Más legumbres y menos fritos, así debería ser el menú escolar de tus hijos según los expertos

Con septiembre, ¡llega la vuelta al cole! Un buen momento para recuperar las rutinas y los hábitos alimenticios saludables que seguíamos el resto del año. Y en este sentido los comedores escolares juegan un papel fundamental para complementar la educación de los padres en casa. Pero, ¿realmente nuestros centros ofrecen menús de calidad? Estas son las claves que debería cumplir un buen comedor escolar para fomentar una dieta saludable y equilibrada en tus hijos (y que la mayoría no cumple), según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).
4 de cada 10 niños escolarizados comen a diario en el colegio. Una etapa de crecimiento y desarrollo físico e intelectual en la que la alimentación es clave, por eso es tan importante que los menús escolares aporten alimentos en cantidad y calidad suficientes para satisfacer sus necesidades nutricionales. Así, la comida del mediodía debería cubrir una tercera parte de las necesidades energéticas diarias y el menú semanal incluir los 8 grupos de alimentos principales, según la AESAN.
La gran pregunta que nos hacemos es: ¿comen bien nuestros hijos en el cole? La cruda realidad es que el 45% de los menús de los comedores escolares españoles son muy desequilibrados y ninguno cumple con las recomendaciones de la AESAN de consumo semanal de alimentos, consensuadas con el Ministerio de Educación y las consejerías de Sanidad y Educación.
Son los resultados del análisis de comedores escolares de la OCU basado en 622 menús mensuales diferentes enviados por familias de toda España de colegios públicos (73%), concertados (21%) y privados (6%). El precio que pagan los padres por el comedor no es el factor determinante, los menús más completos no tienen por qué ser los más caros, influye más si dispone de cocina propia, ya que los peores resultados se dan en colegios que recurren a empresas externas de catering.
¿Cuál es el gran error de los menús escolares? La presencia excesiva de alimentos ricos en hidratos de carbono y precocinados en perjuicio de las legumbres, los huevos y la fruta, la determinante conclusión de la OCU.

Así debería ser un buen menú escolar
Los comedores escolares pueden transformar la alimentación de las nuevas generaciones, ofrecer un menú nutritivo y contribuir a mejorar la alimentación de nuestros hijos, defienden desde la AESAN. Y para ello, los menús deben estar supervisados por profesionales con formación acreditada en nutrición humana y dietética, y cumplir unos requisitos.
Un buen menú escolar debe respetar la frecuencia de consumo recomendada de los distintos grupos de alimentos. Desde la AESAN recomiendan:
- Un primer plato a base de hortalizas y verduras, pasta y arroz (mejor integrales) y legumbres (1-2 veces por semana).
- Un segundo plato alternando la carne y pescado de manera igualitaria con huevos una o dos veces a la semana, dando prioridad siempre a las carnes magras y al pescado sobre otros alimentos más grasos. Para completar el plato aconsejan ensaladas variadas y guarniciones como hortalizas o legumbres, evitando repeticiones entre platos y guarniciones.
- De postre, fresca diaria (mejor piezas enteras), cruda (mejor que compotas y otras preparaciones) y variada según la temporada. Ocasionalmente (máximo 1 día a la semana) se pueden ofrecer otros postres como lácteos naturales (yogur, queso fresco, cuajada).

