Los 9 platos que tienes que probar en tu primera vez en Japón, además del sushi

Cuando pensamos en la gastronomía japonesa lo primero que se nos viene a la mente es el sushi, pero este inigualable país tiene muchos más platos emblemáticos que hay que probar cuando lo visitas por primera vez. Te cuento de qué platos me enamoré durante mi viaje a Japón y dónde encontrarlos.
Sushi
Sí, con el sushi ocurre como con la pizza. Hasta que no lo pruebas en su país de origen, no sabes lo que es uno bueno de verdad. Como no pude vivir una experiencia en los mejores restaurantes estrellados de Japón, el mejor lo comí en el mercado de Tsukiji de Tokio (en 2018 desapareció para trasladarse a una nueva ubicación) y aunque suene chocante, fue para desayunar y antes de las 8 de la mañana.

Poder comer en restaurantes de mercado donde cada día llegan toneladas de pescado fresco es una experiencia que hay que vivir, al igual que la de los restaurantes en los que hay una cinta transportadora, aunque sea un poco turistada.
En este tipo de restaurantes, los comensales se sientan en la barra que hay alrededor de cintas transportadoras por las que van desfilando platos con diferentes piezas de sushi. El comensal solo tiene más que coger lo que le apetezca comer e ir acumulando los platos vacíos, para que se pueda calcular al final el coste total de la comida. Cada plato es de un color diferente, según el precio que tenga.

Yo estuve en el restaurante Chojiro y aunque la calidad no fue tan buena como el del que pude disfrutar en el mercado, tengo un buen recuerdo de la experiencia.
Tempura
Aunque es uno de los platos más famosos de Japón, la tempura fue llevada por Occidente en el siglo XVI. La popularización de esta técnica tuvo lugar a finales del siglo XVIII, cuando comenzaron a aparecer puestos de tempura en las calles del país.

La tempura como alimento gourmet Kimpura, que significa tempura dorada recubierta de yema de huevo y frita hasta quedar dorada y crujiente, se creó a mediados del siglo XIX.Y la gimpura, que significa tempura plateada recubierta de clara de huevo y frita, también se ideó en esta época. Estas variedades de tempura se servían en restaurantes y se volvieron especialmente populares como alimento gourmet desde mediados del siglo XIX hasta principios del siglo XX.
Yo pude disfrutar de una de las mejores de Tokio (o al menos eso dicen) en Tsunahachi, restaurante inaugurado en 1923. No verás ninguna fotografía de mi cena allí porque estaba prohibido.
Yakisoba
El yakisoba es un plato popular de la cocina japonesa que consiste en fideos fritos con verduras, carne (generalmente cerdo) y una salsa dulce y salada. Es uno de los platos más consumidos en el día a día por los japoneses que buscan un tentempié rápido y ligero.

Comí en diferentes locales, pero recuerdo que el primero fue en Sagatani Soba, en el barrio de Shibuya (donde se ubica el paso de cebra más famoso del mundo, con permiso de Los Beatles). Los yakisoba me gustaron, pero nada en comparación con el plato con el que sigo a continuación.
Ramen
A mí que me encanta la sopa, descubrir el verdadero ramen en Japón me hizo totalmente adicta a este plato. Aunque cada día hiciera más de 35 grados con un 90% de humedad. El ramen es uno de los platos más populares y consiste en un caldo base, hecho de caldo de carne, pollo, pescado, o incluso vegetales, combinado con salsa de soja, miso, o sal. A la sopa se le añaden fideos y diferentes toppings como lonchas de cerdo, huevos, cebolleta, algas nori, bambú fermentado y brotes de soja.
Comí en diferentes restaurantes, pero una de las experiencias más curiosas es la de visitar los restaurantes en los que comes en solitario y apenas interactúas con nadie. Yo comí en Ichira Ramen, donde la experiencia comienza en las máquinas donde tenemos que comprar nuestro tique.

En esa máquina, tendremos que elegir el cuenco de ramen y si queremos extras o no. Una vez tengamos nuestros tiques, tenemos que buscar un sitio libre o ir al que nos indique el camarero, y el contacto con los trabajadores será mínimo, ya que cada asiento está separado de los demás y tienes una esterilla frente a tu cara, que solo se levanta (un poco) cuando el camarero te sirve tu ramen.
También probé el de Ippudo, que tiene locales por todo Tokio, y me encantó. Recuerda que en Japón no solo está bien visto comer el ramen sorbiendo los fideos, sino que lo recomiendan para comerlo bien caliente sin quemarse.
Okomomiyaki

Algo así como una tortilla japonesa, pero con mucho más ingredientes. La palabra okonomiyaki proviene de okonomi, que significa lo que quieras o a tu gusto, y yaki, que significa cocinado a la parrilla o frito. Básicamente, es un plato en el que puedes elegir los ingredientes que más te gusten.
Yo la comí de dos maneras diferentes. En Tokio, en el barrio de Asakusa, en Okonomiyaki Sometaro, me la hice yo misma en una plancha casi a ras de suelo. Elegías los ingredientes y te vertían la mezcla a la plancha, para que tú fueras controlando su cocinado ayudado de dos espátulas. Una experiencia curiosa, pero no te puedo explicar con palabras el calor que pasé.

