararlas en casa, también puedes experimentar con técnicas modernas para darles un toque especial. Por ejemplo, una tendencia muy popular es rellenar los bordes de la pizza con queso, creando una masa más jugosa y sorprendente que encantará a los más queseros. Aquí puedes ver una receta de cómo rellenar los bordes de la pizza con queso. Esta técnica se puede aplicar tanto a masas finas como gruesas y combina bien con todo tipo de ingredientes, desde los más clásicos hasta los más creativos.
Consejos para disfrutar tu pizza como un experto
- Menos es más: no sobrecargues la base. Tres ingredientes bien elegidos son mejores que ocho mal combinados.
- Usa horno al máximo: para conseguir una base crujiente, cocina a 250 °C o más.
- Acompaña con acierto: una pizza napolitana va perfecta con un vino tinto joven. Las pizzas americanas maridan mejor con cerveza.
El mundo de la pizza es tan variado como delicioso. Desde la refinada napolitana hasta la generosa deep-dish de Chicago, cada estilo tiene su historia, sus ingredientes y su momento. Probarlas todas es más que un placer: es un viaje gastronómico.