Para beber solo agua, y para acompañar pan, mejor integral y es que un buen menú debería ofrecer variedad integral de cereales desde pan integral y pasta o arroz integral, al menos dos veces a la semana.
La forma de cocinar también es clave. Deben priorizarse las preparaciones a la plancha, al horno o guisos frente a frituras y precocinados, y usar aceite de oliva virgen para aliñar y aceite de oliva o aceite de girasol alto oleico para cocinar. Además, recomiendan utilizar sal yodada y evitar el uso de caldos concentrados o potenciadores de sabor (en caso de usarlos de forma ocasional mejor optar por productos con un 25% reducido de sal).
Para ser un comedor escolar sobresaliente debería apostar por alimentos frescos, de temporada y de proximidad. Desde AESAN recomiendan incluir, por lo menos, un 45% de frutas y verduras de temporada y proximidad y un 5% de alimentos ecológicos. ¡La gran asignatura pendiente! También debe ofrecer menús especiales para quienes los necesiten por motivos de salud (alergias o intolerancias), éticos o religiosos, o si no fuera posible, disponer de medios de conservación y calentamiento específico para ellos.
Los principales errores de los menús escolares
Los resultados del estudio de menús escolares de la OCU no son precisamente buenos, hay muchos aspectos que mejorar. Desde la Organización ven necesario trabajar más el equilibro de los menús, reducir el consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono (arroz, pasta, patatas) y aumentar la presencia de legumbres, huevos, pescado azul y fruta fresca, reduciendo los precocinados y postres dulces. Variar más en alimentos y elaboraciones, dando prioridad a las preparaciones con menos grasa. Y apostar por las versiones integrales, los productos frescos, ecológicos y de cercanía.
Estos son los errores de los menús de lo comedores escolares:
Demasiados hidratos
Los menús escolares sobrepasan la cantidad recomendada de hidratos de carbono, ofrecen arroz, pasta y patatas unas 3 veces a la semana frente a las 2,5 raciones semanales recomendadas.
Pocas legumbres
El consumo de legumbres es deficiente, no llega al mínimo recomendado de 1,5 veces a la semana.
Pocas verduras enteras
Aunque a los niños les cuesta más a o menos comerlas, la presencia de verdura es esencial para complementar a los hidratos de carbono. Los menús ofrecen una media de 2,45 raciones semanales, sin alcanzar el mínimo recomendado, pero además la mayoría se presentan en forma de purés o ensaladas de guarnición, solo el el 11% de la verdura de los menús se cocina entera y faltan preparaciones clásicas como menestras de verduras y guisos.
Faltan huevos
El huevo es un alimento rico en proteínas, minerales y vitaminas que no debe faltar en la dieta escolar, siendo la cantidad recomendada de 1-2 raciones a la semana. Sin embargo, los menús no alcanzan el mínimo establecido, y debería priorizarse preparaciones con menos grasa, como huevos a la plancha frente a huevos fritos.
Demasiado embutido
Mientras que la cantidad de carne se ajusta a las raciones recomendadas, no pasa lo mismo con la calidad, ya que debe darse preferencia a las carnes blancas (pollo, pavo, conejo) y las partes magras de la ternera o cerdo. La realidad, es que los embutidos representan el 15% del consumo y son demasiado grasos.
Poco pescado azul
El consumo de pescado es adecuado en cantidad, pero deberían tomar más pescado azul rico en grasas omega 3. Aunque los niños pequeños no deben abusar de pescados azules grandes como atún o pez espada por el contenido en mercurio, sí pueden consumir pescados pequeños como sardinas, boquerones, salmón, caballa o trucha.
Mucho postre dulce: poca fruta variada y demasiado lácteo
Para el postre la recomendación es fruta fresca a diario. Sin embargo, en la práctica los menús solo ofrecen fruta unas 3,75 veces a la semana, y poco variadas, . En su lugar se ofrece un exceso de lácteos, que se toman 1,4 veces a la semana, y lo peor, si son postres azucarados como yogures, natillas, flanes.... Deben ser naturales sin aditivos y no ofrecer más de un postre lácteo a la semana.
Precocinados y frituras
Los precocinados industriales presentan un exceso de grasas e hidratos de carbono y proteínas, por eso, no son una opción recomendada en un buen menú escolar. Y aunque las croquetas, empanadillas, san jacobos o patatas fritas les encanten a los niños, debería reducirse su consumo. En los menús aparecen en poca cantidad (0,55 raciones a la semana), pero como recomiendan desde la OCU, mejor si se reducen más, por lo menos a una vez cada dos semanas.
Pocos alimentos integrales
Falta apostar por las versiones integrales de panes, pastas, arroces y cereales. En el 36% de los menús escolares ni siquiera ofrecen pan integral.
Faltan productos ecológicos y de cercanía
Alrededor del 40% de los menús escolares no incluye alimentos de producción ecológica. Esta es una de las asignaturas pendientes: apostar por productos frescos, de cercanía y ecológicos.

Compensar los menús en casa
Informar a los padres sobre los menús escolares es clave para poder equilibrar el conjunto de la dieta del niño: lo que no coma en el cole debe tomarlo en casa, en la cena o entre horas, señalan desde la OCU.
Según una encuesta realizada a las familias, la gran mayoría de los colegios (el 97%) facilita los menús escolares a los padres, la mayoría en formato digital bien por e-mail, web o aplicación móvil. Pero también es importante indicar los detalles del menú: definir los ingredientes principales (como el tipo de verdura, fruta o pescado) y guarniciones, además de las técnicas culinarias (si se ha cocinado rebozado, al horno, a la plancha...).
Además, desde el centro deberían sugerir menús complementarios para cenar en casa, una asignatura pendiente ya que todavía un 34% de los menús no aporta esta información.