Las espinacas son una verdura de hoja verde muy nutritiva, rica en minerales (hierro, calcio, magnesio, potasio) y vitaminas (vitamina A, C, E, ácido fólico). ¡Ideal para aprovechar en tus recetas! Puedes utilizarlas para preparar ensaladas y cremas, para acompañar platos de legumbres (garbanzos, lentejas, espinacas...), de cereales (cuscús, arroz..) y de pasta (el relleno perfecto para canelones y lasañas), para elaborar una salsa para unos pimientos rellenos... y por supuesto, ¡para croquetas!
Para hacer tus croquetas de espinacas puedes hacer una bechamel de solo verdura (como en esta receta) o combinar las espinacas con otros ingredientes como diferentes quesos (Idiazabal, azul, cabra...), con piñones, huevo duro, gambas... Si quieres hacer croquetas más ligeras puedes hacerlas al horno en lugar de fritas, y para hacer croquetas de espinacas veganas solo tienes que sustituir la leche de la bechamel por bebida vegetal y no usar huevo en el rebozado.
¿Cómo hacer las croquetas de espinacas de la abuela? Karlos Arguiñano nos da la receta de toda la vida para elaborar las tradicionales croquetas caseras de espinacas.
Ingredientes (40 unidades):
- 300 g de espinacas
- 1 cebolleta
- 1 diente de ajo
- 750 ml de leche
- 90 g de harina
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- Harina, huevo y pan rallado (para rebozar)
- perejil
Elaboración de la receta de croquetas de espinacas de Karlos Arguiñano
Pela y pica los dientes de ajo y la cebolleta en daditos, y ponlos a rehogar en una cazuela con un buen chorro de aceite de oliva. Rehoga las verduras durante 5-6 minutos hasta que empiecen a transparentar.

Incorpora la harina y rehógala bien hasta que se dore un poco. Vierte la leche poco a poco sin dejar de remover, sazona y cocina la bechamel durante 6-8 minutos.

Lava las espinacas, retírales los tallos, córtalas finamente y añádelas a la cazuela. Cocina la masa durante 4-5 minutos, pásala a una fuente y espera a que se enfríe. Tápala con film de cocina (a piel) e introdúcela en el frigorífico (mejor de un día para otro) hasta que esté bien dura y fría.

Saca la masa del frigorífico, córtala en pequeñas porciones y redondéalas. Pásalas por harina, huevo batido y pan rallado.

Fríe las croquetas de espinacas en una sartén con abundante aceite. Escúrrelas sobre una fuente cubierta con papel absorbente de cocina.

Sirve y adorna los platos con unas hojas de perejil.

Consejo:
Si has congelado croquetas, antes de freírlas no es necesario descongelarlas, pero si son muy grandes, lo más recomendable será dejarlas un rato a temperatura ambiente para que la parte central no quede fría.