Pero si en algún lugar es famoso el okomoniyaki ese es la ciudad de Hiroshima, que cuenta con Okonomimura (literalmente, la ciudad de los okonomiyaki), un edificio de tres plantas con restaurantes solo dedicados a esta elaboración, a los que van muchos locales a comer.
Allí pude disfrutar de uno de un tamaño hermoso con el que fácilmente comen dos personas, sentada en la misma barra en la que las cocineras lo preparaban.
La base del okonomiyaki es una mezcla de harina, agua, huevo, y repollo finamente picado, a la que se le pueden añadir diversos ingredientes, como gambas, calamares, bacón, queso, cebolla verde e incluso fideos en algunas versiones.

Se cocina en una plancha caliente, como si fuera una tortilla, y se voltea para que se dore por ambos lados. Una vez cocido, se cubre con salsa okonomiyaki (similar a la salsa Worcestershire pero más dulce y espesa), mayonesa japonesa, alga nori en polvo y katsuobushi (escamas de bonito seco que se mueven con el calor).
Yakitoris
Los yakitori son básicamente brochetas de pollo a la parrilla y fue mi primera cena en Tokio en un ruidoso izakaya (bar japonés), en el que los comensales no paraban de fumar. Los yakitori se cocinan sobre una parrilla de carbón, que le da al pollo un sabor ahumado característico. La cocción es rápida, lo que ayuda a mantener el pollo jugoso y lleno de sabor.

Aunque los originales son de pollo, en muchos restaurantes brochetas de otros tipos de carne, vegetales, y mariscos. De hecho, una de las que más recuerdo fue la brocheta de vieira que comí en la calle, en el entorno del antiguo mercado de Tsukiji.
Gyozas
Es verdad que ya es difícil encontrar restaurantes en España que no tengan gyozas, pero disfrutar de las más famosas de Tokio siempre tiene su punto. Aunque como ocurre con todo, el hecho de que ya sean las gyozas más conocidas te obligará a esperar cola para disfrutarlas.

El restaurante es Gyoza Lou y está en Harajuku, el barrio frecuentado por los más jóvenes y conocido por ser donde se reúnen los personajes más extravagantes de la ciudad.
No solo se han hecho famosas por estar muy ricas, sino también porque tienen un precio muy ajustado, ya que un plato de gyozas tiene un precio de 290 yenes (ahora mismo son 1,79 euros al cambio) y en cada uno viene una ración de seis.
Como puedes ver en la imagen, tienes que elegir si quieres las gyozas al vapor o fritas. Y puedes acompañarlas con sopa de pollo con arroz blanco, pepino con salsa de miso, brotes de judías hervidos con carne tipo boloñesa o repollo encurtido.
Takoyaki
Es el plato estrella de la ciudad de Osaka y varios pulpos gigantes te lo recuerdan cuando caminas por sus extravagantes calles. El takoyaki es una bola, similar a un buñuelo, rellena de pulpo, aderezadas con mayonesa japonesa y salsa de takoyaki, y coronadas por el katsuobushi mencionado anteriormente.

Es un plato que nació en la calle y en Osaka, puedes comerlo en multitud de puestos de comida callejera. ¿Lo mejor? Sentarte a comerlo en la calle Dotonbori mientras ves la loca vida de Osaka pasar.
Kobe
¿Cuántas veces habremos visto auténtica carne de kobe en cartas de restaurantes fuera de Japón? Seguro que pocas, porque esta carne es una de las más exclusivas y caras del mundo, y además, su exportación está altamente regulada, lo que contribuye a su rareza y precio elevado en los mercados internacionales.
¿Y qué le hace tan especial? Su textura increíblemente suave que hace que la carne sea casi como mantequilla en la boca, su marmoleado (la grasa intramuscular) intenso y su sabor rico y delicado.

Los bovinos de Kobe son criados con sumo cuidado, alimentados con una dieta especial que a menudo incluye grano, arroz y hasta cerveza en algunos casos. Aunque mucho se ha hablado de los masajes, parece ser un mito más que una práctica común.
Yo pude disfrutarla en muy pequeñas dosis en la propia ciudad de Kobe, en el restaurante Mouriya Kobe, y no sólo fue un disfrute para el gusto, ya que ver al cocinero manipular con sumo cuidado la carne fue toda una experiencia.
Mochis
Es uno de mis postres favoritos, aunque tengo que reconocer que el más tradicional de Japón no me gustó nada. Los mochis son esos pasteles elaborados de mochigome, un pequeño grano japonés de arroz glutinoso. El arroz se machaca con mortero y maja, y se le añaden pequeñas cantidades de agua hasta convertirlo en una pasta con una consistencia pegajosa y masticable, para moldearlo después.
El más tradicional de Japón al que me refería antes es el que está relleno de anko, la pasta de alubias rojas, que me pareció insoportablemente dulzón. En cambio sí me gustó el mochi de matcha, muy típico en la ciudad de Kioto.